Azul y Verde~Juantin

You and I

Juanjo

Salgo de la cafetería despidiéndome amablemente y vuelvo a poner la música.

Esta vez no corro, esta vez me dejó pensar, ya no son cosas malas por lo cual esta bien.

No paro de comparar la cara de el hombre con la de Martin y no sé porque el parecido es tan brusco, ¿Tal vez sea su padre? Suena poco como una pregunta y más como una cosa que tengo clara, no del todo, pero clara.

Llegó a casa y detengo las canciones mientras guardo mis cascos.

Me tumbo en la cama y entró a Instagram dispuesto a encontrar el perfil de Martin.

Con solo poner "Martin" en el buscador la primera opción que me aparece es "Martinurrurru" junto a un "Un amigo en común" Siendo este Álvaro,sonrió al ver que en la foto de perfil es él, y le doy a Álvaro mil gracias internamente.

Es una cuenta privada por lo que mis opciones de stalkearle sin seguirle sé van en seguida.

Dudo si apretar el botón de seguir o no, y finalmente solo tomó una captura de la cuenta para encontrarle si acaso en otro momento.

Sé que no sería raro seguirle teniendo un amigo en común, pero aún así la inseguridad es mayor.

Me preparó una ensalada cesar con un batido de plátano que no tardo en hacer.

Lavo los platos y voy a ponerme algo en la tele cuando el timbre suena, pienso en que será mi hermano que ha vuelto pronto de la reunión así que siquiera me arreglo el pelo para ir a abrir la puerta.

-¿Qué tal con Antonio? - Digo casi sin abrir los ojos abriendo la puerta para dejarle entrar.

-No sé quién será Antonio, pero he hecho galletas y estoy repartiendo- Ríe amablemente y la voz familiar que no es de mi hermano me hace abrir los ojos como platos mirando al menor parado en mi puerta con una bandeja de galletas de gatitos.

-Lo siento, esperaba a mi hermano, y muchísimas gracias por las galletas, Martin- Sonrío avergonzado.

-No te preocupes, toma-

-Muchas gracias, bigotes-

-No hay de que- Contesta risueño mientras tomó una de las galletas.

-Adios-

-Hasta mañana, Juanjo-

"Hasta mañana"

Como la galleta después de cerrar la puerta.

Esta muy rica y tiene ese toque increíble que me dice que la ha hecho alguien tan precioso y amable como es Martin.

-Arr- Gruño un poco internamente al reconocer un revoloteo en mi estómago. -Ustedes lárguense- Hablo en voz alta en referencia a las mariposas que aletean en mi estómago.

Mi hermano vuelve y le cuento todo.

-¿Te gusta el vecino? - Pregunta confuso

-¡No, no! - Me altero, y ni siquiera sé si lo que acabo de responder se trata de una mentira.

-Es majo y agradable, pero no me gusta, Javier-

-Vale, vale, simplemente no me llames por mi nombre sin abreviar porque siento que estas enfadado- Ríe dejando ir el tema.

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Los días pasan y Martin viene cada día a entregarme algún dulce con una gran sonrisa, parece ser que ya existo para él y no nos ignora a mi y a mi casa constantemente como en el pasado.