El secreto de las montañas

3 0 0
                                    

De un momento a otro una figura se asomó en el entorno, era oscura y no se lograba distinguir bien, lo que si su tamaño era menor al de un humano promedio. Preparándose para lo que viniera la chica se levantó y tomó sus armas, su compañero enano se quedó viéndola pero solo con una mirada el hombre supo que hacer, aunque ya era demasiado tarde. Un objeto se alzó en el cielo hacia el campamento, la hobbit rápidamente se desplazó fuera de este terminando con una voltereta antes de que tal objeto reaccionara al hacer contacto con la superficie provocando que el lugar se llenara de humo dificultando la visión.

La chica se refregó sus ojos por tal sustancia y al abrirlos pudo darse cuenta de lo acontecido, las cosas no podían verse con total claridad pero si sentía como aquella criatura comenzaba a hurgar por sus cosas, Bal no tenía buena visión y no podía ver al intruso, en ello al concentrarse en el ambiente pudo escuchar la voz de este sujeto.

-¡Con permiso! ¡Esto ahora es mio!- dijo lo que parecía una voz masculina entre carcajadas. Poco a poco la niebla comenzaba a dispersarse.

Un poco molesta Vani tomó su arco y disparó donde supuestamente venía aquella voz, afortunadamente la flecha impactó directamente en la pierna del sujeto quien dió un quejido de dolor.

-Bueno, es hora de que te muestres... sujeto de Kathleen.- En ese momento el lugar era más visible, allí pudo darse cuenta que quien estaba frente a ella no era nada mas que un hobbit que era mucho más alto que ella midiendo cerca del metro de altura, el cual llevaba unos ropajes de tonalidades verde, una capucha y una bufanda que ocultaba su rostro. El sujeto miró hacia su espalda y actuó de manera defensiva un tanto agresivo.

-¡¡Me disparas de nuevo y esta vez no seré misericordioso con tus amigos!! ¿Me oiste? ¡¡hacemos esto por las buenas o por las malas!!-dijo el hombre mientras se refugiaba cerca de una roca para intentar vendar su herida.

Con una actitud firme acercandose más la chica lo miró desafiante pero manteniendo parte de su amabilidad. El hecho de encontrarse un pícaro era extraño y que fuera un hobbit lo era más.

-¿Y tu no crees que no deberias hacer esto? Estas no son formas de hablarle a una chica- inmediatamente Vani hizo sonar un silvido y detras de este nuevo sujeto apareció Loweell sorprendiéndolo y apresandolo entre sus garras contra la piedra.

-¿En serio?¿Un lobo? Por qué no hay gente que pelea justo sin sus animales?...-decía el chico entre dientes bastante molesto.

-Recuerda que te puedo escuchar... Además, de verdad crees que lo que haz hecho es justo? Atacar en plena noche y a espaldas de otros no es nada honorable.

-¡Ha! Cada uno escoge sus batallas chica, no me vengas con sermones, si ustedes no están preparados para enfrentar un asalto no es mi culpa, además soy uno contra... eh...haber-decia el mediano mientras comenzaba a contar a cada uno de sus compañeros-Uno, dos tres,cuatro, cinco con el perro ¡Son cinco! Cómo diablos quieres que enfrente a cinco personas?¿Acaso estás loca? claramente debe ser justo y ¡La justicia tenía que estar en mi balanza hahaha!

La chica solo lo miraba un tanto desafiante, su actitud no le agradaba por completo aunque había algo que la intrigaba, no era común ver qué un hobbit fuera de la comarca, menos a un pícaro con tal actitud. Mientras tanto el chico al ver su reacción no pudo evitar cerrar su ojo con una sonrisa.

-Aw... No creas que tú mirada me infunde terror pequeña, no lo tomes a mal, a nosotros los hobbits no nos viene bien intimidar, a menos que... claro, tengas una bestia como este de casi 20 kilos-En ello el chico miró con lamento al lobo-Lamento haberte hecho sentir mal pequeño, pero ya sabes, negocios son negocios, nada personal contra ti la verdad, no pensaba hacerte daño.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 06, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La peste en la ForestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora