luckity as photographer and model pt. 2

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Día 04
Ducha

Cuando Quackity llegó a casa, curiosamente se encontraba con las luces apagadas; al parecer Luzu no estaba. Y a pesar de encontrarlo inusual no pensó demasiado en dónde se encontraría su novio, a ese punto estaba tan cansado que podía ir directamente a la cama tal cual llegaba de la calle.

Con pasos cansados, Quackity se dirigió hasta su habitación, desprendiendo de su cuerpo una prenda nueva cada pasó hasta dejar un camino que guiaba al baño. Porque claro, estaba cansado pero jamás se iría a dormir sin ducharse antes y probablemente Luzu lo reprendería por dejar la ropa tirada (aunque no fuera la primera vez), pero ese sería un problema del Quackity del futuro.

El agua tibia cayó sobre su cuerpo una vez entró a la ducha y sintió como se relajó al instante. Había sido un día demasiado pesado en su trabajo y la verdad en esos momentos solamente quería dormir abrazado a Luzu, quién extrañamente no le había avisado que no se encontraba en casa. No quería preocuparse pero eran cerca de las dos de la madrugada.

“Quizá sea mejor que le llame, ¿y si le pasó algo?”.

Antes de que Quackity pudiera cerrar la llave de su ducha, unas manos le atraparon por su cintura; pronto tuvo el cuerpo desnudo de Luzu a sus espaldas pero fue todo tan repentino que no pudo evitar gritar y saltar del susto. El mayor a sus espaldas rió y besó muchas veces su cuello húmedo y desnudo.

“CABRÓN, casi me matas del susto” exclamó Quackity y renegando se dió la vuelta para enfrentar a su novio, quien le miraba divertido y esperando a que terminara su drama. “Además, ¿dónde estabas? Llegué y todo estaba apagado. ¿Ya viste la hora? Me estaba asustando. ¿Por qué no avi-”.

Luzu besó sus labios de manera corta: “Tienes apagado tu teléfono, tontito. Te llamé muchas veces pero se fue directo a buzón”.

Quackity se calmó. Ah, así que fue por eso.

“Oh, bueno” soltó un risa forzada y abrazó al mayor por el cuello. “¿Qué cosas, no?”.

Luzu negó y besó sus labios de nueva cuenta, esta vez fue suave y Quackity se relajó contra él disfrutando del contacto entre sus bocas. Lo había extrañado tanto. Y podía sentir que Luzu lo había extrañado también. Pronto las manos del otro fueron recorriendo el húmedo cuerpo de Quackity, quién sólo pudo suspirar contra sus labios, cada vez más perdido en el beso que compartían; por ello no se dió cuenta que el mayor poco a poco lo fue acorralando hasta la pared de la ducha.

Cuando se separaron, Luzu lo miraba de manera intensa, aún acariciando su cintura hasta que bajó a sus glúteos; los apretó sin pudor y Quackity jadeó. Oh. Bueno, no se negaría.

“¿Aquí?” preguntó a Luzu, este asintió. “Está bien”.

Para Luzu ese fue todo el permiso que necesitaba para poder besar nuevamente a su novio, pero está vez de manera más intensa. Sus labios se movieron como si hubieran pasado demasiado tiempo sin besarse, pero no podían culparlo, Quackity era algo así como su droga favorita y podría pasarse horas enteras solamente apreciando los labios de su novio y besandolo en cualquier oportunidad que tuviera. Quackity amaba que fuera así porque jamás se negaba a un buen beso. Para desgracia de ambos, esta vez Luzu no duró demasiado en la boca del menor; con besos cortos bajó hasta su cuello, y entonces ahí se encargó de besar de manera húmeda su piel, mordiendo apenas porque sabía cuánto amaba Quackity que hiciera eso, el claro ejemplo eran los gemidos que poco a poco fueron saliendo de sus labios rojizos conforme besaba y mordía su piel.

“Recuerda no dejar marcas, Luzu...”.

Quackity le recordó y Luzu se quejó, mas obedeció. Lastimosamente no podía marcar a su novio como quería porque no sabía en qué momento su agencia le pediría modelar sin camiseta. Ver a Quackity con chupetones sería bastante alarmante para todo mundo, al parecer.

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