•Capitulo 2•

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Koba estaba inquieto, más de lo que normalmente está
Todos notaron su comportamiento, pero suponieron que era por la presencia de humanos en los límites

César llegó una hora después, con la mirada baja, noto que todos estaban haciendo sus debidas tareas y eso le pareció bien, nadie se detuvo por él

César, estuve esperando, lamento lo de Cornelia

—Lamento haberte hecho esperar,gracias, aquí estoy

Ellos chocaron cabezas y se sentaron uno frente al otro

Dices que la humana que dejaste aquí, se llama Leah?

—Quien te lo dijo? Ya la viste?

—No la vi, ojos azules dijo su nombre

César lo miro atentamente, veía curiosidad en el, como si su odio hacia los humanos se hubiera dispersado

Conoces a Leah?

Koba lo pensó un momento, movía su boca, como si quisiera hablar

Pero César dejo de mirarlo, y miro a sus espaldas, una Leah recién despierta caminaba con cautela, y un ojo cerrado, al parecer estaba media dormida pero no significaba que estaría cómoda con el ambiente, y trato de ser respetuosa

Estaba anocheciendo, sin embargo ella decidió dormir unas horas

Conocerás a Leah en este momento entonces

Koba no alcanzo a hablar cuando César le dijo eso y se levanto, el lo siguió con la mirada y al darse la vuelta la vio, estaba distinta a como la vio por última vez, pero eso fue hace diez años..

—Ay no puede ser, Koba!?— Ella despego sus manos de su cara, teniendo una expresión de sorpresa

Ella además de sonreír, su nariz comenzó a doler, en efecto, otra vez lloraría, pero no se lo permitió, ya que había mucha multitud

Koba se quedo congelado, hacia bastante que no la veía, mantuvo distancia un buen tiempo

Leah fue la primera en caminar

—Te ves muy bien Koba

Ella sonrió y él bufo, chocó su cabeza con la de ella

Pero como? Yo vi, te encerraron

Eso no me detuvo viejo amigo

Ambos sonrieron, y César detrás se ellos, los miraba un tanto confundido

—César, creo que no sabías que además de que tu salvarás a todos los simios de los científicos, yo salve a Koba primero

El tuvo una expresión de comprensión y se paró a su lado

Pero como?— César miró a Leah

—Te lo explicaría, pero necesito hacer algo primero— Ella hizo una seña

César se giro en direccion contraria, sin verla, no dijo nada, pero le señaló una salida

—Gracias, ya vuelvo

—..Que incomodo..

Fue lo único que pensó leah, necesitaba ir al baño pero no quería decirlo, gracias a dios César le entendió

Pasaron no más de 20 minutos y ella ya estaba de regreso a la entrada, cuando volvió, todos la miraban

—César, seguro que mi presencia aquí no es malo?

I would die for you 【Caesar X Reader】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora