Hazbin Hotel Vox X Valentino

17 Verdad

Vox se despertó sobresaltado al sentir una mano agarrar su hombro con fuerza. Abrió los ojos y vio a Valentino, con una expresión de preocupación en su rostro.

Valentino: ¡Vox, despierta! Otra vez se escuchan gritos de tormento en la radio. Y esta vez... es Alastor.

Vox se puso de pie de un salto, su rostro reflejando una mezcla de sorpresa y furia. Sabía que Alastor no se detendría en su búsqueda de poder.

En la radio de la habitación resonaba la voz de Alastor, en tono desafiante y seguro.

Alastor: Lamento informarles que fuí el responsable de que algunos Overlords desaparecieran, simplemente no estaban a la altura de las circunstancias. A los que quedan, más les vale que me respeten como el nuevo Overlord que soy.

Vox apretó los puños, confirmando sus sospechas. Ahora todos sabían quién era el responsable de las desapariciones.

Valentino: ¡Vox, tenemos que hacer algo! No podemos permitir que Alastor siga destrozando el orden en el Infierno.

Vox: No podemos dejar que siga sembrando el caos y el miedo. Juntos, lo detendremos y restauraremos la paz en el Infierno.

Valentino asintió.

Vox y Valentino entraron con cautela a la imponente sala de Zestial.

Vox: Señor Zestial, hemos venido a hablarle sobre la situación con Alastor. Nos preocupa su comportamiento y...

Zestial lo interrumpió con una risa fría y despiadada.

Zestial: Ah, sí, Alastor. He escuchado sobre sus... movimientos recientes. Es interesante ver cómo se deshace de aquellos que considera inútiles. En realidad, creo que está haciéndole un favor al Infierno, deshaciéndose de los débiles y despreciables.

Vox sintió una oleada de indignación recorrer todo su ser, pero Valentino le agarró el brazo con firmeza, advirtiéndole en silencio que no era el momento de contradecir a Zestial.

Vox: ¿Pero acaso no es inaceptable que un Overlord destroce a otro y cometa actos tan atroces?

Zestial levantó una ceja, observando a Vox con una mirada fría y penetrante.

Zestial: ¿Y quién eres tú para cuestionar mis opiniones, Vox? Recuerda tu lugar en esta jerarquía.

Vox apretó los dientes, reprimiendo la furia que ardía en su interior.

Vox: Mis disculpas, Señor. No pretendía cuestionar su sabiduría...

Zestial asintió, con su sonrisa retorcida.

Zestial: Sigamos observando a Alastor y sus acciones. Tal vez, encontraremos una oportunidad para fortalecernos aún más y reclutar a más miembros que valgan la pena.

Vox y Valentino se retiraron de la sala, con el peso de la decepción y la desilusión en sus corazones.

Mientras Vox y Valentino caminan por las calles del infierno, ambos están en una acalorada discusión sobre Zestial y sus verdaderas intenciones.

Vox: ¡No puedo creer que Zestial haya permitido que Alastor arrasara con los demás Overlords! ¡Es un traidor y un manipulador sin escrúpulos!

Valentino: Debo admitir que cada vez me resulta más difícil confiar en él. Parece que su lealtad se tambalea según le convenga.

Vox asintió, reflejando una mezcla de furia y decepción.

Vox: ¡Exactamente! Zestial solo busca su propio beneficio, no le importa el trabajo en equipo ni el bienestar de los demás. Solo utiliza a los demás Overlords para aumentar su poder y dominio sobre el Infierno.

Valentino: Tenemos que estar alerta. Si no podemos confiar en Zestial, debemos actuar por nuestra cuenta.

Mientras avanzaban, una súbita sombra se acercó hacia ellos. Alastor, el demonio de la radio, apareció con una sonrisa maliciosa en el rostro.

Alastor: ¿Hablando mal de Zestial, chicos? Interesante. Pero, ¿de verdad creen que pueden desafiar al Overlord más poderoso del Infierno?

Vox y Valentino intercambiaron una mirada determinada.

Vox: No nos importa tu poder, Alastor. No permitiremos que sigas sembrando el caos y destrucción en el Infierno.

Valentino: Estamos dispuestos a luchar, por lo que nos importa, incluso si eso significa enfrentarnos a ti.

Alastor soltó una carcajada siniestra y desapareció en la oscuridad.

Vox y Valentino se miraron el uno al otro, unidos en su determinación, se dirigieron hacia su hogar.