Enamorada De Un Slytherin | Draco Malfoy

Capítulo 9: ¿Yo? ¿Enamorada? Demonios, no.

-... Que vayas a buscarme un vaso de agua - el chico Malfoy terminó y sonrió con su infame sonrisa. 

Le di una mirada en blanco. 

 ¿"Quiero que vayas a buscarme un vaso de agua"? ¿En serio? ¿Era necesario? 

Su sonrisa desapareció y me dio una mirada aburrida. 

 -Eres aburrida. 

-¿Sólo lo notaste? - Dije en un tono cabreado y me alejé de él, sin olvidar empujarlo y pasar de él.

 Tal vez estaba actuando muy perra, pero se lo merece. ¿Él me estuvo ignorando durante los últimos días y ahora se me acerca y empieza a hablarme como no hubiera pasado nada entre nosotros? ¿Y saben qué? Realmente no quería hablar de esto, pero él estaba... 

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el chico Malfoy agarrando mi brazo desde atrás.

 -¿A dónde vas? - preguntó. 

-A la oficina de Dumbledore - respondí sin darme la vuelta para mirarlo. 

-¿Así que sólo vas a huir de mí?

 -Sí - fruncí las cejas y me volví hacia él - ¿Por qué te importa? 

Él suspiró. 

 -Quiero hablar contigo. 

Me encogí de hombros. 

 -Yo no. 

Traté de alejarme pero agarró mi brazo de nuevo, empujándome hacia atrás, haciéndome mirarlo. 

-Entonces, ¿Qué va a pasar... entre nosotros?-En primer lugar, chico Malfoy, nunca hubo "nosotros". En segundo lugar, pensé que me odiabas. 

Sus ojos grises se clavaron en los míos marrones como si estuvieran tratando de cavar en mi mente para llegar a mi mayor secreto. 

Eran fríos y duros como un hielo que acababa de salir del congelador. 

-Entonces, ¿Qué fue lo que pasó en el dormitorio de las chicas? ¿Entonces por qué me elegiste a mí sobre tus amigos? 

-No te elegí sobre mis amigos y nunca dije que lo hice. Acabo de salir de la habitación para ir a la oficina de Dumbledore. 

-Pero pensé que... 

Lo corté con un fuerte suspiro. 

 -Escucha con atención, señor Malfoy, estoy haciendo un honor para ti. Tú me odias. No quieres tener nada que ver conmigo, una Gryffindor. Fue por eso que me estabas evitando, ¿Verdad? - abrió la boca para hablar pero seguí hablando - Así que no me molestaré en hablarte. No, déjame arreglarlo. No me molestaré ni en mirarte. Desde ahora, Ahora, adiós. Tengo que irme - Empecé a caminar. Una parte de mí sabía que no iba a venir corriendo detrás de mí, pero la otra parte estaba orando para que él había viniera a por mí. 

De repente, una mano me agarró del brazo y me obligó a dejar de caminar, por lo que mi corazón palpitó más rápido y más rápido y se regocijó a los cielos. 

-Por favor... - él pidió - permítanme explicarte. 

Por alguna razón, estallé en ira.

 -¿¡Explicar!? ¿¡Explicar qué!? ¿¡Que dormías con chicas!? ¿¡Que estabas jugando con mis emociones!? ¿¡O que... - y dije algo que me arrepentí tan pronto como terminé - Mataste a Davidson!? 

 Idiota. 

Idiota. 

Idiota. 

Cerré los ojos para calmarme e intencionalmente darme una bofetada a mí misma, no, algo peor.