—No puedo creer que lo empujaras.
Jimin lloriqueó.
—Mucha presión social, ¿bien? —se excusó el porrista, pasando sus manos por el rostro.
—De todas maneras, apuesto que si no lo empujabas, Min te iba a besar —dijo Seokjin.
Namjoon asintió dándole la razón, y Jimin solo pudo resoplar.
—Serías una buena defensa, capitán —añadió Taehyung a la conversación, tomando asiento en su habitual lugar en la mesa.
—Ay, hyung —se quejó Jimin—, ¿tú también?
Taehyung alzó las manos en señal de inocencia, riendo.
Para algunos, era puro show: el chico popular y el capitán de porristas (también popular, aunque él no se enteraba) coqueteando e interactuando para volverse aún más populares. Otros lo tomaban como algo normal, que él es el elegido y que ya pasaría.
Y luego estaban los shippers, que incluso tenían una cuenta dedicada a comentar cada momento entre ellos. Uno de esos shippers era el entrenador.
Yo lo sigo.
Pero bueno, a lo que venía a narrar.
Al sentirse en medio de toda esa presión social, Jimin, siendo una bolita de pánico, no se le ocurrió mejor solución que empujar al chico frente suyo, ocasionando que este tropezara y se lastimara el brazo. Nada grave, pero Min es reina drama, así que Taehyung lo llevó a la enfermería.
Toda la práctica transcurrió incómoda, con malos comentarios sobre Jimin por empujar a Min, otros dirigidos a Yoongi por invadir su espacio personal, y los decepcionados porque no hubo un beso.
Sin embargo, justo ahora se encontraba aburrido, viendo cómo Jin contaba algo que seguro terminaría dándole gracia solo a él, y el resto reiría por su peculiar risa.
¿Debería ir a ver a Min?
Se había acostumbrado en tan poco tiempo a tenerlo a su lado molestando, que ahora se sentía raro sin él.
No había razón ni ganas para ir a ver a ese... a ese... ¡Ahgg! Si el destino manda una señal, entonces irá.
—Oiga, capitán. —Taehyung interrumpió su tormenta.
Jimin lo observó, esperando que continuara.
—Deberías ir a verlo. Ambos sabemos que es un chico teatral. —Le palmeó la espalda para convencerlo mientras le guiñaba un ojo.
Bueno, esa es su señal.
Chau.
Mientras recorría los pasillos llenos de salones, se puso a pensar en el rumbo que tomaba su vida. Trabajaba, tenía al chico más deseado persiguiendo su culo, logró el puesto que tanto quería, hizo más amigos, tuvo un nuevo platonic crush (todos sabían que era Namjoon, pero mejor callarlo), su entrenador parecía querer volverse gay y conseguir pareja... ¿Y todo por Min Yoongi? ¿Su orientación sexual y número de mamás? ¿Hotel? ¿Trivago?
Sacudió la cabeza.
Oh, ya había llegado a la enfermería, no estaba tan lejos después de todo.
Abrió la puerta y juró que estuvo a punto de gritar.
El muy maldito de Min Yoongi se encontraba cruzado de brazos, bien dormido en el pequeño sillón junto a la ventana. Sus cabellos se mecían con el aire que se colaba y su expresión era tan relajada y varonil.
Por todos los dioses, él era malditamente gay y encima pasivo. ¡¿Y lo atacan así?!
Corrección: el rumbo que toma su vida es ser un cliché K-drama.
—¡¿Desde cuándo soy la maldita t/n?!
Yoongi se levantó de un susto, poniéndose en posición de lucha a lo Karate Kid.
Uy. ¿No gritó mentalmente?
«¡Actúa como si recién llegaras!», le aconsejó su mente.
Grandiosa idea. Claro que sí.
Pero hubiera sido más grandiosa si no hubiera dado literalmente dos pasos atrás, cerrado la puerta y vuelto a entrar como si no hubiera desconocido a Jesús. Todo a vista de Min.
No pegabas ni una, Park Jimin.
—¿Acabas de volver a entrar? —Yoongi le preguntó, un poco perdido.
¿Qué le sucedía a ese chico?
—No. Seguro ese golpe en la cabeza te afectó mucho. —rió nervioso Park.
—Me golpeé el brazo.
—¡Lo ves! Andas medio sacado de tu disco. —Se acercó a Min, quien estaba cada vez más desconcertado. ¿"Sacado de su disco" dijo?—. En fin, Taehyung me dijo que viniera a verte, así que no te hagas el importante. ¿Cómo te sientes?
Yoongi rió para sus adentros. Sí, claro que sí, Park Jimin.
—Bien, supongo. Aunque ahora que lo mencionas, tal vez tengas razón sobre mi golpe en la cabeza —comentó, sobándose la mencionada.
Jimin no pudo evitar preocuparse.
—Será mejor que te sientes. —Caminó hasta él y en un dos por tres estaba sentado con la cabeza mirando al techo en el sillón—. Fue mi culpa, así que te haré un té que mi mami solía hacer cuando me golpeaba al bailar. Te sentirás mejor.
Y así como dijo, se alejó para servir un vaso de agua caliente que siempre estaba en el termo de la enfermería (pues la enfermera cree que una bebida caliente sana hasta una hemorragia) y se dispuso a mezclar y dejar reposar las hierbas.
Yoongi solo sonrió aún con la vista en el techo.
En realidad, no se había hecho más que un diminuto raspón —la enfermería fue su lugar de escapatoria para que nadie viera sus mejillas abochornadas—, pero ahora agradecía a las mil vírgenes porque se encontraba relajado mientras que Park Jimin le hacía un té con sus propias manos.
Jimin, tal vez deberías empujarme más seguido.
Nota:
Pregunta del capítulo: ¿Cuál ha sido el peor golpe que han recibido y por qué lo recibieron?
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Salta sobre mí [Yoonmin] [Adaptación]
FanficEn donde Park Jimin es el capitán del equipo de porristas y Min Yoongi es el típico popular que adora molestarlo. "Quisiera ser la profesora para tentar tu entrada, Park." • Couple: Yoonmin. • Género: Fluff, soft, comedia. • Estado: Terminada. • Men...