Último abrazo 2/2

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-Ciudad pentagrama 1940-

Ambos estaban felices de tenerse el uno al otro, el pequeño y Alastor, mientras caminaban Alastor noto un casino, así que entró, vio al famoso Overlord Husk, quien siempre se encontraba apostando, así que decidió entrar en su juego.

-Vas a jugar contra mi anciano

El demonio tipo gato solo frunce el señor molesto ambos empiezan a jugar, con ayuda de su magia negra mueve todas las cartas a su favor, dejando al Overlord contra la espada y la pared, el cual no tuvo más opción de darle su alma a cambio del juego y así fue, su alma fue entregada Alastor quien decidió darle la victoria al Overlord, quien a los pocos minutos se arrepintió había entregado el alma por un juego, eso lo frustró bastante así que se puso a tomar.

El demonio salió del lugar para seguir su camino con el niño, aquel pequeño le daba mucha felicidad, lo hacía sentir orgulloso, siguieron su camino hasta llegar al barrio caníbal donde están su amiga la cual estaban formando otra vez esa hermosa relación de compañeros, ella sin recuerdos de su vida humana pero ahora con nuevos, al lado de ella siempre iba su compañera la cual nunca supo su nombre, solo era alguien callada.

-Tengo una nueva alma mi querida Rosie, ¿Sabes quién es Husk? -Alastor bastante entusiasmado le habla-

-¡Si! No me digas que tienes el alma de el, eso es grandioso

Ambos celebraron ese triunfo, tener un alma de Overlord era algo que muchos deseaban, actualmente el tenia el alma de 2 Overlord famosos, niffty y Husk, en eso nota como entra una mujer la cual reconoce a Alastor.

-¿Mimzy? Yo pensé que no moririas jajaja -Alastor hablo mientras miraba aquella mujer la cual lo saludo tocando levemente su pecho-

Ambos disfrutaron de un atrde agradable mientras se reían, el pequeño siempre estaba con ellos.

Los meses pasaron y llegó la noche que nadie esperaba, el día del esterminio, Alastor quien se encontraba distraído no noto la llegada de estos, al percatarse de esto fue demasiado tarde uno de los angeles lo vio, en ese momento corrió a un refugio, al encontrarse en aprieto noto como el niño lo miraba.

-Gracias por dame está segunda oportunidad y te quiero Alastor, adiós -Abrazo al demonio ciervo para salir corriendo en dirección opuesta donde el angel lo persiguió-

Alastor estaba en paralizado no tardo mucho de salir de su trance para intentar ir detrás del niño, unas lágrimas bajaron por sus mejillas, su brazo fue agarrado por Rosie quien lo escondió junto a él.

-Dejame tengo que ayudarlo.

Su voz aprecia de súplica no dejaba de llorar, está se reuso a soltarlo, un grito desgarrador se hizo presente en la calle, Rosie con las pocas fuerzas que le quedaban lo arrastró hasta una casa, lo dejo hay, el demonio solo cayó de rodillas, aquel niño había sido una compañía para el, dio su vida por el, empezó a llorar.

-Ciudad Pentagrama 1999-

Con el tiempo el demonio de la radio dejo de ser tan presente en el infierno, con frecuencia no salía, fue hay que decidió dejar todo, sin antes estar al aire por última vez, como siempre haciendo bromas.

Esa tarde decidió salir a caminar por el infierno y fue que se topó con su más grande enemigo, Vox, estos dos se miraron con cierto rencor fue que empezó su pelea, ambos combatían con furia, los ataques de Alastor eran de mayor nivel, sus golpes, los insultos de parte de Vox daba con gracia un escenario brutal para la vista humana, al final la derrota era evidente, Alastor tenía a Vox contra la espada y la pared, apunto de matarlo, pero el ruido de los angeles exterminadores se hizo presente a lo que Alastor desaparece entre las sombras lo mismo hizo Vox.

Mientras los angeles masacraban a sus víctimas, Alastor se encontraba pensando en donde iría, debía tomarse un gran descanso, tenía mucho poder, era abrumador, aún así recordaba la sonrisa y voz de aquel infante, tan callado que aún en lo último estuvo de su lado, mostrando gran fidelidad, cierto odio empezó a consumir su corazón hacia aquellos angeles.

Mientras ocurría toda la exterminación, este solo cierra los ojos para recordar el rostro del pequeño infante, cuando lo abrazaba, cuando lo conoció, cuando lo persiguió, era un gran alivio que aquel niño lo haya querido tanto, no podía negarlo, ese niño había hecho que su duro corazón se ablandara, dando inicio a una tapa de cariño, nunca tuvo hijos pero aquel niño se convirtió en algo como eso, algo que siempre protegía.

Después de una larga noche los angeles se van, Alastor sale de su escondite y camina hasta su estación, ignorando por completo los cuerpo muertos, cerro su estudio y se dispuso a irse, sin rumbo, camino tranquilamente hasta llegar al mismo lago donde había hablado con Lilith.

-¿Esto es lo que quieres?, me usaste desde que era un niño, tu eres culpable de lo que soy, ¿No pude haber tenido otro destino?, tal vez una vida en paz o un descanso eterno.

Su voz salia entrecortada, en eso recuerda las palabras de su madre cada recuerdo con ella, se fue a un rincón para empezar a llorar, sus sollozos se encontraba en ese lugar abandonado, donde ninguna alma se escucha, fue hay donde la vio, su hermosa figura su cabello alto.

-Lilith

Esta se movió ligeramente para tocar su cabeza luego se desvaneció, dejándolo solo y aturdido, confundido de toda la situación, intento agarrar la mano de ella antes de irse pero fue en vano su mano se encontraba vacía en ese momento, cierra los ojos cansado de todo lo que estaba viviendo.

Después de todo nada fue su culpa, la manipulación de esa mujer lo había traído al infierno, donde tenía que pagar una condena impuesta por ella, en eso recuerda a Rosie, ella fue manipula de igual manera, ¿Acaso esa mujer no tiene límites? Usando sin parar a lo humanos.

Lo que esconde una sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora