Sorpresa

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Domingo por la mañana, despierto.  Me levanté a mirar la habitación de mis padres y allí estaba Antonia, mi madre. Bajé hasta la cocina, saqué un yogur de la nevera y nuevamente subí, mientras hablaba con Carolina por WhatsApp, ya me sentía un poco "más mejor".

Hablé con mi madre, me dijo que Pedro, mi padre, se había ido de la casa el mismo día que sucedió todo y que se había disculpado, pero ella no aceptó sus disculpas . Así pase unos cuantos pares de semanas, sin ninguna novedad por suerte y seguía estudiando y estudiando, se acercaban los exámenes finales del primer semestre y ya solo quedaban entre diez y quince días de escuela. Todavía quedaban cinco meses más para terminar este mal año, donde hubo y sucedieron muchas cosas que marcarán el resto de mi vida.

Sábado 3 de Julio

Diego llegaba a casa junto a Vitoria quien tenía tres meses de embarazo, ella ya había dejado los estudios y mi hermano comenzaba a trabajar la semana siguiente.

 Mamá a los 15, papá a los 18, les deseaba suerte. 

Mi madre quería hablar personalmente con ambos hijos, así que Vitoria subió al segundo piso. Nos resumió todo lo sucedido hace un par de semanas atrás y comenzó con un largo discurso con un final nada grato para mí que decía: "Así que Dieguito y Jorge en diciembre de este año nos vamos a vivir con mi madre a Antofagasta" esas diecinueve palabras (sí, las conté) me marcaron. ¿Yo en Antofagasta, con un nuevo tercer colegio, con nuevos compañeros, nuevo ambiente, nueva gente? No gracias.  Me había costado adaptarme a este colegio y ¿a fin de año me cambiaría? qué clase de broma es esta. No quise decirle nada a mi madre sobre el asunto y subí a mi cuarto enfadadísimo cerrando la puerta con gran ímpetu, pero se me había olvidado de que Vitoria estaba dentro de ella, así que dirigimos unas cuantas palabras. Le pregunté sobre su embarazo, a lo que ella respondió: "Jorge... no sé si el hijo es tuyo o de tu hermano." ¿QUÉ?!! ¿Lo hicimos ese día en la fiesta?, ¿ya no era virgen? mierda, pensé. Si es hijo mío... Diego lo cuidaría y Ahhh!! Ese día fue caótico, abrí la puerta de mi alcoba, y me dirigí al baño cerrando la puerta nuevamente con gran ímpetu. Me preparé un baño de espumas para relajarme, con agua calentita, sales de mares y velas aromatizantes. Dos horas después salí del baño, me había quedado dormido, salí con toda la piel flácida, parecía un viejo total, me sequé el pelo y me dirigí a mi habitación que ya se encontraba sola para por fin dormir en mi humilde morada.  Ya de amanecida estudié todo el día, mi objetivo sacarme un azul en Matemáticas, ese ramo que a muchos les complica la vida. Último examen, última semana de clases y bienvenidas vacaciones. De esta manera terminando con promedio 4,9 , me sentía bacán.

En esas dos semanas de vacaciones no tuve contacto con nadie de la escuela, ni con Carolina, ni con Antonia, pase días y noches en mi casa, que cada día se encontraba más y más sola, mi madre trabajaba y yo ahí jugando un juego en línea que me tenía enviciado.  

Jueves, cuatro días antes de entrar nuevamente a la rutina, mi madre llegó nuevamente con una gran noticia: "Hijo, el lunes comienzas a ir el psicólogo, es tu primera sesión". Yo esta vez no me enojé, no me reí, no hice ninguna expresión, solo agradecí a mi madre aceptando. Sería buena idea ir a un psicólogo me ayudaría bastante, le contaría todo lo sucedido conmigo y mi entorno. Pensándolo bien me haría sentir mejor o eso esperaba.

Ya comenzaba el segundo semestre, bienvenido tareas, pruebas, profesores y compañeros, el juego lo tuve que dejar a un lado y volver a reemplazarlo por libros y cuadernos. Hablé con Carolina, la extrañaba, le conté lo del psicólogo y todo lo que paso en mis vacaciones (solo jugar) me contó de que ella había viajado a Estados Unidos por una semana, y de su mochila sacó un gorro de Goofy que si indicaba y evidenciaba que había ido a Disney World, era el mejor regalo que había recibido en años. Ya siguiendo la jornada escolar, segundo bloque de clases, Artes visuales, el mejor ramo que existía, era mi favorito. Todo iba excelente, todo iba perfecto hasta cuando mi profe jefe, mi profesora de artes estuvo pasando lista... Jorge Castillo.- Presente, Antonia Díaz... todos extrañados preguntando quien era ella, solo yo y Carolina sabíamos y ambos nos quedamos mirando a lo que la profesora nos dijo: "Chicos lamento no haberles informado antes, tenemos nueva compañera, hoy no vino, pero desde mañana será parte de la familia de 1°F" esas palabras me afectaron mucho y yo... yo ya no sabía qué hacer.


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