-Tú... ¿estamos esperando un bebé?- Pablo estaba de pie, observando a su esposa. -¿Vamos a tener un bebé?- El shock por la noticia era tal, que ninguno se había percatado de que Pablo estaba libre de la silla y las cuerdas.
Ninguno se dió cuenta cuando Ana abandonó la habitación.
Olivia que estaba tratando de no contener el aliento, sintió una pequeña alegría, al ver la reacción de su esposo. No era la mejor forma de darle la noticia, ni tampoco el lugar indicado, pero sus ojos brillaban y tenía una sonrisa en la cara que le dijo, que si ella se lo hubiese dicho en su casa, con una linda cena como había planeado cuando se enteró, Pablo se hubiera puesto pletórica de alegría.
Pablo se acercó a su esposa, al darse cuenta de que aún seguía esposada a la cama, reaccionó. Aún estaban retenidos. Giro hacia Pedro para tratar de convencerlo de que los dejara ir o por lo menos liberara a su esposa.
Las palabras murieron en su garganta al ver la expresión en el rostro de él. Tenía una mueca diabólica, con el ceño y los labios fruncidos. Los ojos brillaban de odio y furia, su cara estaba totalmente roja, y el blanco de aquella furia, era Olivia.
En el momento en el que Pedro se abalanzó contra su esposa, Pablo saltó delante, protegiéndolo con su cuerpo. Era increíble la fuerza que Pedri, tenía. Él chillaba y gritaba insultos, mientras forcejeaba contra Pablo. A pesar de que jamás le había querido pegar a alguien, el instinto de defender a su esposa e hijo, hizo que le diera un derechazo a la mandíbula. Pedro cayó al suelo con un chillido, haciéndose una bola en la alfombra.
Pablo giró y miro alrededor de la habitación, buscando la forma de romper las esposas o una llave que liberara a Olivia. A penas se había dado la vuelta, cuando un golpe la tumbo al suelo. Pedri estaba frente a él, con la silla en las manos. Pablo giro su cuerpo al mismo tiempo que Pedri, destrozaba la silla en el suelo, tratando de golpearlo. Un dolor en el hombro, le dijo que no había sido del todo rápido para evitar el golpe.
Un estruendo en la puerta hizo que todos desviaran su atención hacia allí. Ana estaba parada detrás de unos oficiales de policía. Un ruido de sirenas comenzó a llenar el aire.
Antes de que los uniformados se llevaran a ambos esposados, Ana se giró hacia Pablo con expresión acongojada.
-Yo nunca quise hacerte daño. Realmente te amaba. Lo siento.- Con su esposa en sus brazos, él no pudo evitar pensar que si Ana realmente lo amara, como él amaba a Olivia, jamás lo habría obligado a nada, ni puesto en peligro.
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INFIEL / Pablo Gavi
Fanfiction(ADAPTACION) de la historia Infiel, no habla ni aparece el tema del fútbol.