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Pov (t/n)
Finalmente era domingo y me encontraba en la iglesia, escuchando el sermón del padre mi madre sentada a mi lado y mi padre a su lado, mis piernas se movían impacientes dando pequeños golpecitos al suelo con la planta de mis pies, esperando que terminara esto y con suerte vería a Javier.

"Nos pondremos todos de pie" dijo el sacerdote antes de comenzar a rezar, me puse de pie levantando la mirada y al voltear hacia un lado note aquellos ojos negros mirándome desde el otro lado de la iglesia, mi corazón dió un vuelco y no pude evitar sonreír ampliamente cuando nuestras  miradas conectaron; olvidé por un segundo el rezo y al notar mis palabras arrastradas y mis balbuceos mi madre golpeó mi brazo con su codo pidiéndome compostura, al ver esto Javier sonrió de forma burlona y le regrese el gesto para finalmente mantenerme en orden, rogando que todo acabará y pudiera salir y verlo. La misa continuo entre miradas compartidas entre Javier y yo, mientras mis plegarias se convertían en un solo deseo "Dios déjame verlo, déjame estar con él", los minutos parecían horas pero finalmente la misa terminó la gente salía de la iglesia mientras mis padres y yo esperábamos menos concurrencia para salir también.

—Madre... Creo que debo ir al tocador...

Dije buscando una excusa para poder escapar aunque fuesen minutos.

—Ay niña, con lo sucios que están en este pueblucho... Capaz te da algo —Bufó en tono de desagrado mientras nos levantabamos. —Pero te apuras que vamos a ir a almorzar, con Antonio por supuesto... Estaremos en los puestos de las hermanas del convento...

—Claro, ahí los veo, no tardaré

Salí de prisa de la iglesia dejando a mis padres atrás, al salir encontré a Javier sentado en las jardineras de la iglesia tal y como habíamos acordado, disimule pasando de largo miré hacia atrás y con una seña rápida en mi mano le hice seguirme, Javier sonrió de lado, como si le pareciera divertida la situación, me siguió dejando que me adelantará un poco. Caminaba con normalidad por las calles hasta llegar a un callejón apartado y sin mucho ajetreo, me detuve y Javier llegó solo segundos después.

—Hola, mi bonita

Dijo acercándose a mí mientras se quitaba el sombrero, sonreí con una chispa de coqueteo al mismo tiempo que mis manos tomaron la tela de su chaqueta atrayendolo a mí, lo miré a los ojos cuando sus manos tomaron mi cintura, notando que su mirada bajaba hasta mis labios.

—Me extrañaste?

Hablé en una voz que apenas era más que un susurro, mi aliento rozaba suavemente la piel de Javier mientras nuestros labios se acercaban lentamente.

—No sabes cuánto...

Respondió de la misma manera para finalmente sellar nuestros labios en un beso, sus dedos apretando gentilmente mi cintura, mi mano izquierda aún tomando su chaqueta y mi otra mano subía por su cuello hasta llegar a su nuca, acariciando y jugando un poco con su cabello negro, mientras el beso crecía a medida que pasaban los segundos. En mí crecía una sensación de calor, adrenalina y un revoloteo en mi estómago, toda esta combinación me hacía sentir que el corazón se me iba a salir si latía así de rápido.

—Dios, no sabes cómo me tienen tus besos...

Suspiró Javier mientras nuestros labios se alejaban lentamente, nuestras respiraciones aceleradas y agitadas intentando recuperar el ritmo normal. Sus dedos acariciaban mi cintura trazando círculos con sus pulgares, miré sus ojos y sentí que el mundo era para los dos. Sin dejarlo decir una palabra más volví a juntar nuestros labios en un beso, un beso desesperado, ansioso, hambriento.

—Javier, no vuelvas a irte...

Susurré mientras Javier me empujaba lentamente contra el muro, presionando su cuerpo contra el mío haciéndome suspirar entre besos, sentí como esbozaba una sonrisa al escucharme decir aquello.
Mis dedos se aferraban a su espalda manteniendo lo cerca de mí mientras los suyos subían y bajaban de mi cintura a mi cadera apretando gentilmente mi piel sobre la tela de mi ropa, el aire me faltaba y a Javier parecía hacer igual, ambos tespirabamos como si el oxígeno ya no fuese suficiente. De pronto él se detuvo y antes de que pudiera decir una sola palabra una de sus manos tomo mi mentón haciéndome mirarlo, sus ojos se oscurecían con profundidad al mirar mi rostro sonrojado y mi respiración profunda, bajó sus labios a mi cuello dejando un beso en mi piel lo que me hizo jadear en voz baja y suave, algo se estremeció en mi interior y lo alejé un poco al sentir está nueva sensación.

—Javier escucha... Esto no puede pasar... No así...

Dije aún con la voz temblorosa por mi respiración agitada, él soltó una pequeña risa entre dientes y con voz áspera y baja habló.

—Te esperaré lo juro... —Sonreí al escuchar su juramento y lo abracé con ternura y cariño.

—Tengo que irme... Te volveré a ver, verdad?

—Todas las noches te iré a buscar al balcón...

—Todas las noches?

—Cada una de ellas...

Sonreí y él hizo igual, acaricié su mejilla suavemente antes de besar por última vez sus labios.

—Te estaré esperando.

Javier asintió mientras yo caminaba alejándome de su lado, sintiendo mi corazón apretarse, no quería irme pero sabía que sería mejor no levantar sospechas e ir con mis padres.



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Gracias por sus lecturas :3
Nos leemos pronto sjsjs
By: Miyu :D

"La Calandria" (Javier x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora