Capítulo 2. Fanny

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Me desperté sobresaltada, estaba en el hospital cubierta de cables, no sabia que habia pasado ni por qué estaba así.
Entonces entró una enfermera y al verme despierta se fue corriendo y entró mi tía, me extrañó, mi tía es de Chicago, no sabía que hacía allí.
En cuanto vino pronunció mi nombre y me abrazó.
Su codo rozó la parte superior de mi pierna y emití un grito de dolor. Mi tía se dio cuenta y me soltó en seguida.
- Fanny- me dijo con los ojos llorosos- en el atentado del banco tus padres... murieron... tu fuiste la única superviviente... solo te pegaron un tiro en la pierna... entonces te desmayaste... y al caer al suelo... te pegaste un golpe fuerte en la cabeza... lo que te provocó una contusion cerebral... y un coma de dos semanas. Ya estas curada, pero la pierna de vez en cuando te puede dar algún pinchazo que otro.
No, eso no podía ser verdad, mis padres
seguían vivos y cuando volviera a casa los vería discutiendo otra vez, de eso trataba mi vida, quise creer que eso era cierto, pero no pude. Tampoco pude asumirlo y me puse a llorar. Mi tía al verme así quiso dejarme sola.
Estuve llorando durante media hora seguida hasta que llegó una enfermera y me puso un sedante me quede dormida al segundo.
Al cabo de unas seis horas me dieron el alta y mi tía me llevó a mi casa. En cuanto llegamos me dijo que me hiciera la maleta.
Metí todas mis cosas en unas dos maletas y bajé al salón. Allí vi el sofá en el que hace tan sólo dos semanas habían estado sentados mis padres y ya nunca volverían al estar.
Se me llevaron los ojos de lágrimas pero no les di poder alguno para que bajarán por mis mejillas. La noticia de lo de mis padres me la habían dado muy rápido, yo solo tenía
16 años y me era un poco difícil de asumir.
Entonces mi tía se levantó, me ayudó con las maletas y las colocó en el maletero de su coche. Nos dirigíamos al aeropuerto rumbo a Chicago y teníamos que estar dos horas antes de que el avión saliera.
Facturamos las maletas y esperamos sentadas un rato en un banco. A los cinco minutos me entró hambre y fuimos al una cafetería mi tía me miró y me pregunto si estaba bien, entonces no reflejado en sus ojos la imagen de mi madre. Me giré en seguida pero al no verla y recordarlo todo, supe que había sido parte de mi desesperada imaginación.
Más tarde volvimos al sitio de antes y me dormí en el hombro de mi tía. En cuanto me desperté vi a dos figuras giradas idénticas a mis padres, así que sin darle tiempo al mi tía para reaccionar salí corriendo detrás suyo. Me dolía mucho la pierna pero me aguanté. Chillé mamá y papá y las personas a las que me dirigía
se giraron.
En cuanto les vi la cara supe que no eran mis padres, entonces me empecé a marear y todo me daba vueltas, me caí al suelo y vino mi tía corriendo, algunas personas curiosas se quedaron a observar. Mi tía se disculpó a las personas que miraban y a las que yo había gritado, dijo que mis padres acababan de morir y hacia nada yo había estado en coma. La gente se compadeció de mi y le dijeron a mi tía que no pasaba nada. Yo, como torpe que soy, había caído sobre mi pierna izquierda y me dolía mucho, pero no le di importancia, ya me habían avisado de que dolería, entonces me levanté y seguí mi tía hacia el avión.
Me senté al lado de la ventanilla y en cuanto el avión despegó casi me entra un ataque, era mi primera vez que iba en avión, pero al ver a mi tía tan tranquila, me fui tranquilizando y me dormí.

Algo más que nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora