♡_HUALIAN_♡ ~•{one Shots}•~

La Corona de Hua Cheng y la Bailarina Real

Los rayos del sol dorado se filtraban a través de las ventanas del majestuoso palacio, bañando las estancias en una luz cálida y reconfortante. Hua Cheng, el rey poderoso y vigoroso de la región, se encontraba en su sala del trono, rodeado de sus consejeros y generales, celebrando la victoria reciente en la batalla por los territorios vecinos.

Con una sonrisa satisfecha en su rostro, Hua Cheng escuchaba los informes de sus subordinados, mientras su mirada se desviaba de vez en cuando hacia el gran salón donde se celebraría la festividad en su honor esa noche. Sabía que había ganado mucho más que territorio en esa batalla; también había ganado un nuevo premio que le esperaba como resultado de su victoria: uno de los mejores bailarines del reino, Xie Lian.

Xie Lian era conocido en todo el reino por su habilidad para cautivar a cualquier audiencia con sus movimientos gráciles y su encanto sin igual. Y ahora, como parte del botín de guerra, sería presentado ante el rey Hua Cheng como un regalo de celebración.

La idea de tener a Xie Lian a su disposición despertó un fuego ardiente en el corazón de Hua Cheng. Ya había escuchado historias sobre la belleza y el talento del bailarín, y no podía esperar a verlo con sus propios ojos. Pero sabía que no sería el único que deseaba la compañía de Xie Lian esa noche.

En el palacio de Hua Cheng, el harem estaba lleno de bellezas de todas las regiones, mujeres que competían por la atención y el favor del rey. Sabía que Xie Lian tendría que enfrentarse a la competencia feroz si quería convertirse en su centro de atención esa noche.

Mientras Hua Cheng contemplaba estos pensamientos, una de las sirvientas del palacio entró en la sala del trono, anunciando la llegada de Xie Lian. Con una sonrisa anticipada en su rostro, Hua Cheng ordenó que lo trajeran ante él de inmediato.

Poco después, Xie Lian entró en la sala del trono, acompañado por un séquito de sirvientes y guardias. Su presencia irradiaba una aura de gracia y elegancia, y Hua Cheng se encontró cautivado por la belleza del bailarín desde el momento en que lo vio.

"Xie Lian", dijo Hua Cheng con voz suave pero autoritaria, "bienvenido a mi palacio. Estoy encantado de que hayas venido".

Xie Lian hizo una reverencia respetuosa, sus ojos encontrando los del rey con una mirada cautivadora. "Es un honor estar aquí, su alteza. Estoy ansioso por demostrar mi habilidad como bailarín para usted y sus invitados esta noche".

Hua Cheng asintió con aprobación, pero en su interior ardió la rivalidad con el resto de su harem. Sabía que tendría que actuar con cautela si quería asegurarse de que Xie Lian se convirtiera en su compañero esa noche.

Mientras la festividad comenzaba en el palacio, Hua Cheng observaba desde su trono con una mezcla de anticipación y ansiedad. A medida que Xie Lian realizaba sus movimientos gráciles en el centro del salón, atrayendo las miradas de todos los presentes, Hua Cheng se dio cuenta de que la competencia sería más feroz de lo que había imaginado.

Las mujeres de su harem competían entre sí para llamar la atención del rey, ofreciendo bailes y promesas de placer en un esfuerzo por ganar su favor. Pero a pesar de sus mejores esfuerzos, ninguno de ellos podía igualar la belleza y el encanto natural de Xie Lian.

Hua Cheng sintió una mezcla de satisfacción y ansiedad mientras observaba la competencia desplegarse ante sus ojos. Sabía que tendría que tomar medidas si quería asegurarse de que Xie Lian fuera suyo esa noche, pero también sabía que no podía permitir que su harem lo viera como débil o indeciso.

Y así, mientras la noche avanzaba y la competencia alcanzaba su punto máximo, Hua Cheng se preparó para desatar todo su encanto y poderío para asegurarse de que Xie Lian se convirtiera en su centro de atención, sin importar qué obstáculos se interpusieran en su camino.