A Karina siempre le había apasionado la ciencia. Le divertía resolver problemas matemáticos, descifrar acertijos, aprender química en el laboratorio del instituto o calcular la velocidad de un objeto.
A Winter le encantaba aprender nuevos idiomas, leer libros, escribir sus propias historias, analizar poemas y conocer la historia del mundo.
A Karina se le dificultaba concentrarse en la lectura o escribir historias para tareas del instituto.
A Winter no se le daban bien las matemáticas y no entendía las fórmulas de física y química.
En ese aspecto, eran muy diferentes, pero Winter decidió hacer un esfuerzo por que el siguiente regalo estuviese relacionado con la ciencia.
– ¿Ciencias? Que aburrida. – Decía Giselle, tumbada en el sofá de su casa. Tampoco le apasionaban mucho las ciencias. Era buena en ese ámbito y sacaba notas brillantes en la asignatura, pero no le interesaba mucho.
– Para tí, pero para Karina no. – Respondió Ningning, apartándola a un lado para poder sentarse. Tampoco era muy fan de ese campo, pero entendía que había personas que lo disfrutaban.
– Nunca entenderé porqué le gustan tanto las matemáticas, pero seguro que le encantaría un regalo que tuviera algo que ver con ellas. – Winter se removía el pelo pensando en qué regalarle.
Estaban las tres en la casa de Aeri Uchinaga.
– Relájate, tenemos toda esta tarde hasta mañana, martes, para pensar en qué le vas a dar. – Los nervios de Winter se le estaban contagiando a Giselle y eso no le gustaba.
– A ver, sabemos que le gustan mucho los acertijos, ¿podemos hacer uno así personalizado? – Aportó Ningning. Por suerte para Winter, sus amigas hacían lo posible para ayudarlas.
– No es mala idea, pero no me convence del todo. – Como siempre, a Giselle no le parecía buena idea lo que dijera Ningning.
– ¡Un cubo de rubik! – gritó Winter exaltando a las otras dos.
– ¿Eh? – preguntaron al unísono.
– Puedo regalarle un cubo de rubik personalizado. Ya sabéis lo mucho que le gusta jugar con esos. – explicó.
– Hm, ¿cómo lo harás “especial”? – preguntó Giselle, intrigada por la idea de Winter.
– Puedo comprar un cubo de rubik de esos a los que se le pueden quitar las piezas y volver a unirlas. A cada pieza le pegaré una foto de nosotras juntas.
– Me encanta, pero… es muy soso, ¿no podríamos añadirle algo más? – Ningning intentaba pensar en algo más.
Se quedaron en silencio unos minutos, pensando las tres.
– ¡Ya lo tengo! – exclamó Giselle, tomando su cuaderno y su lápiz, empezando a dibujar.
ʚ♡ɞ
La mañana del martes llegó y todos los estudiantes iban a su instituto, al igual que nuestra enamorada.
Durante el camino, mientras pensaba cómo darle el regalo a Karina, se dió cuenta de algo. Ese día en ninguna clase coincidía con ella y justamente, los martes, Karina tenía reuniones con el consejo estudiantil de la escuela, pues ella era la presidenta, durante la hora del receso.
Mientras se acercaba más al instituto, pensaba cómo poder dárselo. Podía hacerlo cuando terminara el colegio, pero si hiciera eso todos los días, Karina vería algo raro.
Decidió que lo mejor era dejarlo en su mochila antes de que las clases empezaran. Miró su teléfono: “7:51 a.m.”. Tenía tiempo suficiente.
Cuando llegó, fue al aula donde le tocaba dar clases a esa hora Karina. ¿Cómo lo sabía? Se había memorizado su horario, según ella, por si ocurría una “emergencia”.
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Seven - Jung Kook (feat.aespa)
FanficWinter tiene una semana para conquistar a Karina. "Monday, Tuesday, Wednesday, Thursday, Friday, Saturday, Sunday. Seven days a week. Every hour, every minute, every second. You know night after night, I'll be loving you right" ----- • Empezada: 02...