Ahí estaba Armando. Se podría decir que se le iba a hacer un hueco en el piso de tanto caminar en el mismo lugar pensando y pensando.
Juraba que no había visto ninguna señal de ver si Mario estaba raro por esa noticia. El embarazo ni era una opción para pensar en la falta de importancia que tenía Mario con él. Se sintió tan torpe en no saber de inmediato las necesidades de su esposo; según creía él que la conexión que mantenía con el castaño era auténtica.
Mantenía la mirada hacia el piso. Pero su mente volaba a muchos posibles escenarios en los que Mario talvez le daba alguna pista de aquel embarazo pero no recordaba ninguna en ese momento. Quería recordar algún momento para guiarse por eso pero no tenía ni uno en mente, no podría disculparse con su esposo como tenía en mente; tenia en mente decirle algo como "oh si, si supe que estabas en embarazo, tus comportamientos conmigo te de delataban" Pero ni siquiera eso podria decirle, realmente ni cuenta se habia dado de esa posibilidad. Y no podía ir y mentirle a su esposo, no lo había hecho los últimos cuatro años, por qué lo haría ahora?
Pasaron algunos segundos. Tenía apoyada su mano en su mentón pensando. Y escuchó como las puertas de su oficina se abrieron de par en par dejando ver a Daniel Valencia despertandolo de aquellos pensamientos que invadian su mente.
Sintió como todos los pensamientos y escenarios que había construido para hablar con Mario simplemente se habían destruido al ver a Daniel con esa tu típica sonrisa que podía decir mil cosas a la vez.
- Daniel Valencia, a qué debo tu interrupción aquí en mi oficina - cambió su postura. - Acaso no te enseñaron a tocar la puerta - Le lanzó una mirada irritante.
- Hay Armandito, no tengo que ser cortéz. Y Menos contigo - dijo adentrándose a su oficina.
Armando se relajó un poco. Las peleas con Daniel Valencia ya no eran tan agotadoras como en el pasado, no desde que se casó con Mario Calderón. Se sentó en su silla habitual y le dió una mirada relajada, los pocos ánimos que le quedaban no iba a desperdiciarlos con Daniel. O eso creía.
- A qué debo está visita - insistió.
- Quiero saber el estado de la empresa, cómo sabrás que ya regresé a Colombia y no pienso irme en un largo tiempo. Tu papá me dió la autorización para que esté al pendiente de la empresa cómo lo hacía antes - mientras le explicaba a Armando lo que queria se sentó en la silla que estaba enfrente del escritorio de el Presidente.
- Mmm... - Armando colocó una mano en su barbilla como apoyo. - O sea que mi papá sigue tomando decisiones por encima mío - dejó caer su mano sobre el escritorio.
- Como verás... - cruzó una de sus piernas sobre el costado de la otra uniendo sus manos tranquilamente. - Hasta tu padre cree que él trabajo que estás realizando es mucho para ti, que me pide que esté al pendiente de todo - le hizo un asomo de sonrisa.
- Me imagino que con tus influencias está más seguro de esa decisión que le planteaste - le sonrió irónicamente. - Tu siempre tan atento a todo verdad Danielito -
- No te imaginas mal -
- Esa decisión tiene que ser aprobada por la junta directiva. Pues debes saber que ninguna decisión la tomó solo yo. Y como tú te fuiste tanto tiempo, ya no eres escencial en ésta empresa -
- Pero sigo siendo accionista de esta empresa tanto como tú, Armando. Tanto como lo es Marcela o tu querido esposo -
Entonces en ese momento mil alarmas se entendieron en su cabeza al escuchar eso. - Entonces esa es la razón - le dió una mirada intimidante. - Por eso volviste -
- No te voy a negar que realmente lo extrañaba - se sinceró. - Al final te diste cuenta cuál es la conexión mas grande que existe - le dió una sonrisa. - Lo noté enseguida -
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Mi Omega en embarazo
RomanceHistoria ArMario✨ La historia narra la vida de Mario Calderón y Armando Mendoza, dos accionistas de Ecomoda, Son una pareja como cualquier otra. Tras un embarazo que traerá algunos conflictos para los personas (es un Omegaverse) Los personajes son...