[Tōdo el alfa de Kyoto persigue sin descanso a Inumaki Toge, un Omega del clan Inumaki el cual tiene problemas para entablar una conversación.
El alfa solo quiere descubrir sus secretos y quizás algo más].Esa tarde escribía en su cuaderno los apuntes para la próxima evaluación teórica de la historia de las viejas maldiciónes en china, tomó la oportunidad de tener el salón solo para él y así poder concentrarse.
—¡Atún! —exclamó ofendido, el sujeto no paraba de tirarle papelitos hechos bola en la cara.
Tōdo se volvió su sombra, lo acompaña hasta al baño, solo se separan cuando cae la noche y cada uno va a su respectiva habitación. Quería explicarle mil cosas y darle mil razones a este alfa tonto, en primer lugar:
1) No puedes perseguir de manera tan descara a un Omega, no es algo decente. ¡Meterás en problemas!
2) Un alfa no puede quedarse a solas en una habitación con un omega miembro de un clan, su pureza al momento de comprometerse podría ponerse en duda y los viejos clanes como el Inumaki no aceptan tal cosa.
3) Tampoco puede molestar a alguien el cual no quiere tener nada que ver con él, ¿no conoce el consentimiento?
Claro que no, los alfas son de ese modo: perros insistentes y caprichosos.
Este alfa no sabe lo que hace y lo que dice o sus futuras repercusiones, seguirlo de manera tan obvio provocó que varias personas comenzarán a divulgar rumores, en cualquier momento lo llamaran de nuevo a su casa familiar a rendir cuentas y eso le disgusta mucho.—La próxima semana volveré a Kyoto con mis compañeros —informó —. ¿No quieres venir? Ya no puedo estar aquí pero aún no descubrí tus secretos.
El ambiente se sintió tenso y frío, este alfa dice cosas que se podrían malinterpretar.
«Con que por fin te vas», sus rezos fueron escuchados.—Atún —respondió para luego volver a su libro ganándose otra bola de papel escupida en su frente —. ¡...! —Se levantó enfadado pero no pudo gritar.
Tōdo se apoyó en una mesa y cruzó los brazos mirándolo sin miedo alguno, en sus ojos existe un destello de ternura solo dirigido al Omega.
—Si quieres decirme algo, ¿por qué simplemente no lo escribes? —lanzó la idea como si nada.
Inumaki se sorprendió por las palabras de Tōdo, no es algo que no se le haya ocurrido antes pero... «eso sería aceptar que soy mudo», tener voz y no poder usarla, creyó que lo había superado pero este sujeto revivió traumas del pasado solo llegando a poner su cabeza patas para arriba. Buscó entre sus cosas y sacó una libreta, al notar que sí iba a hacerlo el alfa se acercó curioso por ver qué escribía el Omega en el papel.
“No puedes seguirme”.
—¿Por qué no? Quiero y puedo hacerlo —respondió encogiendose de hombros.
Inumaki se apresuró a seguir escribiendo:
"Un alfa no puede perseguir a un Omega en público".
Tōdo leyó varias veces sin comprender y luego no le prestó atención como el Omega dijera algo estúpido.
"De verdad".
"Si un alfa persigue a un Omega es para casarse". Se esforzó por explicar el punto principal, no quiere que este alfa se meta en problemas y lo arrastre con él a algo que ninguno de los dos desea.
Tōdo lo leyó y abrió los ojos sorprendido y horrorizado, Inumaki agradeció que por fin tomara un poco de autoconciencia.
—Es muy pronto —soltó aturdido.
«¿Pronto? ¿Pronto para qué?», se preguntó Inumaki, al menos con eso espera que el alfa retroceda.
"Ellos dirán que me deshonraste y te obligaran a casarte conmigo", en realidad lo encerrarian como castigo pero solo quiere provocar miedo en el alfa así lo dejara en paz.
—¿Deshonrar? —repitió tragando saliva, luego puso una sonrisa complicada —. Acaso eres virgen, no me sorprende, ¿ninguno de esos alfas a los que te gusta seguir está a tu altura? —preguntó con burla.
Inumaki se confundió, ¿habla de Maki y Yuta? Son sus amigos además de tener una relación pública entre ellos.
"Pertenezco al clan Inumaki", escribió con dificultad.
Ser un Omega de un clan significa que le perteneces, él mismo solo tiene más libertad que la mayoría de Omegas por haber heredado el discurso maldito, de no ser por ello estaría comprometido y casado hace ya tiempo, cree que los viejos de su clan pretenden dejarlo soltero toda la vida con el propósito de resguardar la herencia, el hecho que un Omega posea el ritual familiar es de por sí una desgracia.
—Eso quiere decir... —algo en la expresión de Tōdo se oscureció, sus ojos se apagaron levemente.
Dudó en escribir al principio, sin embargo no es algo que al alfa deba importarle, ni siquiera son amigos después de todo.
"No puedes ser mi pareja, me casaré con un alfa de algún clan", mintió en esa última parte pero lo primero es muy cierto, como objeto bajo pertenecía del clan Inumaki no es dueño de con quién se case, algo que está seguro que no pasará, más bien no es dueño de con quién no se case.
Inumaki guardó su libreta e iba a levantarse para huir del lugar pero un fuerte aroma agrio lo detuvo al instante, miró al alfa quien no se había movido, su rostro parecía rojo del enojo.
—¡Quién es ese alfa del que hablas! —gritó de repente Tōdo señalando a Inumaki acusatorio —. ¡Responde!
La molestia del alfa provocó que el Omega interno de Toge se esconda y no quiera salir, lo asustó, aún así no lo demostró y se mantuvo firme.
"No está decidido", puso al final.
Técnicamente no miente, no está decidido aún su destino final, ¿se casará o no? Solo puede saberlo cuando se gradue.El ambiente mejoró en gran medida y las feromonas agresivas retrocedieron, una suave sonrisa se formó en el rostro de Tōdo.
—Te escusas detrás de un alfa que no existe —dijo calmado, metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta y giró hacia la puerta —. Mientras no estés casado puedo seguirte, ¿verdad?
Tōdo caminó a la salida y desapareció dejando al Omega paralizado en su lugar, la cabeza de Inumaki maquinó a mil por segundo y ni así logró comprender qué acababa de ocurrir.
Será que acaso... ¿ese alfa sabe lo que está haciendo? ¿¡Y lo hace con esas intenciones!?
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Ay Toge pobrecito, si supiera que en la cabeza esquizofrénica de Tōdo ya van por su tercer hijo al cual en honor a su amigo del alma le podrán Yūji, Aoi Yūji, Inumaki Yūji si así lo quiere su chikistrikis.
Tōdo es de esos alfas que harían todo porque su Omega este feliz, se obsesiónaria y querría atarlo con diez hijos para que no lo deje nunca.
Claro que Toge es el tipo de Omega que le gustaría tener un alfa como un Omega normal pero también agradece mucho haber nacido con el ritual de su familia ya que eso también le dio una libertad que ningún otro Omega posee, el precio es jamás tener compañía(un alfa o hijos).
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Tú eres mi tipo ideal (TōdoxInumaki-omegaverse BL)
FanfictionLa historia de Inumaki Toge x Aoi Tōdo que prometí y disfruté mucho escribir. Tōdo Alfa, Inumaki Toge Omega. -¿Cuál es tu tipo de mujer? Una pregunta tan simple pero al mismo tiempo profunda: ¿Cuál es tu tipo de mujer? De ello depende tus gustos, t...