11

656 14 0
                                    

-¿Por qué estás haciendo esto, Pedro? ¿Por qué

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Por qué estás haciendo esto, Pedro? ¿Por qué...?- Una bofetada, de parte de la que creía, era el mejor amigo de su esposa, lo hizo callar.

Recordaba salir de la estación de policía, con la dirección de Pedro, una vez allí, se había dado cuenta de que Ana vivía unas puertas más atrás. Había pensado la enorme coincidencia que aquello era y había tocado el timbre de la casa, del que su esposa consideraba su mejor amigo.

Pedro había abierto casi inmediatamente cuando Pablo lo comenzó a atacar con preguntas sobre Olivia, pudo observar lo pálido que se ponía, y luego, en un instante algo lo había golpeado, bastante fuerte en la cabeza.

Había ido a la casa de Pedro, para que este le dijera donde estaba su esposa y sí que había resultado, claro que, ambos estaban atados ahora y no tenía ni idea de cómo hacer para ayudarla y ayudarse, a salir de ello.

Pedri se le acerco de nuevo y le dió otra bofetada, estaba vez con el dorso de la mano. Escuchó el jadeo de su esposa y la risita de su amigo. Sacudió un poco la cabeza y levantó la mirada. Que Pedro lo golpeara todo lo que quisiera, él tenía que encontrar la forma de sacar a Olivia de allí.

Sí que él lo golpeara lo distraía, bienvenidos fueran los golpes. Pedro levantó la mano esta vez hecha un puño y justo cuando iba a impactar en su cara, su esposa grito. -¡No lo golpees! ¿Por qué estás haciendo esto, Pedri, por qué?- Las lágrimas le recorrían las mejillas, Pablo quiso poder hacer algo para evitarle ese dolor, pero no sabía que.

-¿Por qué estoy haciendo esto?... porque todo es su culpa- Su amigo señaló a su esposo, con el dedo. No entendía a que se refería. ¿De que culpaba laura a Pabll? -Si no fuera por él, tú serias feliz, yo sería feliz.- Se acercó de nuevo a Pablo y le dió un golpe, esta vez en el estómago. Olivia jadeo, mientras Pablo gemía por un poco de aire. -Él se interpuso en mi camino.- Levantó la mano y lo abofeteo otra vez.

-¿De que estas hablando? ¿Cuándo...?- Su rostro estaba rojo por las bofetadas y un hilillo de sangre le recorría la barbilla. -Yo no te he hecho nada.- Pablo miró de nuevo a su esposa. Si lograra quitarse las cuerdas, podría someter a Pedro y entonces liberar a Olivia.

-Sí. ¡Te metiste en nuestra relación!- Las dos esposas, sacudieron sus cabezas con confusión, al mismo tiempo. De que se supone que hablaba. Pedri se giró hacia Olivia. -Tu y yo éramos inseparables, ¿recuerdas? Desde el primer día de inducción, fuimos los dos, para todo. A todas partes en todo momento en todas las clases. Y luego llegó este...- Señalo a Pablo con su dedo índice, y con una mueca de odio en su cara. -Con sus sonrisitas estúpidas, y sus regalitos baratos. Él me quitó mi tiempo contigo. Dejamos de ser tu y yo, para que fueran, tú y él.-

Olivia miro a su amigo, confundida. Si, era cierto que cuando se había hecho novia de Pablo, habían comenzado a pasar mucho tiempo juntos, reduciendo así el tiempo que pasaba con Pedro, pero ¿solo por eso lo odiaba tanto? ¿Por qué, ya no pasan todo el tiempo juntos?

-¿Estás haciendo todo esto, porque te quité tiempo con tu mejor amiga? Estas demente.- Una bofetada, que le volteo la cara y casi le fractura el cuello, lo hizo callar. Moviendo su mandíbula, de lado a lado para subsanar un poco el dolor, giró la cabeza para encontrarse con el rostro rojo y la expresión distorsionada de Pedri.

-Tu... pequeña sabandija, miserable, engreído y poca cosa, no tienes ningún derecho a decirme que yo estoy loco. ¿Sabes, por qué? Porque no soy yo, el que se casó completamente enamorado para serle infiel a su esposa, un tiempo después.- Pablo abrió los ojos desmesuradamente y giró la cabeza para mirar a su esposa. -¿Qué tienes que decir a eso, eh?-

-Yo... te lo iba a decir. Lo juro. Eso termino hace... - La calma en la voz de Olivia, interrumpió su discurso. -Lo sé. Pedro no hizo esto solo. Ana lo ayudó.-  La cabeza de él, comenzó a girar. ¿Ana? -Fue ella, la que me trajo aquí. Y también me contó todo lo que había pasado. Desde el principio, hasta el final. Y el que tú, me ibas a decir todo.- Pabll esperaba ver rabia, resentimiento, odio, en la expresión de su esposa, pero no había nada de ello. Se veía... en paz.

-Yo ya lo sabía, Pablo. Hace un par de meses me entere.- Él abrió la boca, pero ningún sonido salió de esta. -Eso no importa, lo hablaremos luego. Y lo más importante. Yo ya te perdoné.- Pablo no podía creer su suerte. Sabía que aún tenían que hablar y todo, pero lo que él quería escuchar, antes que cualquier otra cosa, después del te amo, era que ella lo perdonaba. Respiró con algo de alivio, pero un ruido parecido a un rugido, lo hizo desviar la atención.

-No puedes perdonarlo, no puedes.- Pedro se lanzó sobre Pablo, haciendo que la silla cayera hacía atrás, mientras él caída sentado sobre su abdomen. Con las manos cerradas en puños, comenzó a golpear su rostro. Una puerta se abrió, y Ana entró corriendo cuando vió a Pedro atacar a Pablo, como pudo lo quitó de encima de este, pero antes de que pudiera acercarse a él, para examinar sus golpes, tuvo que sostener a Pedro, para que él no le cayera a golpes de nuevo.

Pedro comenzó a forcejear contra la castaña, gritando y gruñendo, como un animal rabioso. Olivia observó la escena y luego dirigió la mirada a la silla en el piso, a la cual estaba amarrada su esposo, no podía verle la cara, pero imaginó los morados y la sangre por los golpes que había recibido.

Temblando de rabia y de impotencia, le grito a Pedro lo único que su mente pudo articular. -¡¿Por qué haces esto?!-

La respuesta fue un grito igual de agudo.

-¡Porque te amo, idiota!-

-¡Porque te amo, idiota!-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
INFIEL / Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora