Halloween

EPILOGO

Siento que todo mi cuerpo me duele, no puedo moverme, me cuesta un poco abrir mis ojos, el cansancio hace que sienta mi cuerpo pesado. Siento que alguien me tiene abrazada por la cintura, no necesito ser un genio para saber quién es. Siento como una sonrisa bobalicona se extiende por mi rostro, decido darme la vuelta en la cama, puedo contemplar su rostro tranquilo, relajado, se ve tan hermosa durmiendo, siento como mi corazón late rápido al ver la dueña de mi corazón.

Mi hermosa Freen, mi esposa, por fin puede estar tranquila sus monstruos se han ido. De solo recordar como la encontré en ese sótano hace veinte años hace que mi cerrazón se rompa y quiera llorar.

FLASHBACK

Veinte años atrás...

En otra parte de la fiesta estaba Becky buscando a Freen, tan solo basto unos momentos para que la chica desapareciera, pregunto a algunos de sus invitados por si habían visto a la chica, pero nadie le dijo dónde estaba o si la vieron.

Estaba muy preocupada, tenía un mal presentimiento, su pecho le dolía, salió afuera de su casa buscándola y no tuvo suerte de encontrarla.

- ¿Dónde estarás Freen?- susurro al viento, como si este le diera la respuesta de conde estaba la chica.

Rodeo toda la casa, no había rastros de ella, hasta que se acordó del lugar habitual en donde ellas pasaban el rato hablando, así que se dio prisa para ver si ella estaba allí, pero no había rastros de la chica. Entre más pasaba el tiempo ella perdía la esperanza de encontrarla.

- De seguro regreso a casa y yo aquí preocupada – se dijo a sí misma para que se calmara.

Regreso a casa cabizbaja, la música estaba a todo volumen, veía a todos disfrutando de la fiesta, así que ella se dispuso a disfrutar como los demás, sin embargo, no se sentía bien, le hacía falta su otra mitad, su Freen. Así que ella salió nuevamente afuera de su casa, en la parte trasera, para tomar aire, allí no había personas que interrumpieran su tranquilidad.

No había pasado mucho tiempo que ella estaba allí, cuando comenzó a escuchar gritos, esos gritos desgarradores que pedían por ayuda, que imploraban que los dejaran en paz.

Becky inmediatamente se alarmo y comenzó a buscar el origen de dichos gritos, poco a poco se fue acercando a una pequeña ventanilla que daba al sótano que tenían en casa, no lograba ver bien pues estaba oscuro, se le helo la sangre por los gritos desgarradores.

Así que sin perder más tiempo entró a casa desalojando a todos sus invitados, y fue corriendo al sótano, encontrando a la persona que había estado buscando en la peor de las condiciones.

- NOOOOOO, FREEN, FREEN, NO, NO, NO, AGUANTA POR FAVOR – mis lagrimas salían sin control – AYUDA, ALGUIEN AYUDEME – no soportaba verla así.

Su cuerpo estaba desnudo, con grandes hematomas y cortes por el cuerpo, su rostro hinchado con cortaduras y ensangrentado, su mandíbula dislocada, su dentadura tenía pocos dientes, pues en el piso podrías ver dientes tirados, el sótano manchado de sangre.

¿Quién fue capaz de tal acto tan atroz?, ¿por qué a una persona inocente, llena de bondad?

Cuando coloqué su cabeza en mis piernas ella con toda la fuerza del mundo pudo abrir un solo ojo, su mirada me rompió, pues con esa mirada ella se estaba despidiendo, y soltó un débil susurro que apenas pude escuchar.

Oí por las escaleras que alguien bajaba, era mi madre, la cual se quedó aterrorizada por la imagen de la chica frente a mi.

- LLAMA A LA AMBULANCIA MAMÁ RAPIDO- le implore