DEL PASADO AL PRESENTE

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Tarareo una canción mientras bajo al sótano, miro a Heng que está terminando de atar a los chicos en las sillas. Tanto tiempo he esperado para esto, tanto sufrimiento, los monstruos de mis pesadillas, aun me acuerdo de esa fatídica noche.

También veo a la dueña de ese hermoso cabello castaño, me acerco a ella, me inclino de rodillas en frente de ella, se ve tan frágil, tan vulnerable. Acaricio sus cabellos, su sino rostro, siento su piel bajo el tacto de mi mano, piel tan suave, me levanto para estar detrás de ella, me inclino para hablarle al oído.

- Despierta Becky querida- ceo como inclina un poco su cabeza al lado izquierdo, abre sus ojos, esta desorientada, su mirada vaga por todo el lugar hasta verme.

Cuando sus ojos azules como el mar me miran quiero desatarla, sacarla de aquí a un lugar seguro, para que no vea lo que sucederá, pero no puedo hacer eso. Ella también debe pagar por todo.

Ella no sabe lo que está pasando, me mira confundida y con temor.

- Freen ¿Qué está pasando?, ¿Qué hago aquí? - trata de desatarse, pero es imposible – porqué me siento así- me pregunta con sus ojitos llenos de lágrimas no derramadas. Al verla así hace que mi corazón se desgarre. 

Observo como uno por uno va despertando, el efecto de la bebida va pasando, cada uno voltea a ver el lugar en donde están, pero no pueden ver con gran claridad ya que la luz del sótano es tenue. Cada uno va tomando conciencia de donde están se alarman, quieren escapar, pero eso es imposible, pues están atados a una silla, todos hacen esfuerzo por librarse, su esfuerzo es en vano, observo todo desde la sombra. 

Decido que ya es tiempo de que me vean, asi que me acerco en donde hay luz, la primera en verme es Malee, sus ojos al verme se abren en gran manera, me mira con terror puro, empieza a llorar y a forcejear las cuerdas para librarse.

- MALDITA INFELIZ SUELTAME – exclama suplicándome, su mirada está llena de pánico – VAMOS SUELTAME, DEJAME IR-

- ¿Dejarte ir así como tú lo hiciste cuando te suplique? - me acerco a ella rápidamente para golpearle el rostro.

- DEJALA HIJA DE PUTA – me grita Ton, como si fuera hacerle caso.

Con más ira me acerco al lugar en donde dejó Nam las cosas que le había pedido, tomo un baht de beisbol y golpeo la cara de Ton con todas mis fuerzas, Malee su esposa me grita que no le haga daño, al escuchar su suplica vuelvo a golpearle el abdomen dos veces, provocando que todo el aire salga expulsado. Esto solo es el comienzo.

Volteo a ver a Becky, ella no grita, no forcejea, no trata de librarse, solo llora, sin emitir sonido, me acerco a ella y limpio sus lágrimas, al sentir el roce de mi mano en sus delicadas mejillas ella solo cierra sus ojos, como si disfrutara de mi tacto.

- NO LA TOQUES MALDITO FENOMENO - su grito me enfurece, pero a la vez me divierte, porque en su voz tiene el tono del miedo puro, miedo a que dañe a la mujer que ama. Pobre imbécil, el nunca mereció ni merecerá mi bello ángel.

Camino lentamente sin prisa a una silla que está libre, tomo la silla para colocarla en el circulo donde están los demás para luego sentarme.

- Me da gusto verlos de nuevo, hablemos de los viejos tiempos ¿Qué les parece? - Tomas, Ton y Arthit tratan de desatar las sogas, pero esos cabrones no podrán logarlo, Heng se encargó de amarrarlos bien tanto de pies y manos tal y como lo pedí.

- ¿No les trae viejos recuerdos este sótano?, a que tiempos, todo era diferente- me acerco especialmente a Ton, ¿me inclino para poder susurrarle al oído – te acuerdas que me habías dado esa noche a beber? - el solo niega con la cabeza, que triste que no recuerde.

HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora