𝕯𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖆𝖉𝖆 𝖆 𝖇𝖗𝖎𝖑𝖑𝖆𝖗~𝓐𝓷𝓪𝓫𝓮𝓵𝓵𝓪 𝓦𝓮𝓪𝓼𝓵𝓮𝔂~

⁺˚⋆｡°✩Capitulo 8✩°｡⋆˚⁺

Narrador

Mientras que arriba ambas Slytherin se miraban y de inmediato miraban por donde salto el trio de oro

—¿Qué haremos ahora?—pregunto Megan 

—No lose. No soy Gryffindor como para llegar y saltar sin saber que hay abajo- menciono Bella—¿hay algún hechizo como para flotar y bajar mas lento?

—¡POR SUPUESTO!—al gritar esto Megan sintieron un ladrido de perro tras ellas, ambas se dieron lentamente la vuelta encontrándose a la bestia aterradora, con dientes gigantescos y tres pares de ojos brillantes.

—Creo que tendremos que sacar un lado Gryffindor— dijo Bella mientras sin pensarlo dos veces tomo la mano de Megan y salto, aterrizaron sobre algo suave, miraron acostumbrándose a la poca luz. Parecía que estaban sentadas en una planta

—Lazo del diablo—dijo Bella notando como la planta se empezaba a enrollar en ellas

—¡Por Merlín!—exclamo Megan—vamos a morir

—No Meg solo relájate la planta empezara a soltarnos—dicho esto ambas cayeron

Mientras que con el trio de oro, todo lo que se oía, además de sus pasos, era el sutil goteo del agua por las paredes. 

 —¿Puedes oír algo? —susurró Ron.

Harry escuchó un suave tintineo y un crujido parecía venir desde más adelante.

—¿Crees que es un fantasma?

—No lo sé, a mí me parecen alas.

Llegaron hasta el final del pasillo y vieron ante ellos una habitación con el techo curvándose muy alto por encima de ellos. Estaba lleno de obejetos brillantes que volaban por toda la habitación. En el lado opuesto había una puerta de madera.

—¿Te parece que nos atacarán si cruzamos la habitación?—preguntó Ron.

—Es probable—contestó Harry—No parecen muy malos, pero supongo que si se lanzan todos juntos. Bueno, no hay alternativa. Voy a correr.

Respiró profundamente, se cubrió la cara con los brazos y cruzó corriendo la habitación. Esperaba sentir picos agudos  desgarrando en su cuerpo, pero no sucedió nada. Alcanzó la puerta sin que lo tocaran. Movió la manija, pero estaba cerrada con llave.

Los otros dos lo imitaron. Tiraron y empujaron, pero la puerta no se movía, ni siquiera cuando Hermione probó con su hechizo de Alohomora.

—¿Y ahora qué hacemos?—preguntó Ron.

—Esos pájaros, no pueden estar aquí sólo para decorar—dijo Hermione.

Observaron a los pájaros, que volaban brillantes sobre sus cabezas ¿Brillantes?

—¡No son pájaros!—exclamo de pronto Harry— Son llaves! Llaves aladas, miren bien

—Pero eso significa—miraron la habitación observaban la bandada de llaves

—Sí, miren ahí. ¡Escobas! ¡Tenemos que atrapar la llave de la puerta!—menciono Hermione

—Pero ¡hay cientos de ellas!

Ron examinó la cerradura de la puerta.

—Tenemos que buscar una grande, antigua, probablemente de plata, como la manija.

Las dos Slytherin que se encontraban afuera de esa habitación se miraron

—¿Los ayudamos?—pregunto Megan esperando que su amiga le digiera que no

—Naa, solo estamos acá de curiosas

Cada uno tomó una escoba, (a excepción de Hermione que se quedo abajo) y de una patada estuvieron en el aire, remontándose entre la nube de llaves. Trataban de atraparlas, pero las llaves hechizadas se movían tan rápidamente que era casi imposible sujetar una.