No puedo evitar recordarte en el silencio de mi mente durante las madrugadas. Aún no logro que dejes de ser mi primer pensamiento al despertar, cuando el mundo aún yace en paz.
Recuerdo cómo me sentía a salvo entre tus brazos, cómo podías detener el mundo con tus manos, mientras yo me dedicaba a escuchar el latido de tu corazón, anhelando que cada uno de sus pulsos fuera para mí.
En esos momentos deseo tu regreso, pero al empezar el día, me doy cuenta de que te desvaneces poco a poco, como el fantasma que siempre debiste ser.
Para: L.
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Notas de un corazón roto
RomanceEn los momentos de vulnerabilidad, donde el alma se desnuda, he buscado la belleza en la fragilidad, la fuerza en el dolor, y la claridad en la confusión. He escrito para ti, y solo para ti, con la esperanza de que encuentres el reflejo de la comple...