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Capitulo 5

Ginevra D'spagna 

Acomodaba a mi hijo en la camilla mientras veía como su respiración se regulaba. De pronto la puerta se abrió y mi estúpido hermano entro.

—No quiero hablar, Renato.

—Debes hacerlo... Nuestros hermanos ya se enteraron de lo que paso y si no les respondes el teléfono tendrás 50 personas afuera de este hospital. 

—Te dije que lo cuidaras! y lo dejaste de nuevo con tus hombres. Qué estabas haciendo? —El aflojo su corbata y chasqueo la nariz— Deja de estar con esa zorra... Solo despídela y busca otra abogada.

—No la llames zorra. —El la defendió, pero si. Era una zorra.— Simone se escapo del cuarto que tengo exclusivo para el. No pense que lo encontraría esa doctora y pensaría que lo quieren secuestrar. 

—Y si hubiera sido así? En su mente, ella lo salvaba de alguien mientras tu te quitabas lo caliente con la zorra de tu abogada. 

—Maldición Ginevra! Lo siento, ok? No quise que esto pasara. Solo fueron unos minutos... No hice nada malo con esa mujer. Te juro que mi alma se quedo en ese lugar al ver a Simone desmayado... 

Sonaba sincero.

—Hablare con nuestros hermanos y mamá. La doctora menciono que deben tener aquí a Simone por lo menos una semana para controlar su estado. 

—Dejare personas aquí... Que lo cuiden. Nadie desconocido entrara. Hablare con-

—Ves? Eso es lo que haces! No necesito que dejes a tus hombres al cuidado de Simone. No quiero más eso en mi vida. Soy la madre y no quiero que el se involucre en los negocios de la familia. —Sentía enojo por la actitud de Renato. No podía vivir dando ordenes y haciendo lo que le daba la gana sobre todo en mi vida y en la de mi hijo.— Si quieren tu, Gaetano o Angelo venir a ver a Simone, no se los impediré, pero estoy harta de tener que abrirme paso entre todos esos hombres que cuidan tu espalda. 

—Sabes que no puedo andar sin ninguno de ellos —Era exasperante. 

—Dos... Que Simone solo se percate de la presencia de dos. Te lo repetiré Renato. Volví a este lugar, solo porque prometiste mantener alejada esa vida de mi y mi hijo... Por favor... No rompas tu promesa. 

June Williams

—Creo que están discutiendo... —Rachell había tomado lugar junto a mi viendo el cuarto de emergencias.

—Espero que su hermana lo ponga en su lugar. 

Me gire y camine hacia afuera. No era posible que la semana que viniera tenia que hacer la guardia de emergencia yo... No queria toparme nuevamente con esa horrible persona. 

—June! —Elias se acercó a mi.— Nuestra comida fue un desastre... 

—No, no. Me encanto, todo estuvo delicioso. —El sonrió al ver que intentaba animarlo.— El era el amigo del que hablabas? —Elías asintio.

—Lo siento si fue un poco grosero... Enserio ama a su sobrino y pues... Se altero un poco. 

—No te preocupes. Ya se disculpo. 

—Enserio? Renato disculpándose? —Se escuchaba muy sorprendido.

—Su hermana lo obligo. 

—Ah, Ginevra es igual a su madre. Doma a los fierecillos mediante amenazas jajajaja

—Fierecillos? —El se torció al notar que dio mucha información.