ᨳ᭬ baby bully

ᨳ᭬22

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Mantener entretenido a jungkook fue tan facil como darle algunos marcadores y hojas de su escritorio, le parecía muy curioso como acostado sobre su cama boca abajo luchaba en sujetas los colores como si nunca hubiera tomado uno, y cuando podía, se encargaba de rayar y formar figuras temblorosas por las hojas sin importarle de que fueran. Jimin por su lado le dejó ser y debía admitir que ahora entendía porque jungkook podía llegar a ser algo mimado y caprichoso por culpa del señor Namjoon, con sus pies cubiertos por unos calcetines, su pijama colorido y el suave chupon entre sus labios hacia a su corazón temblar, lo volvía débil ante cualquier lloriqueo o descontento.

¿Por qué habían tardado tanto en darle un hermanito menor? ¡Es lo mejor del mundo!

No le importaba bajae a la cocina por tercera vez solo por rellenar el plato de galletas, su biberón con jugo o incluso, de vez en cuando, solo observa sus bonitos ojos, en recompensa se ganaba risitas y esos tiernos ruiditos de bebé que ya había confirmado no fingía. Solo era un bebé más pequeño que antes, y eso le hacía pensar en lo que le había dicho el señor Namjoon “el berrinche de jungkook no tenía pensado parar" lo que quiere decir es que  jungkook en serio estaba afectado por su club; era su pasatiempo favorito y hasta cierto punto simpatiza con él, al ser su pasión y sueño que se le sea negado al parecer lo habia llevado a recluirse como protección ante el malhumor, la tristeza y decepción; o lo que sea que signifiquen esas palabras del señor namjoon tratando de explicar porque ahora usa pañales y hace burbujas de baba.

Solo sabía que Jungkook estaba triste, y no sabía como ayudar.

—Jungkook bebé es mucho mas tranquilo, y menos tonto —es entonces que estando sentado en el suelo, con las piernas cruzadas bajo la cama, pudiendo apoyar su cabeza perfectamente en las mantas donde jungkook sigue dibujando. Toma el suave chupón y lo estira un poco para sacárselo de la boca, obteniendo algo de resistencia en el proceso —Habla kookie~ eres tan tierno así —

‘guh~ wah'

Sonríe más y nuevas dudas llegan a su cabeza; era claro que su vida habia dado un giro de 180° por obra del destino, de pasar sus días más dificiles a estas aquí luchando contra las babas de jungkook; quien antes por un malentendido lo odiaba. Sino fuera porque se volvieron familia, jamás se le hubiera imaginado la razón o siquiera poder haber resuelto la situación. Ambos habrían seguido su rutina, y jamás estaría escuchándolo gorgotear.

El destino así lo quiso y solo podía agradecerle desde alli.

—guaw guh~ iw — una y otra vez, los dedos de jungkook se encuentran en su boca a falta del chupón y no puede evitar levantar el teléfono y tomarle una foto, o varias desde distintos ángulos.

—¿Todavía estas muy triste? ¿No piensas volver a ser un poco mas grande? Como antes  —pregunta sencillamente para sí mismo, algo que hacía ante la falta de respuesta verbal del menor, pero esta vez fue diferente.

El menor deja de escribir y levanta la mirada muy interesado en sus palabras, hasta que un gran puchero se forme en sus labios y sus ojos se humedezcan por las lágrimas.

—¡Nono, mira~ muchos colores bebé! —bota en la cama más lapices de colores pero no funciona, su rostro se frunce hasta que los primeros quejidos aparecen y dan paso a un fuerte llanto —Lo siento, no fue a propósito, lo juro —le agaricia la espalda trayando de calmarlo y acepta cargarlo cuando le extiende sus brazos.

Intenta mecerse un poco, pero no consigue nada; los ruidos, las cosquillas o caras locas sirvieron. Por lo que muy avergozado bajó las escaleras y se adentró al comedor donde el mayor trabaja, no parece muy ocupado cuando cierra la computadora frente a él.