Something Great

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Juanjo

El día me va yendo corriente, la verdad junto a mi hermano me voy recuperando y acostumbrando a la nueva realidad poco a poco, eso no significa que deje de doler.

Estamos en mi casa, como casi siempre, preparando tranquilamente unos cafes.

Pero de nuevo el jodido chico ese aparece, esta vez generando en mi cara una mueca de sorpresa gigante que Javier no tarda en notar.

-¿Juanjo? ¿Qué pasa? -

-Na-nada, no te preocupes, es que note un pájaro raro- Miento.

-Ah, vale, supongo-

Este tal "Martín" esta repartiendo unas magdalenas de muñecos de nieve, como las que hacia yo con mi familia en Navidad.

Y lo que más me duele de la situación es saber que a mi no me va a dar nada, porque nunca lo hace...

Terminamos de preparar el café y nada más acabarlo mi hermano cae roque en el sillón, duerme más que un hurón no va coña.

Me levanto a fregar las tazas y veo a "Martín" con el último muñeco en la bandeja tocando su última casa de hoy, la de Álvaro,creo que es con quien mejor se lleva del barrio.

Cuando Álvaro le recibe en vez de solo darle el postre e irse se mete a su casa siendo recibido con una gran sonrisa por parte del alto.

Y joder, no quiero admitir que la sangre me hierve de envidia, pero... ¿Por qué?

Vuelvo al sofá y decido darle un buen meneo a mi hermano para despertarlo.

-Tu que, ¿A mi casa a dormir?-

-Cabron- río ante su civilizada respuesta.

-Esta noche tengo ganas de hacer algo ¿Qué tal si vamos a una discoteca? - Pregunto.

-A mi me da igual, lo que tu veas- Contesta raspando sus ojos al haberse despertado.

-Pues yo digo que si, que es Sabado-

Y así es, esa noche vamos a la discoteca más cercana que tengo de mi casa.

Pedimos unas cuantas copas de varios tipos de cócteles y mezclas, nos reímos de la gente bailando, o bueno,mas bien "ligando",y hablamos, como siempre, pero ahora borrachos hasta las patas.

Estamos riéndonos hasta que veo una figura familiar entre la multitud.

Y,o cabrón, como desearía en este momento que la tierra me tratase y no me escupiera ni en mis peores pesadillas, o simplemente nunca haber querido venir aquí y nunca haberlo hecho.

Es mi vecino.

Y no sólo mi sexy vecino que nunca me entrega sus diarios postres.

No, no esta él solo, esta con Álvaro, y no precisamente charlando o bebiendo, no, esta bailándole pegado a su pelvis, moviéndose como un verdadero stripper.

¿Por qué me pasa esto a mi?

-Eh, mira, ese no es de los postres- Añade Javier.

Para colmar el vaso yo no he sido el único en darse cuenta de su presencia,el santo de mi hermanito también lo ha hecho.

Matenme.

-Si...eso creo-

-Pues no baila mal-

-No... -

-¿Y quien es el chico al que le baila? -

-No se- Vuelvo a mentir. -Voy al baño, vale, no tardo- Continuo.

Azul y Verde~JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora