Anoche me dormí esperando tu llegada, aunque en el fondo sabía que reposabas en tu cama, abrazando la calma de tu ser.
Hoy desperté extrañando tus buenos días y le conté a mi madre lo sucedido; no pude evitar escribirte.
Sentí alivio al recibir tus buenos deseos, pero sé que esta tranquilidad lentamente me consume.Es curioso, porque hace apenas unos días, casi estaba dispuesta a morir por ti.
Para: L.
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Notas de un corazón roto
RomanceEn los momentos de vulnerabilidad, donde el alma se desnuda, he buscado la belleza en la fragilidad, la fuerza en el dolor, y la claridad en la confusión. He escrito para ti, y solo para ti, con la esperanza de que encuentres el reflejo de la comple...