VIDA DE UN ADOLESCENTE

Génesis

Familia Castillo - Espinoza, una de las más desunidas del mundo.

Cada día mis padres me despertaban con sus gritos y discusiones, a lo que yo accedía y tomaba esto como un despertador natural diario, me dirigía al baño y me duchaba hasta que mi padre se fuera al trabajo y todo volviera a la normalidad. Esto ya era rutina desde hace un par de años. Llevaban diez años de casados, ocho de amor y dos de peleas y discusiones. Muchos estudios dicen que el amor dura solo siete años, tal vez eso es lo que le está pasando a mis padres, el amor se está acabando y ya solamente deberían divorciarse y comenzar una nueva vida.

Esto en realidad me afectaba mucho.

Cada vez era más frecuente que me comenzara a preguntar las mismas cosas, no sabía que pasaba por mi cabeza. En estos momentos me sentía absolutamente solo, creía que faltase alguien a mi lado.

Annette, fue mi primera novia que la tuve a los doce años de edad, un nombre bastante peculiar para nuestra sociedad, pues ella era francesa, todos en el colegio la llamaban Ana, así yo también la llamaba. Me arrepiento el haber estado con ella, pues a esa edad yo era muy inmaduro, como todo niño a mi edad, ya que pasaba el mayor tiempo del día con mis amigos y solo hablaba con ella un par de recreos, eso que éramos compañeros. No sabía porque ella estaba en un colegio donde nadie hablaba francés y no entendía como se pudo adaptar tan bien, a pesar de que el colegio se llamara "Frances School" el nombre decía que era francés, pero de francés no tenía nada. Este pololeo fue un fracaso, pues mis padres y sus padres se enteraron de nuestra "relación", y a ambos nos castigaron, a mí con la televisión y los videojuegos y a ella con devolverse a Francia junto a toda su familia, todo era extraño, no hicimos nada, nunca nos dimos un beso, apenas nos tomábamos de la mano y apenas nos abrazábamos, pero aun así nuestros padres se enojaron y todo tuvo que terminar, pensaba en llamarla y tal vez volver a retomar lo que tuvimos, pero yo ya no sentía nada por ella.

Mi segunda novia fue a los catorce años, se llamaba Antonia, era muy linda, con un color de pelo castaño y un par de ojos azul oscuros intensos que enamorarían a cualquiera. Aún recuerdo como nos conocimos y como todo comenzó.

Estábamos jugando con un grupo de amigos al famoso juego"La botellita". En ese entonces la botella giraba en 360º hacia el lado izquierdo un día soleado y primaveral. "Pepe", el perro de la plaza nos miraba al igual que el resto de mis amigos, me sentía un poco intimidado, pero estaba con ella así que haría todo solo con el fin de darle un beso, nuestras narices se juntaron y en ese instante todo comenzó, sentía un revoltijo en el estómago, eran unas pequeñas cosquillitas que hacían tiritar todo mi cuerpo. 20:35 de la tarde era la hora en que nuestros labios se juntaron y comenzaron a moverse lentamente, sentía una fuerte atracción hacía ella, incluso después de terminado el beso no quería alejarme, pero uno de los dos debía hacerlo; ella lo hizo y terminó el juego. Ese mismo día un par de minutos después de lo ocurrido, nos seguimos besando y fue todo tan, tan inexplicable que desearía volver a verla y estar con ella, aunque sea poder mirarla un par de segundos. Ansiaría estar con ella, pues ella me hacía muy feliz. Luego de todo lo ocurrido, tuvimos una pequeña relación a escondidas ya que le conté lo ocurrido con Annette entonces ella aceptó a que nadie supiera nada sobre lo nuestro para que no sucediera lo mismo que la vez anterior. Hacíamos todo a escondidas, nos besábamos en un rincón abandonado cerca de un par de casilleros en la escuela, nos abrazábamos en la cancha de pasto donde se reencontraban todas las parejas después de unas interminables clases, en fin, fueron momentos inolvidables que desearía volver a repetirlos pues ella era todo para mí , hasta que un día un par de supuestos "amigos" publicaron una fotografía en Facebook de ambos besándonos, ahí todo acabó , mis padres nuevamente se enteraron y me castigaron, al igual que a ella me cambiaron de colegio y todo terminó para siempre, y así nunca más la volví a ver.

Ahora cada noche pienso con mi almohada y me pregunto: ¿Dónde estará?, ¿Con quién estará en este momento?, ¿Me extrañará? , ¿Me recordará?, mis sentimientos hacia ella estaban intactos, esta era la primera vez que me enamoraba de verdad.

Soy Jorge, tengo quince años, vivo en Santiago de Chile con mis padres y mi único hermano.   Diego, es mi hermano mayor de diecisiete años. Él nunca pasa en casa y no entiendo como mis padres lo dejan salir tanto. A su corta edad ha hecho miles de cosas, un par me ha contado, pero las otras solo algunos lo saben. Lo que admiro de mi hermano es que lleva dos años pololeando con Julieta, desde los 15 que ambos están juntos, es muy lindo, me gustaría tener una pareja desde pequeño y que sea para toda la vida, tener una familia, casarme , viajar con mis hijos y que todo fuera perfecto. 

Antonia es mi madre, su nombre me recuerda al amor de mi vida, a mi amada, a mi ex amada (creo que si sigo así nunca la podré olvidar). Mi mamá es muy sobreprotectora, aunque solo conmigo, será porque soy el menor y porque paso más tiempo en mi casa que mi hermano. A veces me gusta que sea así, pero en otras ocasiones claramente que no. Pedro es mi padre, él es muy estricto, la mayor parte del día me fastidia , y me pregunta cosas muy obvias que a veces no dudo en encerrarme en mi habitación, ponerme los audífonos y comenzar a escuchar música hasta que mis oídos se revienten y estallen notas musicales. Y yo... bueno, yo me llamo Jorge, no soy muy alto ni muy chico, no soy delgado ni muy gordo, y busco novia.

Ya comenzaba un nuevo año escolar, adiós vacaciones, adiós amor de verano (claro, mi computador) y adiós descanso. Marzo, nuevo colegio, nuevos compañeros, nuevos profesores, todo nuevo... pensé en rehacer mi vida, en cambiar mi forma de pensar, en cambiar mis actitudes, en ser un nuevo yo y olvidar todo el pasado, sería muy difícil cambiar lo que había construido hace más de quince años, pero sería lo ideal si todo era para bien.

El colegio se llamaba "Universal School." y mi curso era 1ºF, era muy raro, porque existían muchos cursos y no sabía de donde sacaban a tanto niño y adolescente, pues el colegio estaba repleto.. El primer día de clases andaba perdido por los pasillos del liceo, incluso no sabía dónde ir, menos mal que un inspector me ayudó a encontrar mi sala, estaba muy nervioso y ansioso por conocer mi nuevo curso, abrí la puerta y todos estaban en silencio, me sentí intimidado por segunda vez en mi vida (la primera fue cuando jugaba a la botellita junto a Antonia). La profesora me dijo que debía presentarme, me costó, pues no me salían las palabras, estaba asustado, creía que era el único nuevo, pues todos estaban sentados con alguien y yo sería el único que no lo iba a estar, así que rápidamente dije:

"Me llamo Jorge Castillo y tengo 15 años."

Esa fue mi gran presentación, caminé unos cuantos pasos rápidamente, sentándome en el último banco de atrás que se encontraba en un rincón vacío donde existían un par de afiches antiguos sobre el consumo de drogas y las salidas de emergencia que tenía el colegio y pasé toda la clase en silencio, matemáticas nunca terminaba, la profesora hablaba y hablaba , nunca me había pasado esto... el timbre me despertó, tomé mi bolso y mis cuadernos un poco desorbitado y fui al patio , era gigante, tenía dos canchas, cuatro kioscos, y miles de niños jugando y gritando por los pasillos, no sabía a donde ir ni con quien estar. De la nada, aparece una niña diciéndome que se llamaba Carolina, me sentí bien al saber que alguien me quería hablar y que quisiera tener mi amistad. Ella era de mi curso, pasamos todos los recreos juntos, conversamos sobre mí y sobre temas nada de interesantes, además me ayudó a conocer el colegio, ella llevaba seis años en esa escuela, por lo tanto era la más indicada para que me hiciera ese gran paseo turístico.  Después de un largo día de aburridas clases y un viaje casi interminable en autobús, por fin llegué a casa, busqué las llaves en mi bolso, abrí la puerta y claro, lo que me esperaba, mis padres nuevamente discutiendo...