El sendero del perdón [Dogday x Catnap]

Bienvenido Catnap

El descenso del teleférico era lento, pero ya casi llegábamos al destino final, la guardería. Volvería a ver a los niños, a los Smiling Critters, a Dogday... Realmente esto era una mierda, no estoy listo para esto, claro que no.

"Sin embargo, ya no hay vuelta atras"

Hace tan solo 2 días me dijeron que ya estaba en condiciones para que me reintegrará al grupo, ya estaba lo suficientemente cuerdo, ya podian dar por saldadas mis acciones.

"Pero no podemos olvidar el pasado, ¿Verdad?"

El teleférico terminó su recorrido, sus puertas se abrieron. Nada parece haber cambiado, todo sigue en su lugar, parece que no les hice mucha falta después de todo.

Intenté dar un paso, pero mi cuerpo se negaba a hacerlo, ¿Tal vez tenía miedo? No porque fuera desconocido lo que vendría, sino porque sabía a la perfección lo que me esperaba tras abandonar el teleférico.

—Tranquilo Kitty, no creo que vayan a estar tan enojados.

—Sara, sabes lo que hice, no estarán específicamente felices.

Subí la mirada y le mostré una pequeña sonrisa a medias, fue como decirle silenciosamente que no dijera incoherencias. Apreté su mano con fuerza, desde que entramos en el teleférico sabía que al final tendría que soltarla.

"Realmente pensé que estaría listo para esto"

—Estarás bien, lo prometo, estoy segura de que no pasará nada demasiado grave -dijo con amplia sonrisa y un tono alegre, estaba claro que no pensaba eso-, solo intenta incorporarte ¿Sí?

Reincorporarme, no vine a eso.

—¿Vendrás a visitarme? - Ignoré su sugerencia.

—Desde el incidente nos tienen mucho más controlados, lo sabes bien... pero haré lo posible para poder visitarte, lo prometo.

Científica Sara Phillips, se solicita su presencia en el laboratorio B3.

El parlante en el transporte había sonado, pensé que tendría al menos unos minutos con ella.

Acarició mi cabeza, si hubiera sido cualquier otra persona seguramente la habría apartado. En el fondo deseo lanzarme a sus brazos y nunca soltarla, pero no puedo hacer la despedida más difícil. Me separé y empecé a caminar.

—Suerte gatito.

El elevador se cerró y empezó su ascenso.

—Adiós Sari.

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Caminar de nuevo por aquí era sumamente extraño, el césped falso frotando contra mis pies era una sensación que extrañaba, pero no podía decir lo mismo de los árboles falsos, o el sol falso; me atrevería a decir que lo único real aquí son los niños, y la comida, pero ciertamente también tenía dudas en cuanto a ella.

"Y dime ¿Qué hay de ti?"

El orfanato parecía estar cerrado, seguramente los niños estarían durmiendo en este momento, en verdad los extrañe todo este tiempo, espero poder verlos mañana.

Se que nadie me recibira con un abrazo, con los ojos llenos de lágrimas, preguntando en dónde estaba. Tengo una idea vaga de lo que pasará, pero intentaré creer en Sara, no puede pasar nada tan grave, ¿Verdad?

Supongo que lo descubriré.

Logre visualizarlos no muy adelante: un mantel en el piso, todos haciendo una ronda, mientras parecían hablar de cualquier cosa. Recordé todos los picnics que a Dogday le encantaba organizar, con Picky comiéndose toda la comida, Hoppy y Kickin compitiendo en absolutamente cualquier cosa, Crafty dibujando y pintando a Bobby; la cual hacía de modelo, y Bubba ajeno a todo leyendo un libro.

Yo pensaba que era aburrido y solía dormir apoyándome en Dogday, me parecía tonta la idea de salir a comer afuera de la casa y pensar que era una actividad divertida, pero ahora... daría lo que sea para volver a esos momentos.

"¿Tenías que arruinarlo todo verdad?"

Bobby fue la primera en notar mi presencia, la pequeña sonrisa que tenía se desvaneció, ahora parecía tener miedo. Pronunció unas palabras que no logré escuchar y todos voltearon a verme.

Sus expresiones eran variadas, miedo, seriedad, enojo. Dogday fue el primero en levantarse y empezar a caminar hacia mí, en un instante los demás hicieron lo mismo, siguiéndolo a una distancia considerable.

Él estaba totalmente sereno, no era capaz de leer sus emociones, lo único que sé es que no está feliz. Es raro verlo asi, siempre era tan expresivo, tan radiante, solo se mostraba así conmigo cuando necesitaba desahogarse, pero ahora, no parecía tener problema con mostrarse así ante los demás.

Apretaba mis puños con fuerza, empezaba a sentir el sudor recorrer mi frente y cada vez era más difícil respirar. Aun así mantuve mi paso.

"Cálmate, respira, estarás bien, todo estará bien, podremos hablar esto"

Avancé un poco más y cuando estuve a no más de 3 metros de él me detuve, él siguió avanzando.

—Dogday, yo lo-

Recibí un fuerte golpe en mi rostro el cual me hizo caer al piso, el dolor era agudo, me hizo perder la orientación por un momento, dirigí mi mano hacia mi nariz y al tocarla el dolor solo incremento, estaba sangrando.

Subí la mirada y vi a Dogday, su mirada era de asco, parecía estar pensando qué decir, hasta que con un tono firme y serio dijo.

—Bienvenido, Catnap.

El Catnap x Dogday llegará a su tiempo, no se preocupen. Sin más, me despido.