I would die for you 【Caesar X Reader】

•Capitulo 5•

|Laboratio GEN-SYS ,San Francisco, 17 de septiembre 2011|

El sonido de alguien silbando resonaba en las paredes del gran laboratorio, seguido de unos pasos tranquilos paseándose por ahí

—Leah, no deberías estar en tu casa estudiando?.— Uno de los científicos quien parecía ya conocer a la chica le interrogó de forma irónica, ya sabía lo que debía hacer pero no quería sonar entrometido

—Se te está cayendo el cultivo nick.— Ella miro al muchacho quien tenia un tubo de ensayo en su mano izquierda, el cual la sustancia que contenia se estaba por derramar  sobre las carpetas del escritorio

Rápidamente el sostuvo el objeto antes de que la sustancia cayera y miró con disgusto a la chica riéndose de sí

Sus pasos se alargaban, estaba por llegar a su destino cuando alguien la frenó

—Leah, estas en zona restringida, vete ahora con mamá.— Un hombre la tomó de los hombres impidiendo que logre pasar por unas puertas de vidrio, ella miraba el interior de la zona con desilusión

—Pero papá, hoy iba a visitar a Franklin y Will, quiero ver a mi amiga..—Él la empujó en el lado contrario aunque ella seguía viendo el lugar con su cuello semi girado

—No me interesa, estoy en algo importante y tu no puedes estorbar, o te vas con mamá o te quedas aquí sentada.—Él señaló una silla justo enfrente de su zona de trabajo

Ella no quería estar sentada viendo como su padre hacia nada interesante, así que dijo que "iría con mamá"

—Perfecto, solo no molestes más de lo debido, adiós.— Ella no llego ni a parpadear cuando él ya se había retirado del lugar

Rápidamente salió del lugar y le dio la vuelta, había otro pasillo por el cual podría entrar, obviamente que ella no le dijo a su madre que seguía allí, solo no quería empeorar la mentira, mejor es no decir nada

—Hola Franklin, como van las pruebas?.—Ella se poso en uno de los escritorios mirando las carpetas, los registros de los 12 simios que habitaban la zona, cautivos

—Leah, que gusto verte niña, estoy por ir a ver a Ojos brillantes, me acompañas?.— Él se levantó con una carpeta aparte y caminó hasta unas puertas de cristal resistente

Ella no dudo un segundo en seguirlo, miro con emoción el otro extremo del lugar que cerraba ese cristal, y poco a poco posó sus dedos en él
De pronto otros dedos bastante distintos a los de ella, tocaron el cristal de la misma forma que ella, haciendo parecer que sus dedos se tocaban

—Hola linda, como estas?.—Ella saludo pacíficamente a la chimpancé, la trataba como su amiga, como si se entendieran

La chimpancé hizo una seña, tenía sed, y Leah corrió hasta unos carritos en el que trasladaban los alimentos de los animales, cuando volvió, noto que Franklin tenía una inyección en mano

—Deben darle la dosis? No le gustan las agujas le da miedo, ademas les haces daño, porque no lo dejas por hoy?.—La niña se quejó de ante mano por la acción del hombre, este con sus ojos cansados la miró relamiendo sus labios con nerviosismo

—Se que no te gusta verlos sufrir, pero esto podría curar una enfermedad mundial, esta vez deja de lado tu empatia, y piensa en los bienes de ello, por algo es una investigación.— Sus brazos se posaron en los hombros de ella, quien no tenía una buena cara