♡_HUALIAN_♡ ~•{one Shots}•~

El Artefacto Sagrado

El Reino Fantasma se extendía ante ellos como un vasto océano de sombras y misterios. Xie Lian ajustó su túnica dorada mientras contemplaba las ruinas antiguas que se alzaban en la distancia, envueltas en una neblina que parecía susurrar historias olvidadas. A su lado, Hua Cheng radiaba una intensa determinación, sus ojos carmesí brillaban con una mezcla de emoción y anticipación por el desafío que tenían por delante.

Feng Xin y Mu Qing intercambiaron miradas cautelosas, listos para proteger a sus amigos sin importar el peligro. Pei Ming, con su habitual sonrisa traviesa,agarro a Yin Yu en el hombro con camaradería silenciosa antes de que el grupo avanzara hacia las ruinas.

Las primeras etapas de la expedición fueron relativamente tranquilas. A medida que exploraban pasadizos cubiertos de enredaderas y salas polvorientas, Xie Lian encontró pequeños altares dedicados a dioses olvidados y dejó ofrendas de flores recogidas en el camino. Hua Cheng, observando con admiración, prendía linternas rojas que colgaban de ganchos en las paredes, cada una emitiendo una luz cálida y reconfortante que disipaba las sombras más densas.

—Gege, ¿crees que encontraremos el artefacto que buscas en estas ruinas? —preguntó Hua Cheng mientras ajustaba una de las linternas.

Xie Lian sonrió, su expresión serena a pesar del entorno ominoso que los rodeaba. —Confío en que lo encontraremos, San Lang. Esta misión es importante, y estoy seguro de que estamos destinados a encontrarlo.

Hua Cheng asintió suavemente, su mano buscando la de Xie Lian de manera instintiva. Sus dedos se entrelazaron en un gesto de apoyo silencioso mientras continuaban avanzando por los pasillos serpenteantes.

Los peligros del Reino Fantasma no tardaron en manifestarse. En una sala adornada con estatuas rotas, fueron emboscados por criaturas espectrales que emergieron de las sombras. Feng Xin y Mu Qing se adelantaron con sus armas desenvainadas, mostrando una coordinación impresionante en su defensa conjunta. Pei Ming quien decidio acompañarlos en esta aventura repentina, con una risa estruendosa, lanzó bolas de fuego que dispersaron a los enemigos temporales, mientras Yin Yu el fiel sirviente de hua cheng permanecía alerta, sus ojos oscuros vigilando cada movimiento en busca de amenazas adicionales.

Hua Cheng demostró su destreza en combate, moviéndose con gracia mortal mientras despejaba el camino hacia la siguiente sala. Xie Lian, siempre atento a aquellos que pudieran necesitar ayuda, utilizó su habilidad para sanar y aliviar las heridas menores de sus compañeros. Cada gesto de apoyo y cada muestra de protección fortalecían el vínculo entre ellos, tejiendo un lazo de confianza y complicidad en medio de la adversidad.

Al final del primer día de exploración, encontraron un pequeño santuario oculto detrás de una cascada subterránea. Xie Lian se arrodilló frente a un altar adornado con incienso perfumado y encendió una vela, sus ojos cerrados en plegaria silenciosa. Hua Cheng, de pie a su lado, sostuvo una linterna en alto, iluminando el santuario con una luz roja parpadeante que creaba sombras danzantes en las paredes.

—San Lang, gracias por estar siempre a mi lado, incluso acompañandome en estas pequeñas busquedas —susurró Xie Lian, su voz llena de gratitud sincera.

Hua Cheng inclinó la cabeza, su mirada llena de afecto mientras observaba a Xie Lian con intensidad. —Estoy aquí para protegerte, gege. Siempre te acompañare a donde usted decida ir.

Gege, no gustaria descansar un poco antes de continuar con esta busqueda?-pregunto hua cheng  quien habia pensaba ya en el cansancio que debia tener xie lian.

Xie lian quien aun no habia podido descansar bien, pues estos ultimos dias habia investigando a la nueva calamidad que perturbaba a unos cuantos pueblos, decidio tomar la palabra de su sang lang y descansar un poco--Estoy de acuerdo con sang lang deberiamos descansar, no creen?-