Cap 4

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Mario Calderón dejo que Armando entrara con él en la habitación. Se sentó en la cama esperando que su esposo copiara la acción.

Armando se sentó a un lado de Mario, quería decir algo pero sabía que Mario era el que tenía que hablar primero.

- Que suposición tienes en mente? - pregunto sin verlo a la cara uniendo sus manos tratando de calmar sus nervios.

- En realidad quiero que tú hables primero. Estoy tan confundido por tus actitudes conmigo y no quiero pensar en nada para no lastimarme - Bajo la mirada.

- Estoy asustado Armando, en primer lugar tu no ibas a estar enterado de nada - Tenía la mirada perdida, las palabras que estaba apunto de decir no eran para nada fáciles de soltar, solo pedia al cielo que Armando no se molestara con él.

- Solo dímelo ya - soltó sin paciencia. Podía sentir como Mario estaba nervioso y eso lo ponía aún más nervioso a él - Trataré de entender que es lo que te sucede - añadió con algo de impaciencia en su voz.

- Armando yo... - tomo una oleada de aire antes de continuar con la confesión - Estoy embarazado - trato de soltarlo lo más rápido posible, por qué demonios se metió a hacer una gran estupidez si sabía las consecuencias, se mal decía por dentro.

Armando parecía que no había escuchado aquellas palabras que fueron difíciles para el castaño. Seguía con la mirada hacia abajo viendo sus propios pies, así paso unos segundos, segundos que fueron eternos para el castaño. Sabía que su esposo estaba ocultando algo, pero no sabía que eso era algo tan grave como un embarazo y que no se lo haya dicho antes. Lo primero que pensó fue el lo dificil que fue para Mario como para no poder contárselo.

- Desde cuando lo sabes? - Fue lo primero que preguntó.

- Hoy me enteré. Pero sentía que esto pasaría desde hace dos semanas, pero no había podido confirmarlo, era más por el miedo que por otra cosa - Muy nervioso confesó.

Pasaron algunos segundos, algo incómodos para el castaño.

Suspiro un poco. - Entonces nuestra conexión no es la mejor que digamos - soltó esas palabras luego de un rato.

- No entiendo - se limitó a contestar

- Si Mario, en estos casos el Alfa si conoce bien a su Omega puede que lo sepa de inmediato - volteo a verlo unos segundos.

- No pienses en eso, esto es un problema más grande que esas tonterías. Acaso no te das cuenta? - se levantó de la cama tratando de calmar los nervios inútilmente. Sus nervios se podían detectar a kilómetros.

- Como paso esto? - se posicionó mejor en la cama tratando de no perder la cordura. Definitivamente los condones no servían de nada hoy en día pensó.

- No tengo idea - mintió al respecto.

- Esto definitivamente no estaba en mis planes Mario, y creo que tampoco en los tuyos, que vamos a hacer? - Volteo a verlo aunque el castaño no lo hacía.

- Creo que no, nadie tenía esto en mente - le dió una mirada algo triste

- No es culpa de nadie aquí, tranquilo - Trato de matar esa preocupación que sentía jugando con sus manos.

- Es mi culpa - continúo el castaño con la mirada en el suelo.

- Claro que no, estás cosas pasan, pero si no lo quieres no tienes que tenerlo - Lo vió fijamente.

- Y que piensas tú al respecto? - Suspiro un poco.

- Que si no estás seguro deberias-. Mario le cortó las palabras.

Mi Omega en embarazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora