Detonar - Bakudeku

Capitulo 7.

La pequeña e improvisada reunión que la clase había decidido tener en la sala comun había sido una muy buena idea para aumentar los ánimos de todos. Se necesitaba mucha fuerza mental para llevar a cabo la tarea de reconstrucción, no solo fuerza física y destreza. Por suerte, con el paso de los meses habían logrado limpiar los escombros de la destrucción, pero era inevitable encontrar cuerpos debajo de ellos, algo que nunca se hacía mas fácil. Sin embargo, aunque ya no sucediera, los residuos de la guerra persistían, sobre todo en sus corazones.

Por eso, las chicas habían creído que era un buen momento para pasar un rato tranquilo, no solo como equipo o como compañeros, sino como amigos.

Katsuki sentía el peso del dia sobre el, comenzando a estar un poco somnoliento. Pero, para su propia sorpresa, todavía no queria irse a la cama. Puede que parte de eso fuera el hecho de que sus amigos no estuvieran constantemente molestandolo, ya que seguramente todos se sentían igualmente agotados.

Le gustaba la tranquilidad cuando estaba cansado, y por primera vez, pudo encontrarse en un ambiente con personas que le brindaban esa tranquilidad.

Sus ojos se desviaron, no por primera vez en esa noche, hacia el chico sentado entre las piernas de sus dos amigos. Sus ojos se notaban cansados, pero brillantes. A Deku le gustaba estar en compañía de sus amigos, y se notaba la seguridad en su cuerpo, reclinado contra el borde del sofa, un brazo sobre una de sus rodillas, su cabeza levemente inclinada hacia atrás mientras reía suavemente por algo que Uraraka decía.

Katsuki no notó como su amigo lo observaba discretamente a su lado, atento a la quietud que se había apoderado de su cuerpo sin que se diera cuenta. Sero siguió la mirada de Katsuki y contuvo el impulso de sonreir.

Sin embargo, Katsuki si notó, debido a su rango de visión, como Todoroki le sonrió directamente, también dándose cuenta de la intensidad que emanaban los ojos color rubi.

Todoroki lo saludó con la mano, haciéndose el tonto, una sonrisa casi imperceptible para el resto, menos para Katsuki, ya que podía leer el reto en esa mirada.

Le frunció en ceño, mostrando los dientes en una mueca de molestia. Si había algo que molestaba a Katsuki, era que se metieran en sus asuntos, y sobre todo que se lo hicieran saber.

Debajo del enojo, tambien bullía la vergüenza. Lo habían atrapado mirando a Deku, y ni siquiera era la primera vez que se perdía un poco en él mismo esa noche, sus ojos siempre buscando a su amigo al otro lado de la mesa de centro.

En su defensa, todavía tenía en su mente la charla de esa tarde. Un leve rubor se instaló en sus orejas al pensar en esa estupida historia que Deku había encontrado, y apretó tanto las manos que estuvo a punto de destruir el vaso de plástico con refresco que sostenía. Eso llamó la atención de Sero y Kirishima, que estaban a cada lado de el, pero no querían molestar a Katsuki, por lo que Kirishima simplemente le sacó el vaso de las manos.

Se obligó a si mismo a sacarse eso de la mente, era algo que ya habían arreglado, no tenía sentido perderse en eso otra vez. Por lo que, solamente quedaba el otro tema que lo tenía levemente acorralado en su mente.

Deku estaba perdiendo su don.

Nunca pensó que se sentiría tan nervioso ante esto, pero le era muy dificil pensar, incluso imaginar, a Deku siendo un sin don otra vez. No era mentira ninguna de las palabras que le dijo, él no creía que esto fuera a apartarlo de esta historia que habían creado, pero Katsuki sentía temor por cómo Deku llevaría el asunto cuando por fin las brazas abandonaran su cuerpo.

Antes, había sentido rechazo hacia el, no aceptaba, o mas bien no quería ver, la fuerza con la que Deku había nacido, sin la necesidad de un don. Detestaba que el nerd fuera tan valiente, detestaba que nunca se rindiera.