M.I.A - Alastor [Hazbin Hotel][+21]

M.I.A [50]

El día había llegado, no había marcha atrás, se trataba de una disputa no vista desde el comienzo del infierno.

En el cielo, las exterminadoras se encontraban afilando sus lanzas mientras eran observadas por su líder, Adán. Orgulloso de sus chicas, estaba eufórico por cazar a esos putos demonios y porque no... Traer la cabeza de "Vagi" a cambio de "dinero divino", si es que este existía.

Por otro lado, el hotel acomodaba las últimas armas en posición para poder estar completamente seguros que todo se encontraba en orden. Su líder temblaba ante la idea de caer sin dar un poco de pelea, pero confiaba en su gente y en el buen juicio que tenía sobre todo lo planeado.

Vaggie se encontraba al frente con Charlie, intentando alentar a luchar con todo, por sus vidas y si hacia falta, morir con honor. El portal dorado se abrió encima suyo, dejando ver la luz pulcra del cielo.

Apareciendo en manada, comenzaron a bajar con sus lanzas en el frente, con el simple deseo de exterminar todo lo que puedan.

—¡VAMOS, POR NUESTRAS ALMAS! —ante el grito, comenzaron a tomar carrera para el inicio de la batalla.

—¡Hagan a esos Ángeles CAGAR! —siguiendo la euforia, Charlie siguió a los demás para comenzar a contraatacar.

Cual batalla campal, sangre negra, dorada y roja comenzaron a manchar todo el suelo que rodeaba la entrada del hotel.

Desde lo alto del edificio, Alastor se encontraba expectante a la vista.

—¿Listo Alastor? —Lisa estaba igual de emocionado que el demonio radio.

—Claro que si.

—Te dejaré los honores —dandole el poder para que comience primero, Alastor simplemente sonrió.

—Que comience la matanza.

En cuestión de segundos, una barrera vudú logró encerrarlos protegiendolos del exterior, sin oportunidad de que los exorcistas lograran cruzar.

—¿Pero que mierda esta pasando?

—Parece que tienen una barrera, señor.

—Oh enserio, no vi esa puta barrera frente a mi, perra idiota.

Mientras ambos discutían, los tentáculos que Alastor controlaba comenzaron a destrozar a los exorcistas que se encontraban fuera con las lanzas celestiales.

—¿Así es como nos atacan? ¿Con nuestras armas? pendejos patéticos.

Todo era un caos, combate mano a mano, lanzas, armas de fuego, explosivos, cañones, magia, entre otros hacían un escenario destructivo.

—Agh, a la mierda —cansado de esa patética vista, Adán de un solo golpe, quebró la barrera dando paso a los Ángeles para seguir con la masacre.