CatAlastor está pasando por un momento complicado con la llegada de su primer celo, pero al presenciar a un gato siendo intimidado, su perspectiva cambia al ver cómo ese "gatita" se protege así mismo y a su nido, de otro gato macho.
Esto lo lleva a...
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Todo es simple ficción.
Si no te gusta, no lo leas y retírate sin hacer drama o comentar, por favor. 😺
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El sofocante calor invadía el cuerpo rojo y regordete de CatAlastor.
Desafortunadamente, el traumático día que tanto temía estaba por llegar: su época de celo.
Era la primera vez que experimentaba esta situación, y sin lugar a dudas, consideraba que sería la peor prueba de su maldita existencia.
Alastor se sentía verdaderamente abrumado; su celo estaba por llegar y no sabía cómo lidiar con ello. Aunque la solución parecía obvia (copular con una hembra en particular), pero este era precisamente el problema.
Nunca le había interesado ese aspecto de su vida, y solo pensar en ello le generaba repulsión y un claro rechazo, incluso hacia él mismo. No quería ceder a esa necesidad, y nadie podía obligarlo, salvo él mismo.
¿Cuál sería el siguiente paso a seguir?
La respuesta parecía clara: acudir a su mejor amiga y confidente para rogarle, si ella o sus gatos caníbales, pudieran ofrecerle una cura para esta "bendición" impuesta por la madre naturaleza, que los afectaba dos veces al año.
La incomodidad inducida por el calor exacerbaba los esfuerzos por disimularla, resultando en una tarea fútil. La sensación era abrumadora, llegando incluso al punto de desear la muerte.
Al transitar entre otros felinos, notó como los machos ajenos intentaban desesperados captar la atención de las hembras restantes. Sin embargo, una de ellas destacaba entre todas, emitiendo gruñidos a cada macho que se aproximaba.
A pesar de las interferencias de otros gatos de su mismo sexo, nuestro protagonista continuó su camino, indiferente a las claras amenazas de los ajenos a él, solo por tratar de alejarlo de sus parejas potenciales. Respondió a sus intentos con una demostración de sus garras y dientes, alimentando su propio ego; infinito e insaciable.
