𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗠𝗘 𝗕𝗔𝗖𝗞 ;; Kaiju no 8

XII. Reno Ichikawa ⚠️

Llevar armas y el traje no es una tarea fácil. Tritura años de tu vida útil y pone tu cuerpo en un dolor insoportable. Es por lo que Reno siempre se encuentra en la sala de operaciones después de cada misión para una proyección. No es nada exagerado, solo un chequeo de rutina realizado por un miembro del equipo de operaciones para asegurarse de que todos sus signos vitales estén bajo control.

De acuerdo con el horario, es tu turno de hacer el chequeo del oficial Ichikawa. Está holgazaneando en una de las camas de los pacientes en el laboratorio mientras tu escribes en la consola frente a ti.

Honestamente, estás un poco nerviosa. No es la primera vez que haces el chequeo de Ichikawa, pero siempre te pones tan nerviosa a su alrededor. Lo has admirado desde que se unió a la fuerza de defensa, creciendo a una velocidad inhumana e incluso obteniendo el traje del sexto número. No puedes evitar sentir que tu ritmo cardíaco se acelera cada vez que estás cerca de él.

Le echas una mirada, tratando de no ser demasiado obvia, pero es difícil concentrarse en su trabajo cuando está allí. Un brazo está cubierto sobre su frente mientras que el otro descansa sobre su pecho mientras se relaja en la cama del paciente.

"¿Estas bien?" Su voz rompe el silencio. Sus ojos parpadean, atrapando los tuyos, haciéndote mirar rápidamente hacia un lado mientras tus mejillas se calientan.

"¡Por supuesto! Solo... preparando las cosas", murmuras, aclarando tu garganta mientras te acercas a él con un pequeño dispositivo en la mano. "Conoces el ejercicio, ¿verdad?"

"Mhm", se sienta lentamente antes de girar para enfrentarte. Se necesita cada gramo de autocontenición en tu cuerpo para no mirar su cuerpo. Intentas ignorar su cuerpo delgado y la forma en que sus músculos están perfectamente enmarcados en el traje de combate mientras llevas a cabo su cheque.

Desesperado por un cambio de pensamientos, dejas que tu curiosidad se apodere de ti. "¿Te duele?" Le preguntas en voz baja, incapaz de detenerte.

"¿Lleando seis?" Encierra una ceja, mirándote con una sonrisa perezosa. "Sí, podrías decir eso. Me quita mucho, pero... en última instancia, vale la pena". Sus ojos parpadean hacia los tuyos con un toque de travesura. "Puedo mostrarte si quieres".

Dudas al principio, pero tu corazón se salta un latido ante su oferta. Siempre has querido ver de cerca los poderes de un traje de números. "no creo que se nos permita..."

—Relájate —interrumpe rápidamente tu proceso de pensamiento, inclinándose hacia delante para captar toda tu atención—. No te lo diré si tú no lo haces.

Después de reflexionar rápidamente sobre las consecuencias en tu cabeza, decides que probablemente nunca volverás a experimentar algo así de cerca. Aceptas a regañadientes y asientes con la cabeza. Te da una palmadita en el espacio libre junto a la cama del paciente para que te sientes.

Una vez sentada a su lado, estira el brazo hacia delante y, con un rápido movimiento de muñeca, sientes que el aire a tu alrededor cambia. El área se está enfriando mientras notas que las puntas de sus dedos se congelan.

—¿Ves? —No da tanto miedo —observa en un tono ligeramente burlón, acercándote suavemente para que sientas la energía que irradia de él. —¿Confías en mí? —te pregunta, completamente serio mientras sus ojos se encuentran con los tuyos.

—Reno... —susurras—. Sí, ¿por qué? En lugar de recibir una respuesta, se levanta y camina hacia el otro lado de la cama del paciente, ahora detrás de ti.

"Cierra los ojos", murmura, a centímetros de tu oído. "Solo relájate y confía en mí, ¿de acuerdo?"

Sientes la presencia de Reno detrás de ti, su aliento rozando tu nuca mientras haces tu mejor esfuerzo para relajarte en la cama. El ambiente se está volviendo más frío, dejando tu piel hormigueando de anticipación. Con la falta de vista, el frío se siente más agudo, más intenso, a medida que cada sensación se intensifica.