CAPITULO 4 - SUCEPTIBLE

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AVA

Me siento como una estúpida, primer día y ya estoy haciendo el ridículo, estoy un tanto adolorida por lo que pasó la noche anterior, Joshua por suerte recibió una llamada y tuvo que salir urgente del apartamento, para cuando llegó, solo pudo encestarme unos cuantos golpes, los suficientes para que quedara satisfecho y me dejara en paz, estaba demasiado ebrio por lo que como siempre, cayó desmayado sobre la cama, y yo fui a dormir al duro sofá.

El despertar fue difícil, traté de cubrirme lo mejor que pude los moratones con maquillaje, para los de las piernas tuve que ponerme unas medias veladas, y no pasar más vergüenzas por culpa de ese malnacido. Aun estoy viendo la forma de como decirle que estoy trabajando, no creo que vaya a tomar una buena reacción, nunca lo hace, tiemblo de solo pensarlo, por ahora, su padre, lo tiene lo suficientemente ocupado en la oficina, por lo que no le da tiempo de vigilarme, el mismo me lo dijo en medio de su borrachera.

Cruzo por el frente de Lea, la secretaría de Alexander, aún estoy sorprendida por que él va a ser mi jefe, se nota que es una persona dura de tratar y poco amigable, ya conozco ese tipo de personas, hijos de puta que se creen los dueños del mundo y que pueden hacer lo que quieran con las mujeres, no sé cómo el doctor y él pueden ser amigos, en lo poco que los conozco se nota a leguas que tienen personalidades muy diferentes.

--- ¿Qué pasó? --- me pregunta Lea, cuando ve entre mis brazos la maraña de papeles.

--- Soy muy torpe, me caí de la silla y ya ves, todo el desastre que armé – suspiro y ella se levanta de su escritorio para ayudarme, le sonrío avergonzada.

--- Ay linda, no te preocupes, el señor Ivanova es un hombre muy cruel, seguro te puso nerviosa --- deja los papeles encima de su escritorio.

--- No estaba nerviosa, lo que pasa es que tengo un poco de dolor en las costillas y en las piernas, fue difícil mantener el equilibrio con tantos documentos --- creo que di información de más, me mira detallándome.

--- Es cierto, lo noté apenas llegaste, ¿qué te pasó?, ¿tuviste un accidente hace poco o algo así? --- empieza a caminar y la sigo.

--- Sí, algo así --- me mira extrañada, pero no pregunta más y lo agradezco, no quiero parecer débil. Abre la puerta de la oficina que me corresponde.

--- Esto es enorme --- es una oficina amplia, con un mueble, computador, un estante y todo lo necesario para realizar mi trabajo, sonrío.

--- Esta es la oficina más cercana a la del señor, era de Giorgia, pero ella ya no viene muy seguido por aquí --- la miro extrañada.

--- ¿Quién es Giorgia?

--- Oh, Giorgia Taylor, es una inversionista del señor Ivanova, bueno, más que eso – baja la voz --- es su amante.

--- ¿Su amante? ¿Eso quiere decir que Alexander es casado? --- la miro cuando suelta una carcajada.

--- No linda, el señor Ivanova es la última persona que verás comprometida, lo de amante lo digo porque no es su novia, ni algo cercano, pero si se acuestan regularmente --- la miro sorprendida --- Y que no te escuche llamarlo por su nombre, no le agrada, una vez lo hice, casi me revienta un tímpano.

--- oh, entonces prefiero seguir siendo una persona que escucha muy bien, y con respecto a lo otro... ¿Cómo sabes eso? --- ella se mira las uñas.

--- Porque los he encontrado infraganti en varias ocasiones en su oficina, es vergonzoso --- se tapa la cara --- Pero así es el señor, un desvergonzado, que presume de sus dotes, ya sabes --- se señala abajo y yo corro la mirada. Por Dios.

INQUEBRANTABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora