mcdonald's [kunten]

6.

Al dia siguiente, Ten llegó acompañado de su libro. Una nueva portada relucia y mire atentamente cual era el texto que lo tenia tan concentrado. "Falling for the Ghost of You". Negué con mi cabeza divertido, otra lectura romántica, pensé mientras trataba de concentrarme en atender el pedido.

Una vez que termine de atender al chico que exigía su Big Mac doble, una promoción que tuvimos hace un mes, algo estresado porque queria ir a hablar con Ten, le explique que ya no estaba esa promoción. Finalmente se fue e inmediatamente le llamé a Yangyang quien habia llegado recién a hacer su turno para que se quedará unos minutos en la caja. Él dirigió su mirada hasta Ten, quien con su sonrisa burlona, acepto.

Fui hasta la cocina y robe una hamburguesa. La favorita de Ten. "Un cuarto de libra con queso" junto con una bebida. Busque un papel y con un lápiz que tenia sobre mi oreja, escribí una pequeña nota:

"Un cuarto de libra con queso de parte del chico de la caja :)

- K."

Me acerque hasta la mesa, en donde él aún mantenía sus ojos atento al libro.

-Servicio a la mesa señor Ten. -Hablé, sobresaltandolo.

Deje la comida sobre la mesa, recibiendo una mirada de agradecimiento por parte de él. Cuando llegué a mi puerta de trabajo, mire a su dirección, donde se me quedó mirando y no rompí la conexión.

-Gracias... -Leí sus labios a lo que guiñé mi ojo, recibiendo un sonrojo por parte de él. Amaba tener ese poder en Ten.

+++

Más tarde, cuando dieron las ocho de la noche y había terminado mi turno, Ten seguía aqui, sorprendiendome. El local se lleno de gente todo el resto de la tarde, que ni me entere que Ten seguía aquí. Me acerque, despeinando mi cabello, cuando estuve detrás de él, me aproxime hacia su oreja.

-¡Bu! -Murmure y él me miró rápidamente, tanto que por la cercanía, su boca quedó tentativamente cerca de la mia. Mire sus ojos avellanas, nublados con una capa de lágrimas.

-¡Zane es Aiden! -Chilló limpiando sus ojos. Lo miré sin entender. -¡En el libro!

-Oh, lo lamento mucho... -Dije sin saber que decir.

-Dios... voy a morir. ¿Cómo le hace eso a Violet? ¡Todos los hombres son iguales! -Lanzó el libro a la mesa.

Al parecer ya estaba siendo victima de la depresión de Ten debido un libro. No me molestaba, en absoluto.

Me senté frente a él y tomando sus manos, me confesé.

-Yo quiero ser diferente.