Día 02
FelaciónAl despertar esa mañana, Quackity no paraba de pensar en aquella loca idea que había tenido desde días atrás en su cabeza. Todo por un tonto video que vió en la web.
¿Qué tan malo sería darle a Luzu una mamada mientras dormía?
La idea por su puesto que era tentadora. Iba a tener el control de la situación y además, ya contaba con el consentimiento de su pareja, quién no pudo evitar reírse cuando se lo planteó pero que le confesó que sería una experiencia única y que podía hacerlo. De eso habían pasado ya dos semanas. La cosa aquí es que Luzu era quien se despertaba antes que Quackity, interrumpiendo siempre su plan y fantasía, por ello, ahora que el mayor seguía descansando a su lado, el menor se planteaba si era el día para que pudiera cumplir su plan o si mejor dejaba que Luzu lo envolviera entre sus brazos y durmiera un poco más.
Quackity miró al mayor, quién respiraba de manera tranquila y pausada; y dios, su novio era tan guapo que las ganas de chuparle el pene aumentaron en segundos.
De acuerdo, ese era el día.
Con mucho cuidado se movió de su lugar para poder colocarse a la altura de la entrepierna del mayor, este ni siquiera se movió. Al parecer estaba bastante cansado, pues Luzu era alguien de sueño ligero. Quackity llevó sus manos hasta el boxer de este y liberó su miembro semiduro con mucho cuidado; agradecía bastante que Luzu sólo durmiera en ropa interior, puesto que le estaba facilitando la tarea en esos momentos. Sus manos acariciaron de manera suave las piernas desnudas del mayor, observando siempre su rostro en busca de alguna señal que indicara que Luzu estaba por despertar y al no encontrar nada, se aventuró a acariciar su abdomen, sintiendo bajo sus dedos como este se tensaba ligeramente y escuchando un suave suspiro. Y es que claro, Luzu tenía un punto demasiado sensible ahí. Cada que Quackity quería comenzar algo se encargaba de acariciar el abdomen de su novio y pronto obtenía lo que quería.
Sonriendo leve, Quackity siguió con las caricias con una de sus manos mientras que la otra bajó hasta el miembro de Luzu, aventurandose a tocarle con suavidad hasta que este se puso un poco más duro. Luzu se removió sólo un poco, empujando su cadera contra la mano del menor, sin embargo, aún seguía dormido. Victorioso, Quackity se atrevió a lamer la extensión de su esposo, suspirando al reconocer perfectamente el sabor de este en su boca; algo que lo caracterizaba era ser impulsivo, por lo que un par de lamidas más bastaron para que Quackity terminara por llevar todo el miembro de Luzu a su boca, esta vez soltando un pequeño gemido contra este y cerrando los ojos. Desde ese instante, el menor dejó de ser cuidadoso y solamente se dedicó a disfrutar del pene de Luzu en su boca, el cual ya se encontraba bastante duro. Los jadeos roncos del mayor eran el incentivo a qué cada vez moviera su cabeza más rápido, pasando de vez en cuando su lengua por toda su extensión y succionando de manera descuidada la punta. Adoraba como las caderas de Luzu temblaban cada vez que hacia eso.
Tan concentrado estaba que no sentía la mirada pesada sobre su rostro. No fue hasta que recordó que Luzu debería estar durmiendo que abrió sus ojos y los llevó hasta el rostro del mismo, encontrándose a su esposo con su mirada entrecerrada y sus brazos flexionados bajo su cabeza mirándole con demasiada atención. Luzu era incluso más sexy con su cabello revuelto y su rostro somnoliento después de despertar.
Quackity sacó lentamente el miembro del mayor de su boca, el cual chocó en su sonido seco contra el abdomen del mismo. Sus mejillas se colorearon de rosa cuando Luzu soltó una risita.
“¿Se terminó la diversión?” y dios, Quackity se sintió derretir ante el tono ronco del otro. “Estaba disfrutando mucho del espectáculo, ¿por qué te detuviste?”
El menor sonrió levemente cuando Luzu llevó una de sus manos hasta su cabello, acariciando este. De acuerdo, no estaba enojado y eso le alivió. A pesar de contar con su permiso Quackity se sentía un poco inseguro de la reacción de su esposo si llegaba a llevar a cabo su fantasía. Todo pensamiento malo se desvaneció cuando Luzu besó su boca de manera corta pero demandante. La mano que antes acariciaba su cabello se cerró en este y le obligó a mirarlo directamente a los ojos. Luzu le miraba con lujuria y una sonrisa.
“Termina lo que iniciaste, patito. No puedes dejarme así”.
Quackity jadeó ante el agarre: “Está bien” dijo bajito, recibiendo otro beso que le hizo sonreír.
Fue Luzu quien dirigió nuevamente su cabeza hasta su miembro bastante duro y húmedo por la saliva de Quackity antes de terminar acostándose nuevamente en la cama. El chico continuó con su trabajo, tomando de nueva cuenta el miembro de Luzu en su boca, la diferencia ahora era que sus movimientos eran guiados por la grande mano del mayor que le tomaba por su cabellera, obligándole a seguir un ritmo favorecedor para él. Pero Quackity no se negaba, adoraba cuando Luzu tomaba el control y se dedicaba a usar su boca para su propio placer. Cada vez iba más profundo y Quackity sólo atinaba a gemir contra su pene a la par que Luzu gemía por lo bien que le recibía la boca de su novio.
“Mierda, Quackity. No creo poder aguantar más” el mencionado gimió nuevamente y Luzu comenzó a mover de a poco sus caderas para empezar a embestir la boca del pelinegro en busca de su liberación.
La tensión creció en ese momento dónde Luzu buscaba llegar a su orgasmo y Quackity ansiaba poder probarle una vez más; solamente se escuchaban los jadeos ahogados del menor y los gemidos del otro. No fue hasta que el pelinegro se encargó de acariciar el abdomen de Luzu nuevamente que este dió una embestida en seco y terminó por correrse en la boca del otro. Quackity gimió una vez más mientras sentía el espeso y caliente líquido de Luzu vaciarse en su boca.
Después de ese intenso momento, Luzu atrajo a Quackity hasta su altura, abrazándole con por su cintura y besándole de manera pasional sin importar probarse directamente de la boca de su adorable esposo. Ambos jadearon cuando se separaron y Quackity terminó de tragar lo que mantenía en su boca antes de dejarse caer contra el pecho de Luzu, quién respiraba de manera irregular ante el recién encuentro.
“Buenos días” dijo Quackity contra el cuello del mayor, quién sólo atinó a reír bajito y acariciar su espalda bajo la camiseta de su pijama.
“Buenos días, amor”.
No voy en orden de la lista, solamente escribo lo que considero que encaja con el luckity multiverso ☝️🤓
Gracias por leer :)