mcdonald's [kunten]

Final.

-Vamos a ver que tenemos aqui. -Tomé su mano para dirigirnos hacia donde se encontraba la manta con la comida. -Bueno, nos encontramos con cuatro porciones grandes de papas fritas, porque se cuanto te gustan. -Las quite de la caja y en cuanto las deje encima, Ten comenzó a devorarlas. Me reí. -Aguanta un poco.

-Sh. -Susurró.

Negué con mi cabeza y comencé a mostrar las otras cosas, procurando que las hamburguesas de un cuarto de libra no se vieran. Bebidas de distintas marcas, los helados están un poco derretidos pero aún estan vivos.

-Da igual, con tal de que mantengan el sabor. -Habló entusiasmado. -¿Y las hamburguesas? ¡¿Dónde estan las hamburguesas?! -Chilló y comenzó a mirar alrededor como un cachorrito buscando por comida.

-Creo que las he olvidado. -Rasque la parte de atrás de mi cuello, fingiendo incomodidad. Bien, el plan iba resultando a la perfección.

-Las hamburguesas lo son todo. -Hizo un puchero, a lo que acaricié su mejilla.

-Lo siento, cariño. -Di un pequeño beso en sus labios. -Para la próxima vez lo tendré en cuenta. -Ten mordió su labio inferior.

-Me llamaste cariño. -Se ruborizo. -Nunca me habias llamado asi. -Soltó una risita, a la vez que se sentaba con ambas piernas alrededor de mi cintura.

Controlate Kun, me repetí mentalmente.

-¿Te molesta que te llame asi? -Negó con su cabeza de un lado a otro y colocó sus manos alrededor de mi cuello dando unas pequeñas caricias.

-Al contrario, me gusta mucho. -Me otorgó una sonrisa y acercó sus labios a los mios. Sus labios eran mi adicción, tanto que no los soltaria nunca y los besaría cada vez que pudiera si él me deja. -De acuerdo. -Susurró un poco agitado por nuestra muestra de cariño. Sus labios se encontraban de un color rojizo y sus mejillas se colorearon de un color rosa. -¿Comemos? -Asentí dando un último beso antes de que saliera de mi regazo y se sentara frente a mi. -¿Hagamos algo romántico?

-¿Ya quieres ir por ahí, Ten? Apenas es nuestra primera cita, estoy indignado. -Toqué con la palma de mi mano mi pecho, fingiendo decepción.

-Tonto. -Me empujó comiendo una papita. -Me refiero a darte una papa en la boca. -Rió mientras acercaba la comida a la boca. -Ya sabes, la cursileria de películas. -Se burló. -Vamos, abre la boca. -Me negué divertido a causa de su tono de voz de alvin y las ardillas. -Vamos, ¿por mi? -Dijo tal como una mamá obligando a su hijo a comer.

-Por ti, todo. -Y comi mi papa frita, mordiendo los dedos de Ten intencionalmente.

-Basta de decir cosas asi.

-¿Decir qué?

-Ya sabes a que me refiero. -Tomo de su soda, evitando conectar sus ojos con los míos. Frunci el ceño.

-No entiendo porque...

-Me da vergüenza, no estoy acostumbrado a los alagos y a las palabras bonitas. -Admitió. -Digamos que mis ex novios nunca lo hicieron y no es algo a que este acostumbrado. No me gustaría que pienses que soy una clase de ridículo por sonrojarme hasta por la mínima cosa.

-Hey... -Me acerque tomando sus manos. -Claro que no pienso eso, no digas eso nunca más. -Jugué con su dedo pulgar. -Ten, me gustas tal y como eres, y hacerte sonrojar me gusta, y me gusta mucho más el hecho de que sea por mi. -Pase mi mano por su cabello despeinandolo un poco. -Y ya te dije, yo quiero ser diferente. -Le sonreí, a lo que él también lo hizo al mismo tiempo.

-Eres tan tierno, gracias. -Soltó.

-No hay nada que agradecer, mi chico McDonald's. -Reímos. Era momento de la sorpresa. -Esta bien, cierra los ojos. Te tengo otra sorpresa.

-¿Otra más? -Abrió sus ojos sorprendido.

-Sip. -Marque la "p". -Ya te lo dije, estoy lleno de sorpresas hoy. Así que cierra los ojos, antes de que la venda regrese.

-¡Todo menos venda! -Exclamó dramáticamente y cerró sus ojos. Besé sus labios aprovechandome de la situación.

-¿Cuántos dedos tengo? -Levanté dos dedos para comprobar que realmente no vea.

-¿Dos?

-¡Estas mirando tramposo! -Hice cosquillas en su estómago, a lo que Ten reaccionó por mover sus piernas.

-¡No es cierto! -Rió. -Basta... Kun, fue coincidencia.

-Te voy a creer, pequeño tramposo.

Una vez Ten cerró sus ojos nuevamente, espere unos segundos y me acerque a la caja que había estado cuidando para que Ten no la notara.

La destape, dando a revelar seis hamburguesas de cuarto de libra con queso formando las palabras escritas con ketchup en ellas: ¿Quieres ser mi novio?

O al menos era lo que entendía, ya que el ketchup se habia corrido un poco.

Las coloque enfrente de Ten, quien escondía su rostro entre sus manos como niño pequeño. Suspiré nervioso.

-Puedes abrir los ojos. -Murmuré aún con los nervios a flor de piel. Ten abrió sus ojos y miró hacia abajo encontrándose con las hamburguesas.

Abrió levemente sus labios, quizás buscando alguna palabra que decir. No sé si su expresión era así por las hamburguesas que se encontraban frente a él, porque se cuanto le gustan o si era por la frase que estaba en ellas.

-¿Ten? -Pregunté segundos después al notar que su labio inferior temblaba. -¿Estas bien? -Preocupado tome sus manos entre las mias para darles calor.

-Dios... -Sonrió con lágrimas amenazando por caer. -Estoy mejor que nunca. -Me abrazó por el cuello, hundiendo mi nariz en su cabello que emanaba un dulce aroma. -Es decir, tengo 6 hamburguesas de McDonald's para mi solo. -Solté el agarre y junto nuestras frentes. -Y tengo al mejor novio dandomelas gratis. -Me sonrió.

-¿Eso es un sí? -Acaricié su cintura. Tomándome de sorpresa, cuando tomo mis labios entre los suyos, demostrando tanto que nisiquiera con palabras podría describir.

-Si eso no te responde, no sé que más podria hacerlo. -Pronunció una vez que separo nuestros labios, ahora acariciando su nariz con la mía. Y puedo jurar que con eso, soy el chico más feliz de todos.

-No sabes lo mucho que me has alegrado con esto. - Y lo besé nuevamente, con el corazón a mil por hora, solamente por las fuertes sensaciones que sentía con Ten.

-Me da algo de pena comerlas. -Dijo apoyando su espalda en mi pecho, mientras veía con algo de tristeza a su hamburguesas.

-Tendrías hamburguesas así cada vez que sea necesario, que no te de pena. -Y le di un mordisco a mi cuarto de libra con la palabra "¿Quieres".

-¿Siempre que vaya a McDonald's? -Me. miró.

-Siempre que seas mi chico McDonald's. -Afirmé, dandole un beso en su frente, viendo como Ten sonreía dandole el primer mordisco a su cuarto de libra con queso.