14.

126 15 2
                                    

Seungmin no había visto ha Hyunjin desde ese día, lo único que sabía de él era por periódicos o noticias, como siempre teniendo éxito y siendo amado por el mundo. El rubio se sentía extraño, el no tener la atención del heredero no le agradaba por completo, no podía negar que extrañaba un poco su presencia, pero jamás sería capaz de aceptarlo frente a él.

Los meses habían pasado y él se había alejado un poco de los medios por ordenes de su padre, así que intentó pasar desapercibido por las cámaras y eventos sociales, sabía que todos le preguntarían acerca de su divorcio, lo mirarían con lástima y le ofrecerían un falso apoyo.

Seungmin se encontraba frente al espejo, observando su reflejo con atención. El evento importante para el que se estaba preparando requería una presentación impecable, y él estaba decidido a causar una buena impresión.

Comenzó por arreglar su cabello, peinándolo con cuidado para asegurarse de que cada mechón cayera en su lugar justo. Luego, se puso su traje negro meticulosamente planchado, sintiendo cómo la tela suave y elegante se ajustaba a su cuerpo. Cada botón fue abrochado con precisión, una blusa de seda blanca hacía resaltar sus clavículas, sabía como destacar sus puntos fuertes.

Con una mirada final al espejo, Seungmin se aseguró de que su apariencia transmitiera confianza y profesionalismo. Pero sabía que la verdadera clave para destacar en el evento era su actitud. Con determinación en su paso, Seungmin se dirigió hacia la puerta, listo para enfrentar cualquier desafío que el evento le presentara.

Este evento no solo marcaba su regreso a la escena pública, sino que también era su primera aparición después del tumultuoso escándalo que rodeó la infidelidad de su esposo y su posterior divorcio.

A pesar de la tormenta mediática que lo había rodeado, Seungmin estaba decidido a no dejar que su vida personal eclipsara su persona. Se recordó a sí mismo que era más que los titulares sensacionalistas y los juicios superficiales. Se concentró en la fuerza que había encontrado dentro de sí mismo para superar la adversidad y seguir adelante.

Con un suspiro, Seungmin enderezó su postura y se colocó una gargantilla de encaje recordándose a sí mismo que esta noche se trataba de él y de su capacidad para brillar incluso en las circunstancias más difíciles. Con paso firme, salió de la habitación, decidido a enfrentar el evento con dignidad y determinación.

A medida que se acercaba al destino, un nudo de nervios se formaba en su estómago. Recordaba las miradas curiosas, las murmuraciones y los juicios que había enfrentado en los días posteriores al escándalo. Sin embargo, esta noche estaba decidido a desafiar esas expectativas y demostrar su valía sin necesidad de tener a alguien tomando su mano.

El automóvil se detuvo frente al impresionante edificio donde se celebraba el evento, y Seungmin respiró profundamente antes de salir. La brisa nocturna le acarició el rostro mientras caminaba por la alfombra roja, sintiéndose como si cada paso fuera un paso hacia su renacimiento.

Al entrar al lugar, Seungmin fue recibido por una mezcla de rostros familiares y desconocidos. Mantuvo la cabeza en alto, saludando con cortesía a aquellos que lo reconocían y manteniendo una expresión serena ante las miradas furtivas que notaba a su alrededor.

A medida que Seungmin avanzaba por el salón del evento, comenzó a notar los susurros y las miradas furtivas que se dirigían hacia él. Podía sentir la tensión en el aire, como una corriente eléctrica que lo rodeaba mientras la gente comentaba en voz baja, intercambiando palabras y miradas fugaces.

Las palabras se filtraban a través de la multitud, algunas apenas audibles, otras más claras y directas. Seungmin se esforzó por mantener la compostura, manteniendo la cabeza en alto y el rostro sereno, aunque por dentro sentía el peso de cada mirada, cada juicio no dicho.

TrofeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora