Innocence.

Capítulo VI

Capítulo VI:

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INNOCENCE

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Secretos de familia.

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Eso está mal.

Es solo una etapa.

Lo superaremos. Juntos.

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Había cumplido los dieciséis años hacía un par de semanas, Sasuke aún le faltaban un poco más de tres meses para cumplir los dieciocho años.

Durante el último año había mantenido un intenso romance con mi medio hermano, durante ese año aprendí lo que era la lujuria, la pasión, el deseo pero también aprendí lo que era el dolor.

Al principio todo resultó perfecto, porque Sasuke era perfecto, siempre decía que me amaba y pasábamos todo el tiempo juntos, a veces solíamos mirar películas hasta tarde abrazados, cuando mamá llegaba ya estábamos dormidos en sillón, ella nunca pensó nada malo, es decir, solo éramos dos hermanos que se quedaron dormidos en el sillón tras ver una película hasta tarde. Por las noches solía escabullirme a su dormitorio, él me recostaba en su cama y me hacía el amor y me decía que me amaba. Con el tiempo sus te amo desaparecieron y todo se volvió un pozo oscuro y sin fondo.

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―Estamos aquí reunidos―

La potente voz del cura resonó por la iglesia, era domingo por la mañana y mamá nos había obligado a asistir a misa, llevaba mi vestido color rosa hasta las rodillas que mi madre me había obligado a usar y una perfecta media coleta adornaba mi cabello. Estábamos sentados en la última fila, casi ocultos del resto del pueblo. Como si fueranos parias. Bostecé mientras escuchaba el sermón del cura y casi salto del susto al sentir la mano helada de Sasuke sobre mi rodilla.

―No te duermas en la iglesia, Sakura― Susurro en mi oído y su mano subió lentamente por mi pierna.

―Sasuke, basta― Apenas pude murmurar en voz baja.

Él rió por lo bajo en mi oído y su mano se internó dentro de mi vestido, coloque mi bolso blanco sobre mi regazo y Sasuke separo mis piernas con cuidado acariciando mi entre pierna por sobre la tela de mi ropa interior.

―Apuesto a que quieres coger en el confesionario― Rió en voz baja en mi oído.

Yo solo atiné a sonrojarme mientras bajaba la vista y agradecía que todos estuvieran pendientes de las palabras del cura y no de lo que hacíamos allí atrás.

―De pie, por favor―

En cuando el cura acabó la frase Sasuke se levantó de prisa como si nada hubiera pasado, yo aún continuaba atontada en mi lugar.

―Levántate, Sakura― Me ordeno mi madre en voz baja.

Yo deje mi bolso de lado y me levante de prisa. Mis ojos chocaron con los oscuros del cura y noté cierta molestia y asco hacía a mí y entonces recordé la última vez que nos habíamos visto.

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―Cuéntame, hija ¿En qué has pecado?―

―Me acosté con Sasuke Uchiha, Padre. Tuve relaciones sexuales con mi hermano mayor―