El sol apenas despuntaba en el horizonte cuando te levantaste. El cielo estaba teñido de tonos naranjas y rosas, y un suave viento agitaba las hojas de los árboles. Te deleitas con dicha vista, no tienes planes de moverte, pero la llegada de alguien te recuerda tus planes de hoy.
— ¡Mamá, es hoy! ¡Hoy veré a papá en el trabajo! —tu pequeño niño de seis años brinca a tu cama para empezar a sacudirte.
— Ya lo sé mi cariño, hoy vemos a tu papá —comentas enternecida.
Tu hijo tiene los cabellos revueltos evidencia de que apenas se levanta. Su sonrisa risueña pese a tener los ojos entrecerrados te causa gracia y ternura.
Hoy es el día de visita en la base de la tercera división, un evento mensual que tu menor esperaba con ansias como un buen fan de su padre.
Ya con los ánimos más calmados se dirigieron al baño para asearse y alistarse para verlo. Vestiste a tu pequeño con prendas cómodas y frescas para que no se aburra en medio de tanta caminata. Tú optaste por una blusa blanca y unos pantalones vaqueros.
Con ambos listos bajas a preparar el desayuno, soltando un cansado suspiro en tu transcurso a la cocina. No compartes la misma emoción que tu hijo tiene y como no, si hace apenas unos días Hoshina y tú tuvieron una discusión.
Últimamente las peleas no han parado. Tu relación con Soshiro cada vez es más tensa, admites que la mayoría de las peleas las iniciaste tu, lo que te apena. Sin embargo, dentro de ti existe una extraña sensación de incomodidad cada que estás al lado de tu esposo. No entiendes el porqué y eso te frustra más, o quizás si lo sabes, pero tratas de evitar decirlo.
Tu vida parecía de ensueño, gozas de estabilidad económica, cuentas con un buen niño y estás casada con uno de los hombres más admirados por la nación. ¿Entonces porque sientes que tu vida se siente angustiante?
El viaje fue largo, pero las risas y las canciones infantiles llenaron el coche, haciendo que el tiempo pasara más rápido. Al llegar a la entrada de la base, un guardia los saludó con una sonrisa amable y los guió a la zona de visitas.
La base era una mezcla de estructuras modernas y áreas verdes, con soldados moviéndose de un lado a otro, en su rutina diaria de entrenamiento y vigilancia. El área de visitas era un pequeño espacio del cuartel el cual estaba abierto para el público en cual se realizarían algunas demostraciones. A lo lejos aprecias unas mesas cubiertas por sombras y decides que ambos esperarían ahí.
Finalmente, Soshiro apareció a lo lejos. Su uniforme bien ajustado, el porte firme y el rostro iluminado por una sonrisa. Al verlo, tu hijo corrió hacia él, gritando de alegría. Soshiro lo levantó en brazos, girándolo en el aire, mientras tú los observaba con una sonrisa cálida. Pese a que estés molesta siempre te enternece ver a tu hijo así.
—¡Papá, papá! Te extrañé mucho —dijo, aferrándose a su cuello.
—Y yo a ti, pequeño. ¿Te has portado bien con mamá? —preguntó Soshiro, mirándola con ternura.
—Sí, he sido muy bueno —respondió, asintiendo con entusiasmo.
Soshiro se acercó a ti, dejando a su hijo en el suelo para que explorara los alrededores. Se miraron a los ojos, sintiendo un incomodidad producto de la última discusión.
Tú te cruzas de brazos mientras te acomodas en el asiento. Luego sueltas un suspiro agotado sabiendo lo que se viene.
— Pensé que no vendrías, como no me contestas —suelta.
— Tu hijo quería venir, no soy quien para impedirle ver a su papá.
Soshiro asiente mientras se acomoda en la silla mira de reojo a su pequeño que está viendo un vehículo en exposición.
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𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗠𝗘 𝗕𝗔𝗖𝗞 ;; Kaiju no 8
FanfictionHistorias cortas. Headcanons. Escenarios. Traducciones.