Cap 6

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La mañana había llegado, eran las 5:30 AM.

La alarma empezó a molestar a los dos hombres y rápidamente Armando apagó aquel aparato tirándole una almohada para que los dejara dormir.

Se sentía cansado, y sabía el por qué. Tener sexo con Mario eran tan bueno como tan agotador. Pero la vida seguía y sus responsabilidades como presidente también.

Hizo algunos pucheros antes de abrir los ojos, tenían que levantarse para tener que ir al trabajo.

- Mi amor - hundió su cara en el cuello de Mario. - Tenemos que levantarnos - dijo aún sin abrir sus ojos.

- Diez minutos más - le contesto aún con el sueño en su sistema.

Armando hizo caso a su esposo, realmente se sentían cansados y el sueño que tenían era más fuerte que sus fuerzas.

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Armando abrió los ojos, vió un poco más claro y se extraño de inmediato, busco con una mano el despertador que había tirado momentos atrás. Lo tomó un su mano y abrió un solo ojo para checar la hora.

La hora apuntaba a las 7:46 AM. Ellos tenían que estar en la oficina a las 8.

Armando se levantó rápidamente y ahogo un grito.

- Mario, mi amor tenemos que levantarnos. Ya es tarde, nos quedamos dormidos - Se levantó asustado y sacudió un poco a Mario.

Esté no reaccionaba, parecía tener el sueño muy pesado aún.

- Que te levantes - le lanzo una almohada.

- Acaso me estás atacando con una almohada Armando? - volteo a verlo cuando se despertó.

- Si Mario, ya es tarde - le enseño el despertador. - Nos quedamos dormidos -

- Ay, no me acordaba que teníamos que ir - hizo un pequeño reproche.

- Vamos, vámonos a bañarnos. Ya es tarde - Le quitó la sabana con la que se estaban cubriendo.

Casi que a empujones metió a Mario con él a bañarse, se dieron algunos besos pero no tenían tiempo como para que eso se atrasara a más.

Se vistieron casi corriendo y tomaron un poco de café que Mario había hecho.

Salieron en el auto. Había tráfico, eso que era algo que Armando odiaba con toda su Alma. Tenía sentido, eran las 8:36 AM y todos iban a sus trabajos y otros también iban tarde como ellos.

Armando estaba impaciente.

- Armando tranquilo, ya casi vamos a llegar - trato de calmarlo.

- Yo no sé porque siempre te hago caso, siempre pasa lo mismo - negó un Poco.

- Es que estábamos muy cansados, por...ya sabes - le sonrió.

- Todo por trasnochar Mario, te dije que ya no más pero tú querías seguir -

- Pero tampoco ví que te opusieras, tu también querías, estabas muy ansioso y juguetón conmigo - le sonrió pícaro.

- Si, yo sé también es mi culpa. Todo por hacerte caso, mira la hora que es -

- Tranquilo, ya vamos en el trayecto - Sonrió.

Armando le sonrió un poco, tenía razón. Ya iban para allá, por más histérico que esté no podía mover los autos ni cambiar el semáforo. Mario siempre trataba de tranquilizarlo.

Le sonrió. - Mi amor, mira. Cuando lleguemos a la empresa vas a comer okey - tomo su mano.

- Comer? - frunció un poco el ceño.

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⏰ Última actualización: Jul 05 ⏰

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