. Veintiuno

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Minho sabía que ya no podía seguir más a Seungmin, sabía que si se acercaba a él, recibiría una bofetada, y su vida se destrozaría aún más

Minho camino por la calle solitaria, al igual que el, llegó a su coche, y condujo hasta su departamento, esa misma tarde había comprado su despensa, y tanto fue su dolor, que compro varias pastillas y unos cuantos frascos de gas, la cinta estaba en casa, así que no se tomó la molestia

Un muy decaído Minho, comenzó a preparar todo, el no sería como todos aquellos que dejan una carta antes de suicidarse, el no dejaría ninguna, el solo quería dormir, dormir para siempre, estaba tan arrepentido, el merecía una muerte peor, pero el último piso estaba prohibido, no podría aventarse, lo más fácil y que no levantará sospechas era eso

Intoxicarse con pastillas y por asfixia gracias al gas. Probaría las dos, si no muere por una, tendría que ser por la otra

Ya no tenía que perder, días atrás lo habían despedido del trabajo, su perro lo había dejado en una guardería de perros, y su mayor razón de vivir, lo odiaba.

Prendió el gas de su cocina, y los frascos los dejo en distintos lugares, había tapado las ventanas y la puerta con la cinta y toallas, se recostó en el sofá, y comenzó a tomar aquellas pastillas, hasta terminar con un puñado de ellas

No tardó mucho en comenzar a sentirse débil por el gas, y  sueño por las pastillas, al fin había llegado su hora.

Seungmin corría por las escaleras de aquel edificio, no sabía que estaba haciendo, pero si sabía porque lo hacía; el amaba a Minho, aún pasarán años, se mudará al otro lado del mundo, seguiría amando a Minho

Era guiado por la ex pareja de Lee, ella lo había encontrado y llevado hasta aquel lugar, le había confesado el como Minho la había pasado desde que se fue del país, incluso le había contado el que Minho se había estado comportando muy raro últimamente

Seungmin no podía pensar en nada más que en Minho, su departamento estaba en el piso ocho, y el tan solo iba en el quinto

— ¡Vamos, vamos funciona! -grito algo desesperado, el elevador por fin se abrió

El departamento de Minho se encontraba en completo silencio, la lluvia pegando en las ventanas, su departamento tenía una vista tan hermosa, toda la ciudad se podía apreciar desde ahí, al igual que uno que otro árbol de cerezos, al frente del edificio había un parque, donde varios niños jugaban, jugaban con los charcos de lodo, tan llenos de vida

Y desde luego, el cuerpo de Lee Min-Ho, recostado en aquel sillón.

𝖋𝖚𝖈𝖐 𝐲𝐨𝐮  - 𝙆𝙣𝙤𝙬𝑴𝒊𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora