CAPITULO 8 - REVELACIÓN

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DYLAN

Detengo mi auto frente al apartamento de Alexander, me bajo rápidamente y le abro la puerta a Ava.

--- Bienvenida a su palacio mi reina --- hago una reverencia y la escucho reír.

--- Que tonto eres a veces Dylan --- me toma la mano – muchas gracias, honorable caballero.

Echa un vistazo alrededor y observa a los guardaespaldas que se bajan y e ingresan a la propiedad primero, encargándose de que no haya nadie indeseado adentro.

--- Esto me pone un poco indispuesta --- señala con su cabeza al guardaespaldas que se encuentra afuera con una ametralladora en la mano.

--- Concuerdo, pero es necesario, nunca se sabe en donde puede aparecer un nuevo peligro, y yo mi bella dama estoy encargado de su seguridad --- me mira divertida.

--- Ya hasta parece que yo fuera mafiosa con todos ellos alrededor --- paso saliva y simplemente asiento, si Alexander no le ha contado sobre su vida, yo tampoco tengo derecho de hablar de su vida privada.

--- ¿Por qué te quedas callado? – la observo y me mira ceñuda – a veces creo que ustedes esconden muchas mas cosas de las que creo.

--- Tonterías, no te preocupes --- tomo sus hombros llevándola adentro una vez se ha dado la señal de que todo está despejado.

Ingresamos al apartamento y ella mira a su alrededor sorprendida, está ubicado en una de las zonas mas exclusivas de la ciudad, el diseño interior es impresionante, tiene espacios abiertos y luminosos, con pisos de mármol, encimeras de granito y uno que otro detalle en madera, cuenta con 4 habitaciones bastante amplias, tres baños uno en cada piso y el ultimo ubicado dentro de la habitación principal.

--- Vaya, Alexander si que sabe invertir su dinero, este apartamento es hermoso – me voltea a ver – y ahora el problema que veo, es que como me voy a cambiar de ropa, olvidé traer de mi apartamento --- me sonríe apenada y nos dirigimos a la sala, nos sentamos en el gran mueble que se ubica ahí.

--- Por eso no hay problema, Alexander dejó todo listo – afirmo y señalo las bolsas con ropa dentro, que se encuentran encima de la mesita de vidrio.

--- Pero si solo nos demoramos como cuarenta minutos de mi apartamento aquí y como sabe Alexander la talla de ropa que uso --- me mira y me encojo de hombros.

--- No lo sé, eso tienes que preguntárselo a él – le sonrío y señalo con la cabeza el pasillo --- ve a ducharte y luego miremos una película – asiente, toma la bolsa y se encamina al pasillo, me dirijo a la parte de afuera.

--- Que ordena, señor – se me acerca Jerry, un joven pelirrojo, de veintitantos años, en su mano descansa la ametralladora.

--- ¿Ha llamado Alex? – pregunto pasando la vista por los demás integrantes, cada uno con su respectiva arma.

--- Sí, se le acabó de informar al señor el arribo seguro de la señorita y el suyo.

--- Bien, no quiero que haya errores --- asiente y vuelve a su posición.

Me adentro de nuevo al apartamento, a tomar una ducha en el baño del segundo piso, me he quedado aquí unas cuantas veces, por lo qué tengo prendas de vestir guardadas en el armario de la habitación principal, ingreso al baño.

Una vez duchado y fresco, me encamino a la habitación para ponerme la ropa de dormir, entro en la habitación con la toalla enredada sobre mis caderas, abro la puerta del armario y noto que está doblada en lo mas alto, me estiro para tomarla y escucho un ruido detrás mío, me pongo alerta, volteándome rápido, mi pulso se acelera y camino con cuidado a la puerta del baño y la abro despacio para tomar desprevenido a quién sea que se haya atrevido a invadir la propiedad, pienso en Ava, espero que aún se encuentre en la ducha del primer piso, abro lentamente la puerta, tratando de hacer el menor ruido posible, veo una silueta moviéndose adentro y se me eriza la piel, empujo la puerta con fuerza y un chillido es lo siguiente que escucho.

INQUEBRANTABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora