Capítulo IV:
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INNOCENCE
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Feliz cumpleaños, angelito.
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Esa mañana cuando mi móvil comenzó a sonar marcando las siete en punto de la mañana realmente no quise despertar.
Estire mi mano por debajo de las mantas, logrando callar el maldito aparato, ese día no quería despertar, no quería ir al instituto, ni siquiera quería levantarme de la cama. Estaba cansada, los últimos meses habían sido los peores de mi vida y saber qué día era ese solo empeoraba las cosas.
―¡Feliz cumpleaños, angelito!― Chillo mi madre quitándome las mantas de encima.
Y esa era la principal razón para no despertar.
―Gracias, mamá― Murmure con una sonrisa.
Mikoto estaba sentada a mi lado con un pequeño pastel de fresas y una vela color rosa encendida, sonrió como niña chiquita cuando prácticamente acercó el pastel a mis labios, sonreí solo para dejarla contenta y sople la vela pidiendo mi deseo.
Solo deseaba una cosa.
―Mi niña es toda una mujer― Chillo emocionada mientras me abrazaba con su brazo libre.
Sonreí al devolverle el abrazo, cumplía quince años pero ya era mujer desde hace varios meses y fue mi propio hermano quien me convirtió en mujer.
―¿Qué haces ahí?― Escuche que reprochaba mientras se levantaba de la cama, en cuanto mi madre se alejo un poco de la cama supe a quien le hablaba ―Ven a saludar a tu hermana que hoy cumple quince años― Murmuro emocionada mientras se retiraba de mi dormitorio seguro a la cocina a servir el pastel.
Me levante de prisa de la cama, él sonrió de lado al observar que aún usaba su remera para dormir y se acercó a paso lento a mí. Siempre me había gustado usar ropa de hombre para dormir y el único hombre en mi casa y en mi vida, era mi hermano, así que solo podía usar su ropa. Ahora, me arrepentía, la remera blanca manga corta poseía una línea recta ancha en mi pecho color azul y en el medio del pecho un pequeño diseño de un abanico rojo y blanco, me quedaba bastante holgada pero aún así era corta, apenas si tapaba mi trasero.
―Sakura―
Mi cuerpo tembló inconscientemente al sentirlo tan cerca, su mano derecha se alzó con lentitud, cerré los ojos al sentir el frío tacto en mi mejilla y luego sus labios depositaron un casto beso en mi frente.
―Feliz cumpleaños, angelito― Susurro antes de marcharse.
Abrí los ojos cuando ya no sentí su presencia en mi dormitorio, apreté mis manos contra mi pecho y respire profundo.
Realmente odiaba mi cumpleaños.
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―¡Feliz cumpleaños!―
En cuanto llegue al instituto Hinata, Tenten e Ino corrieron a abrazarme y felicitarme, el abrazo de esta última fue el más incómodo pero al pensarlo mejor, Ino era mi mejor amiga desde los cinco años y no valía la pena perderla por un hombre, mucho menos por alguien como Sasuke.
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Innocence.
Roman d'amourHoy al fin logro comprenderlo. El demonio jamás vivió en el infierno, dormía en la habitación de al lado.