El elevador

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De repente la habitación de inundo en silencio... y claro alguno tenía que romper el hielo...
Lucero tose y se despide
Lucero: Bueno Manuel ya me voy, nos vemos en la noche y más te vale no volver a prender un cigarro en tu vida.
Manuel: Adiós Lucerito!!!
Lucero se fue a su casa a arreglarse, pues habían quedado a las ocho y ya eran las siete, se dio un baño rápido y después se fue a su closet, agarro un vestido corto negro con plateado con los hombros medió sueltos, unos tacones negros, joyas, y su pelo natural pero con unas ondas un poco marcadas.
Por su parte Manuel, se había puesto un traje muy bonito negro, unos zapatos negros y su perfume.
Lucerito se puso unos pantalones de mezclilla y una camisa negra de manga larga con perlitas y con los hombros sueltos.
Lucerito: Bueno Ma, ¿nos vamos?
Lucero: Si nena vamos
Tocan la puerta y no había nadie todavía sólo Manuel.
Lucerito: Papiiiiiiiiiii
Manuel: Hola beba, ¿como estás?
Lucero: Hola Manuelito
Manuel: Hola Lucerito!!! Pasen por favor
Lucerito: Gracias papi, ( Lucerito se Va a su cuarto mientras llega Mía )
Lucero y Manuel se mantuvieron distantes, sin dirigirse la palabra, hasta que llagaron los Rubin.
Suena el timbre
Manuel: emm... con permiso Lucerito, voy a abrir
Lucero sube la cabeza y le contesta: propio Manuel.
Ambos estaban súper secos el uno con el otro.
Manuel abre la puerta y a las primeras que ven son a las niñas
Mía: Hola tío!! ¿Cómo estás?
Manuel: Hola nena, muy bien y ¿ustedes?
Nina: Súper tío!!
Manuel:¿ Y sus papás?
Nina: Están buscando donde estacionarse ahorita suben
Manuel: Va perfecto, pásenle
Lucerito estaba bajando la escaleras
Lucerito: Comayeeeeee, Ninaaaaa
Mia: Aaaaah comayeeeeeeee
Nina: Hola beba!!!
Lucerito, Nina y Mía se abrazan
Van juntas a la sala, Manuel se queda en la puerta para abrirles a Erick y Andra.
Lucero: Hola preciosas!! ¿Cómo andan?
Nina y Mía: Hola tiaa!! Súper contentas ¿Tu?
Lucero: Que bueno me da mucho gusto, Yo... bueno bien
Lucerito: Ma, te noto súper rara hoy eh...
Dice mientras se sienta en el sillón y les hace una seña a las niñas para que se sienten con ella.
Lucero: No nena, estoy normal, solo no dormí muy bien que digamos.
Mientras tanto Manuel ya había visto a Andra y a Erick
Erick: compadre!! ¿Cómo estás?
Manuel: Muy bien ¿¡y ustedes!?
Andra: Muy bien Manuel, Muchísimas gracias por invitarnos.
Manuel: Nombre de nada, no hay de que, dice mientras les indica que pasen.
Lucero: Hola hola!!
Manuel y Erick: Hola Lu!! ¿Cómo estás?
Lucero: Muy bien ¿y ustedes?
Erick: Muy bien gracias Lu, ¿¡y tu beba!?
Lucerito: Súper bien tíos!!
Manuel: Bueno ya va a empezar!! ¿Alguien necesita algo? diga ahora o calle para siempre
Lucero: MAAAA, se me olvidó mi cel en tu casa...¿Puedes ir por fa por el? Es que yo ya estoy en pijama
Lucero: ay nena, si voy ¿donde lo dejaste?
Lucerito: En la barra de la cocina
Manuel: Voy yo si quieres, tu ya quédate aquí...
Lucero: No Manuel tranquilo, voy yo..
Lucero: Bueno pues si hay tanto problema, sobre quién va por el teléfono, vayan los dos ( dice con una sonrisa pícara)
Manuel y Lucero: Okey, tienes razón vamos, ahorita venimos.
Todos: Vaa, perfecto, bye!!
Manuel y Lucero caminan Lis famosísimo veinte pasos hasta llegar a la casa de Lu, ahi Lucero Va a la cocina y Manuel se queda en la puerta.
Lucero ya con el teléfono
Lucero: No se para que viniste, si te quedaste en la puerta.
Manuel: ay Dios mío que agresividad, ya cásate (dice bromeando)
Lucero: aaah nombre y además haciendo bromitas... (Dice mientras le voltea los ojos)
Manuel: ay ya perdón, órale vamos, que ya va ha empezar.
Lucero y Manuel vuelven a caminar los famosísimos veinte pasos hasta que llegan al elevador, en eso sienten como se descuelga unos centímetros
Manuel: Ay wey (dice preocupado)
Lucero: No manches no es posible
Manuel y Lucero se habían quedado atorados en el elevador...
Lucero: ¿que hacemos o que?
Ni Manuel ni Lucero llevaban Celular
Manuel: Llama a Mía desde el cel de la nena
Lucero: Hola Mía
Mía: Hola tía
Lucero: oigan nos atoramos en el elevador de casa de Manuel
Lucerito: No manches Ma, mi telefono
Manuel: no te preocupes por nosotros eh ( dicen en tono sarcástico)
Lucero no pude evitar soltar una carcajada
Lucerito: a ver, pues voy a llamar al técnico, a ver en cuento llega
Lucero: Okey nena... gracias... nos vas avisando.
Lucerito: Yes los amoooo
Manuel: Igual preciosa
Cuelgan la llamada
Manuel: Bueno Lucerito pues ponte cómoda, por que esto suena a que va para largo.
Lucero: Mira Manuel vamos a hacer esto lo menos "eterno" posible, así que por fa échale ganitas
Manuel: aja ( dice mientras se sienta)
Lucero no le queda de otra y se sienta a lado de Manuel. Estuvieron 15 minutos sin noticias
Lucerito: Maaaa, paaaa ( grita desde al otro lado del elevador)
Manuel: Que paso nena
Lucerito: El técnico me dijo que llega más o menos mínimo en 2 horas
Lucero: no manches en dos horas
Lucerito: Así es Ma, así que, yo me voy a ver la final, ustedes pues... duérmanse jajajja
Manuel: Lucero esto es serio eh
Lucerito: Siiii, Súper, dos exes atrapados en un elevador jajajaja mira ya hasta me vi los futuros títulos de las revistas "Lucero y Mijares atrapados en un elevador JUNTOS" importante recalcar JUNTOS
Lucero: ja ja ja ( dice sería )
Lucerito: Bueno me voy, los amo, se me portan bien ehh
Manuel: Es igual de intensa que tú
Lucero: Eso si no te lo voy a negar jajaja
Lucero y Manuel pasaron hablando tranquilos unos 15 minutos
Lucero: Soy yo o como que hace muchísimo calor
Manuel: No pues si hace, pero hay que aguantar, no nos queda de otra
Lucero no tenia prendas que quitarse, pues solo llevaba una camisa y unos pantalones de mezclilla
Manuel: Quítate la camisa, ¿o no traes nada abajo?
Lucero se queda un shock por las primeras palabras...
Lucero: No ese es el problema
Manuel: No pues no se que decirte....
Lucero: Tengo muchísimo calor...
Manuel: Es que te diría que te doy mi camiseta pero es de manga larga
Lucero: Si ya vi... no te procures, gracias igual
Pasaron otros diez minutos y el calor ya era insoportable. El aire en el pequeño espacio se volvía cada vez más denso y la respiración de ambos era pesada. Lucero y Manuel estaban sentados en el suelo del elevador, sus cuerpos casi tocándose. Ambos recordaban los años pasados, cuando eran inseparables.
Lucero: Manuel, neta ya no puedo más. Este calor es insoportable.
Manuel la miró, notando cómo el sudor perlaba su frente y la camiseta se le pegaba al cuerpo. A pesar del tiempo y la distancia, no podía evitar sentir algo al verla así.
Manuel: Pues quítate la camisa.
Lucero, sin pensarlo dos veces, se quitó la camisa, quedando en brasier. Manuel no pudo evitar sorprenderse y su mirada se fijó en ella con intensidad.
Lucero: Manuel, ya eh, ni se te ocurra verme así...
Manuel: ¿Y por qué no?
Lucero: Porque... porque...
El calor y la proximidad parecían derretir cualquier barrera entre ellos. Lucero se mordió el labio, sintiendo la tensión palpable. Manuel no apartaba la mirada de su cuerpo, su respiración se aceleraba.
Lucero: Porque si me miras así... no podré detenerme.
Manuel: ¿Y quién dijo que quiero que te detengas?
El tiempo pareció detenerse mientras sus palabras flotaban en el aire caliente. Manuel deslizó una mano hacia ella, sus dedos rozando su piel con una suavidad que la hizo estremecer. El contacto era eléctrico, casi dolorosamente placentero.
Lucero: Manuel...
Manuel: Calla... y siente.
Se inclinó hacia ella, sus labios encontrándose en un beso feroz, cargado de una pasión que había sido contenida demasiado tiempo. Lucero respondió con igual fervor, sus manos explorando la espalda de Manuel, sintiendo cada músculo bajo sus dedos.
El beso se profundizó, volviéndose más urgente. Manuel la tumbó suavemente sobre el suelo del elevador, su cuerpo cubriendo el de ella. El calor entre ellos era abrumador, cada roce intensificando la necesidad de más.
Manuel: Te deseo tanto, Lucero...
Lucero: Y yo a ti...
Las palabras apenas eran susurros entre besos. Las manos de Manuel se movieron con destreza, desabrochando el brasier de Lucero, liberando su pecho a la frescura del aire momentáneo antes de que sus labios encontraran un nuevo lugar que explorar. Lucero arqueó la espalda, un gemido escapando de sus labios.
El elevador parecía encogerse a su alrededor, el mundo exterior desapareciendo mientras se perdían el uno en el otro. Cada caricia, cada beso, alimentaba el fuego que ardía entre ellos. La ropa desapareció, dejándolos piel con piel, el sudor mezclándose mientras sus cuerpos se movían al unísono.
Lucero: Manuel, no pares...
Manuel: Nunca lo haría...
La intensidad creció, llevándolos al borde del abismo. Con un último movimiento sincronizado. Se quedaron así, abrazados, el calor de sus cuerpos una mezcla de agotamiento y satisfacción.
El elevador se sentía más pequeño pero de una manera distinta. Ya no era una prisión caliente, sino un lugar donde habían compartido algo profundo y ardiente. Sus respiraciones comenzaron a calmarse, y Manuel acarició suavemente el cabello de Lucero, ambos sabiendo que nada volvería a ser igual después de ese momento.
Lucero: Manuel, no debimos...
Manuel: Tal vez no, pero no puedo decir que me arrepienta.
Lucero: Somos exes por una razón, pero...
Manuel: Pero el deseo nunca se fue.
Se quedaron en silencio, las emociones a flor de piel, conscientes de que el calor del elevador había desenterrado algo que habían intentado olvidar, pero que siempre había estado ahí, latente y esperando el momento para resurgir.

Perdón por escribir tan poco, prometo intentar subir capítulos una que sean más cortitos, pero un poco más seguidos, gracias por el apoyo y espero les esté gustando!! ✨🩷

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