Capitulo 6.

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Izuku pasó a un lado de Katsuki, bajo la atenta mirada de éste, adentrándose en la habitación iluminada con los rayos naranjas del sol poniente.

Katsuki contuvo la respiración por un segundo ante la cercanía de Izuku, quien rozó el pecho de Katsuki con el hombro al pasar por la puerta, ya que Katsuki todavía se encontraba recostado contra el marco, su mano indicándole a Izuku que entre.

No pudo evitar la extraña sensación que lo envolvió al sentir el dulce aroma del nerd, quien era de esas personas que sin necesidad de ponerse perfume, tenian su propio aroma, unico y muy agradable. No era la primera vez que su mente hacía énfasis en este tema, ya que llevaba mucho tiempo compartiendo espacio con Izuku, pero esta vez se sintió un tanto embriagado, y Katsuki se preguntó si era una buena idea haberle pedido que hablaran en su cuarto, los dos solos.

Ambos sabían que eran una combinación explosiva, Izuku siendo el detonante y Katsuki la bomba.

Se tragó todo el repentino nerviosismo, y se obligó a mostrarse tan confiado como lo había estado solo segundos antes.

Katsuki siguió al peliverde dentro, y cerró la puerta a sus espaldas, observando cómo Izuku ojeaba la habitación, y procedía a sentarse en el borde de la cama, luciendo nervioso, una pierna rebotando sin cesar y sus manos retorciéndose en su regazo. Tampoco se atrevía a mirarlo a los ojos.

Esta actitud le devolvió un poco de estabilidad, la imagen de un Deku nervioso era usual para el, así que conocía lo que tenía delante de él.

Lentamente y sin decir palabra alguna, se acercó a la silla de ruedas de su escritorio, moviéndola hasta que quedó frente a Izuku. Este ultimo, por fin levantó los ojos, una mirada de curiosidad y leve sorpresa al ver como Katsuki se sentaba justo frente a el. Estaban cerca, pero no lo suficiente como para que sus rodillas se tocaran, cosa que alivió a Izuku, ya que no estaba seguro que tal estimulación fuera segura para su ya nervioso corazón.

-¿Entonces? -Preguntó Katsuki, luego de unos segundos de silencio y de haberse reclinado en la silla, los brazos cruzados sobre su pecho y su tobillo sobre la rodilla de su otra pierna, luciendo desinteresado.

-E-eh...- Tartamudeó Izuku en respuesta, tratando de volver a recomponer su mente y lograr pescar una de las tantas conversaciones que quería tener con Kacchan.

Katsuki suspiró, aunque no fue brusco, sino mas bien resignado.

-Eso que dijiste hace un momento, antes de entrar...- Comenzó, sus ojos fijos en Deku, quien tambien le devolvía la mirada- ¿Qué tan frecuente sucede?-.

Izuku volvió a tragar saliva y a romper el contacto visual, sintiéndose levemente expuesto y avergonzado.

-No es algo tan malo, Kacchan, simplemente es tiempo -Respondió finalmente- Es difícil sacar de mi cabeza algo que sentí durante años, por mas que lo haya ignorado y eligiera seguirte de todas formas-. Miró sus manos sobre su regazo, los dedos retorciendose en nerviosismo, y odiaba mostrarse así ante Kacchan.

Katsuki pensó en sus palabras por un momento, la culpa todavía cruda en su estómago, y como uno de sus mecanismos de defensa ante la culpa era la rabia, sintió cómo comenzaba a burbujear dentro de él, su cabeza diciéndole cosas como "es solo un lloron de mierda", "¿porqué no puede simplemente superarlo?" y "yo no le pedí que estuviera detras de mí todo el tiempo".

Pero Katsuki estaba cansado de comportarse como un niño incapaz de controlar su ira, y el ya había aceptado que había hecho las cosas mal, muy mal. Asi que respiró, y con toda su voluntad, se obligó a calmar esa ira que quería protegerlo, no quería cegarse, quería poder hablar con Deku, dialogar para solucionar las cosas que todavía tenían pendientes.

Detonar - BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora