Prólogo

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2004

Para muchos la mejor etapa de su vida es cuando están en secundaria o preparatoria, para mi a sido todo lo contrario. Todo mundo siempre se ha burlado por mi aspecto físico, por no tener el "cuerpo perfecto" que las demás chicas tienen.

Nunca me ha agradado ir a la escuela, toda mi vida ha sido una pesadilla, peor aún en la preparatoria, en donde todos los días recibo golpes y toda clase de humillaciones, mi apodo más común es "la cerdita o cerda", esto porque soy gordita, siempre me humillan diciendo que nadie va a fijarse en mí, nadie me va a amar, entre otros insultos.

Mi madre no sabe nada de lo que me sucede en la prepa, no quiero preocuparla, mi madre trabaja mucho para que salgamos adelante, trato de ayudarla en lo más que puedo incluso le dije una vez que yo también podría trabajar para ayudarla, pero ella dijo que no, que mi trabajo era estudiar para que pueda tener un mejor futuro.

Ahora estamos en vacaciones, así que las aprovecho para estudiar un poco para el siguiente semestre. Durante esta semana nada nuevo sucedió, la única novedad fue que en el vecindario llegó una nueva familia a vivir, ellos estaban viviendo en la casa que estaba frente a la mía, la casa estaba cruzando la calle. La familia que llegó tiene dos hijos, un varón y una chica. La primera vez que vi a la chica me quede hipnotizada con la belleza que poseía, es muy hermosa, nunca había visto una chica tan bella como ella en toda mi vida.

Quise hablarle desde la primera vez que la vi, me gustaba, siempre la observaba desde la ventana de mi cuarto, tenía ganas de entablar una conversación con ella, conocerla y si se podría tener algo más que una simple amistad con ella, pero el miedo me paralizaba, tenía miedo a su rechazo, miedo a que le diera asco, así que solo me limitaba a observarla.

Hasta que un día me hablo, fue el mejor día de mi vida.

HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora