Tan cerca para comprarte

113 10 1
                                    

-Nueva Orleans 1932-

Su compañera había muerto, había aparecido muerta en la habitación de ella, fue duro para el, en ese tiempo se había dedicado a cazar ciervos, le encantaba la carne, seguía con su trabajo de locutor.

-Siento que la policía está más cerca de mi cada vez.

Se estaba acostumbrado a hablar solo ya que su querida amiga no estaba ahí, en ese instante le hablo a su comida, suspiró, tenía que saber quién la mato, era extraño ya que ella era una mujer bastante peligrosa, no podría morir así de la nada, debía haber algo más, además de que su cuerpo no tenía muchas heridas solo fue asfixia.

-mm tal vez alguien nos vio y por eso lo hizo pero entonces yo sería el siguiente

Seguía disfrutando de su comida mientras intentaba sacar una conclusión fue en ese momento que escucho un canto el cual reconoció dejando ahí su comida e ir tras el, fue en ese momento que la vio, una mujer hermosa con su cabello rubio bastante largo mientras lo miraba con una sonrisa.

-Alastor, mi favorito, no sabes cuánto espere este momento estás grande, recuerdo cuando eras un bebé eras tan inteligente que siempre supiste donde estaba, escuche lo de tu querida amiga, tranquilo está en un lugar mejor.

El no podía hablar no sabía que estaba pasando delante de él estaba la figura de una mujer muy alta, con unas hermosas curvas pero en su cabeza tenía cuernos, unos bastante largos con una corona.

-No puedo contarte bien lo que pasó pero.. necesito que cuando bajes te hagas cargos de muchas cosas te daré el poder suficiente, cuando bajes yo te diré que haras, no puedo decir mas.

La figura desapareció dejando a un locutor bastante confundido quien se dirigió a la sala donde tenía su comida, ahí disfruto de ella aunque tenía bastantes dudas, ¿A que se refería cuando bajes?, ¿Quien era ella?, ¿Por que lo persigue desde que es un bebé?, ¿Que quiere de el?, muchas preguntas relacionadas con el mismo tema pasaron por su mente, dejándolo bastante agotado, camino hasta si cama y hay se quedó dormido.

Cuando se levantó vio la hora tenía que trabajar, fue hasta su trabajo bastante agotado todavía y distraído, aún tenía muchas dudas no solo de su encuentro con esa mujer si no del asesinato de su amiga.

Hace tiempo se intentó contactar su  espíritu pero no había recibido respuesta de ella, era más que obvio que ella no iría al cielo pero ¿Por qué no escuchaba su llamado?.

Al llegar a su trabajo dio toda la información que le llegaba a el para luego seguir con un rato de entretenimiento y al final cerrar con una corta canción.

-Aun tengo comida en mi casa voy a terminar con esa primero y luego voy a cazar.

Camino tranquilamente hasta su casa disfrutando de la briza, hace una semana que no mataba tal vez porque hace una semana murió su amiga, esa noticia no la había dado ya que muchos sospecharian de la gran Rosie y eso no era lo que él quería, cuando llegó a su casa notó lo oscura que era pero le agradaba, prendió la radio, el siempre dejaba música, era automática.

Saco un cigarrillo y de la nevera unas bebidas, quería perderse esa noche para más tarde asesinar y poder dar la noticia de Rosie.

Así fue, mato a un grupo de personas y volvió a su casa, estaba bastante distraído, no se sentía mal ya no podía sentir eso pero se sentía solo, no tenía a su mejor amiga, no tenía a su compañera ni siquiera tenía con quién bailar.

Cerró los ojos intentando dormir pero fue en ese instante que su sueño se perturbó, su sombra la que más confiaba en su sueño cosía su boca, esto hizo que despertara bastante agitado tocando su pecho intentado calmarse, se dio la vuelta encontrándose con esta.

-Es un sueño nada más.

Agarro su cabeza con frustración, cerrando sus ojos otra vez quedando dormido en el suelo, fue despertado por el frío del suelo, se levantando notando que eran las tres de la mañana (3:00 AM) sus manos sudaba y su corazón palpitaba con fuerza fue en ese momento que su sombra lo atacó cociendo su boca con un hilo verde.

-¡AHHH!

El dolor era inevitable salió sangre de su boca, cuando su sombra termino el  cayó al suelo.

-Pero... ¿Por que no deja de latir?

Sin darse cuenta su cuerpo sufría de un terror indescriptible, donde sus piernas y brazos temblaban sus corazón latía con fuerza.

Una sensación indescriptible que tenía aquel locutor que se abrazaba las piernas miernado un punto fijo, no lloraba, solo estaba estático, los minutos pasaron convirtiéndose en horas, sin darse cuenta era hora de ir a trabajar.

Entra a su oficina mirando los periódicos, tenía que dar muchas noticias.

-Hola queridos, este día nos despertamos con muchas tragedias como la muerte de un grupo de jóvenes, según cuentan estaban de regreso a su casa y una que a muchos nos dejara asombrados, la muerte de la señorita Rosie, la encontraron en su habitación con signos de asfixia..

Las horas pasaban dando cada noticia, pero el no estaba consciente decía que leia pero en realidad estaba distraído.

Descanso un rato pidiendo música para los oyentes, se levantó para ir por un vaso de agua, abrió la nevera y volteo su rostro encontrándose con una mujer muy alta con una gran sonrisa, sus ojos totalmente negros y un hermoso vestido que va a la época, un bastón con una calavera, esto espanto al locutor quien dio un salto hacia atrás.

Cayó al suelo y su mirada se dirigió a este, bastante tembloroso volvió a levantar su cabeza pero no había nada solo su blazer, razón que lo hizo tomar un bocado de aire para tranquilizar su mente.

-Estos está mal, primero el sueño, luego la sombra, luego está aparición, no se qué está pasando pero no quiero..

Se agarro su cabeza esta vez sí con desesperación derramando unas cuantas lágrimas de la frustración notó como había pasado ya 15 minutos así que volvió a estar en vivo.

Lo que esconde una sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora