5- Desde hoy te seguiré

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Desde hoy te seguiré.

Esa mañana Inumaki fue hasta donde sus amigos a almorzaban, su aura era lúgubre y ellos lo notaron. Simuló estar bien pero no fue así, una noche antes fue citado a la casa familiar donde su madre se puso un castigo ejemplar: “para reformar omegas desobedientes”.

No le dolió, es un hechicero fuerte y prodigioso, claro que unos cuantos golpes en sus manos con una vara no le causaron un dolor real, pero hubo algo que siempre le dolió: “castigo para omegas desobedientes”, como si fuese un niño o mucho peor aún, como si fuese un esclavo. Nadie más cree que sea incorrecto, ¿entonces el que está es él por considerarlo así?

Normalmente los castigos a los omegas eran dolorosos para ellos ya que jamás se les permitió cultivar su fuerza interna y entrenar su cuerpo, tendían a crecer débiles, en los tiempos antiguos los castigos a omegas desobedientes normalmente terminaban matándolos, en la actualidad no se permite tal cosa como veinte latigazos hasta quebrar las costillas y separar la carne del hueso, o encerrarlos en jaula bajo el sol hasta que aprendan a ser buenos omegas, aún así no deja de ser jodidamente humillante.

Todos en la sala eran familiares suyos, cuando extendió sus manos para recibir los azotes en sus manos podía sentir la satisfacción en los ojos de sus conocidos, esto es lo correcto, la humillación a veces pesa más que el mismo dolor.

“Un omega debe cuidar su honra”, le advirtió su madre antes de devolverlo a Jujutsu Tech.

Asintió con la cabeza a las diversas preguntas de sus amigos, Yuta insistió con el tema pero Maki le dijo que no toque más ese asunto pues podría ser incómodo, al crecer en un clan mil veces más estricto como el clan Zenin, Maki conoce bien la razón por la que Toge llevó guantes esa mañana.

Se sintió avergonzado de nuevo, todos sabían que fue castigado, aunque las heridas no duelan también deben creer en sus cabezas que castigar al Omega desobediente es lo correcto.

—Son unos imbéciles —susurró Maki cerca de Toge, luego volvió a comer su ensalada con disgusto.

—¿Qué cosa? —interrumpió Yuta.

—Nada, te explicaré luego —respondió la alfa, su aroma era protector y le hizo saber al Omega que está bien, podía estar a salvo cerca suyo.

Al menos sus amigos alfas no son así, no piensan que tal hecho este bien, ¿entonces él no está equivocado después de todo? Una esperanza muy débil apareció en su pecho.

Iba a sonreír cuando una sombra cubrió su figura tapándole el sol por completo, volteó para ver un alto y fornido muchacho de pie, parado muy recto y digno.

—¿Qué quieres? —Maki fue directa.

Yuta también puso mala cara ante la presencia del hechicero de Kyoto, este último no les prestó atención alguna, sus ojos se fijaron en el Omega sentado el cual lo miraba desde abajo con sus inocentes ojos muy abiertos.

—He venido a hablar con él, no con ustedes —soltó con su voz potente y tono amenazante.

«¿Conmigo? Creí que habíamos arreglado las cosas», eso pensó, el alfa había aceptado su ofrenda y con ello su disculpa.
Les dio una señal para que se calmen, él solo le quiere decir algo, no hay razón para pelear, ¿verdad?

—¿Hmm? —preguntó Inumaki a lo que el alfa le prestó atención como si pudieran entender su idioma.

«Vamos, habla», alentó en su mente.

—Voy a descubrir tus secretos —dijo Tōdo Aoi, lo juró con una mano levantada y una sonrisa en su rostro.

—¡...! —Toge abrió la boca sorprendido y los alfas a su lado se levantaron molestos.

—¡Quién te crees que eres para molestar a mis amigos! —exclamó Yuta.

Tōdo ya no parecía interesado en Yuta como una vez lo estuvo, solo lo ignoró como si no existiera, lo único que existe ante sus ojos ahora es el Omega, la alfa posee una presencia más violenta así que no la pudo ignorar tan fácil.

—Escuchame, imbécil —comenzó Maki —. Quizás para ti es un juego porque no naciste en este mundo, pero aquí un alfa como tú no tiene nada que hacer descubriendo los secretos de un Omega como Inumaki —explicó con extraña paciencia procurando no levantar la voz y que nadie la escuche más que ellos —. Te meterás, no, lo meterás en graves problemas.

Tōdo bufó divertido, no le interesó nada de lo que dijo la alfa y solo se dirigió de nuevo al omega quien tenía una expresión consternada.

—Desde hoy seré tu sombra, no me rendiré hasta descifrar cada uno de tus secretos, pequeño Omega —Tōdo acercó su dedo anular a la barbilla del Omega levantando con ligereza su cabeza para que lo vea directamente —. ¿Entendiste?

Toge cerró la boca y asintió, algo en su interior saltó conmocionado y con temor, por suerte no hay estudiantes cerca. Así como vino se fue, solo quedó un atisbo de su aroma en el aire el cual insistía en dirigirse al cuerpo del Omega.

—¡Y a ese loco qué le pasa! —Maki no atacó por miedo a crear un revuelo y solo empeorar las cosas —. Inumaki, no debes dejar que te vean con ese tipo y mucho menos quédate a solas con él.

Toge asintió con pesar, sabe que Maki solo lo quiere cuidar de las horribles repercusiones y castigos que los clanes podrían imponerle, pero no pudo evitar sentir disgusto, al final el Omega solo obedece sin importar que tan prodigioso sea, siempre subyugado a las órdenes del alfa.

Los días siguientes fueron difíciles, ¡insoportables! Una sombra lo perseguía todo el tiempo, cuando entrenaba sentía que lo veían y ahí en los asientos estaba el alfa el cual le aplaudía cada vez que ganaba un combate. Cuando caminaba por los pasillos se lo cruzaba una y otra vez, podía cruzarselo hasta diez veces en el mismo pasillo, por un momento creyó que se volvió loco pero no, el alfa solo aprecia de nuevo como un fantasma. Luego fue más obvio, a pocos metros detrás suyo siguiendo sus pasos, hasta que se hartó y le aventó su mochila al rostro la cual el alfa tomó entre sus manos y la ocultó de inmediato, jamás volvió a ver esa mochila.

Los rumores empezaron a florecer alimentados por mentiras uno tras otro, exagerado los encuentros además de sumar información falsa, ¿se encontró la otra noche con el alfa en su habitación y los rechinidos de la cama despertaron a medio pasillo? Claro que no, solo dicen locuras y estupideces.

Inumaki presiente que tendrá un nuevo aviso para una reunión urgente en cualquier momento y eso le pone de nervios, no desea volver a ver a su familia en un gran rato luego de la última vergüenza.

Realmente debe tener una sería conversación con Tōdo Aoi, esto no puede seguir así, detuvo a sus amigos de pelear demasiadas veces ya, es humano y también se cansa, además de no entender qué espera encontrar el alfa, ¿sus secretos? No tiene ningún secreto que merezca este esfuerzo de persecución tan exhaustivo.






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Hasta aquí, está historia debía ser súper corta, así que en el 8 ya hay +18

Tú eres mi tipo ideal (TōdoxInumaki-omegaverse BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora